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Cedida
Por Roberto Rivas Suárez

Tres familias reunidas en un patio aprovechaban las horas de sol de la tarde antes de refugiarse en la soledad de sus casas. Los niños jugaban entre ellos conscientes de que no tienen la culpa de nada, mientras un perro salchicha trataba de meterse en el juego y era la delicia de las tres madres que discutían sentadas en una mesa sobre los conflictos educativos de hoy día.

Tres hombres al calor de una parrilla saciaban sus instintos cavernícolas de darle vuelta a un costillar, aun lomo vetado y a otras minucias, mientras conversaban de cosas importantes de hombres: o sea acerca de nada.

Un teléfono reclama por un mensaje que debe ser leído y uno de ellos abre otra ventana en la conversación:

-Parece que los bomberos tendrán que postular en licitación abierta si quieren seguir administrando los parquímetros…

-¿Pero cóooomo? ¿Será posible? Cómo le van a quitar eso a los bomberos si ellos se lo merecen mejor que nadie. Son los únicos que arriesgan sus vidas cuando hay una emergencia, y lo hacen sin ningún tipo de pago.

Afirmó el hombre que tenía las pinzas para voltear la carne. Mientras defendía a los uniformados blandía el artículo de cocina como si tuviera en sus manos el martillo de Thor.

-Es que al parecer la primera vez –hace un año- era una prueba y por eso se los adjudicaron directamente a ellos, pero ahora deben ir a licitación con otras fundaciones y empresas.

-Nah! Ahí hay mano negra! Seguro algún político le vio el jugo al negocio de los parquímetros y quiere quitarle eso a bomberos. Lo más seguro es que a los buenos muchachos los dejen por fuera de la jugada.

-Pero así garantizan transparencia. Además, otras empresas y fundaciones también tienen derecho a licitar a ver si pueden manejar el negocio. Creo que todos tienen derecho a participar.

-Pero nadie mejor que bomberos para manejar eso, además tienen que comprar equipos y materiales y eso no cae del cielo. Los bomberos este año han comprado botas especiales, cascos, herramientas, y hasta un camión… ¿vos creí que recogiendo con un tacho en una esquina iban a poder comprar eso?

Las brasas se teñían de un rojo intenso y los jugos de las carnes brindaban ese espectáculo aromático que tanto atrae a los comensales dominicales. El teléfono vuelve a sonar con un nuevo anuncio sobre el tema.

-Parece se están estudiando que tres propuestas. La de bomberos y dos empresas privadas…

-¿Pero cóoooomo? ¿Será posible? Seguro van a favorecer a una empresa y le van a quitar el negocio a bomberos. Ojalá que la propuesta de bomberos sea mejor y que ahora cobren por minuto, sería lo justo, como en otras comunas. Así se elimina el precio estándar que es ilógico.

Estimó el hombre que parecía un cangrejo, atenazando su presa con la pinza. Estaba seguro que tener el control de la parrilla le daba el poder de decidir el futuro de la comuna.

-Pero no han tomado la decisión todavía. Igual tienen que evaluar las otras opciones. Claro que bomberos ya tiene la experiencia, pero a lo mejor las otras dos propuestas deben tener algunos beneficios…

-Nah! Si se lo ganan los privados las lucas van a parar a un solo bolsillo, en cambio con los voluntarios van a parar recursos para las 8 compañías, y para comprar camiones y equipos, y salvar vidas a cambio de nada.

-Seguramente el análisis de las propuestas apunta más a lo técnico que a lo humano.

Intervino el tercer hombre, que hasta ese momento era un espectador de la carne y de la conversación. Su argumento era irrefutable, pero no estaba reñido con las posiciones de los otros dos. El teléfono volvía a sonar y esta vez traía una tajante y al parecer salomónica decisión.

-Mirá, ya decidieron: Los bomberos se quedan con la licitación de parquímetros y ahora el cobro será por minutos: cobrarán 20 pesos por minuto.

-¿¿¿Pero cóoooomo??? ¿Será posible? ¡Eso serán 600 pesos los primeros 30 minutos! Antes cobraban 350 pesos y ahora van a cobrar casi el doble, que se han creído, ahora le gustan las lucas a los bomberos, uno no les puede dar confianza porque abusan, será que ahora le gusta la plata fácil, y más encima cobran hasta los sábados, se están aprovechando pa subir los precios, el alza no se justifica, se pasaron, quieren hacerse ricos altiro, se fueron al chancho, campaña no al pago de estacionamientos, estacionar es un derecho público ¡un poquito de conciencia po bomberos!

Se desahogó el cangrejo humano ante el asombro de los otros dos depredadores carnívoros…

Quien hasta hace sólo dos vueltas de prietas defendía a capa y espada a los uniformados, ahora los criticaba por las tarifas segmentadas. Así son las vueltas de la parrilla, y de la vida.

 

 

 

 

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