Con una semana cumplida en la 33ra Feria del Libro de Ovalle, los expositores destacan la buena presencia de visitantes y lectores en el pasillo instalado en la Plaza de Armas, sobre todo en tiempos en los que las expectativas eran bajas por mantenerse todavía ciertas restricciones de eventos masivos producto de la pandemia.
Encargados de librerías y editoriales valoraron de manera positiva la presencia de público y de compradores de las distintas propuestas literarias presentes, e incluso estimaron que las cuarentenas en comunas como La Serena, Coquimbo y Los Vilos, podrían haber incidido positivamente en el aumento de turistas en la zona, y por ende, de visitas a la feria.
El propietario de la Librería Didáctica, Sergio Huinao, señaló que la participación de los visitantes ha cumplido con las expectativas, ya que tradicionalmente la Feria del Libro de Ovalle es una de las que más público atrae.
“Acá en la feria podemos hacer en un día lo que hacemos en una semana con nuestros emprendimientos, porque hay más movimiento de gente. Yo siempre he participado en la Feria del Libro, de las 33 que se han hecho, yo he participado en 31 de ellas”, destacó el librero.
Huinao, quien durante muchos años mantuvo una librería física en el centro de la ciudad, se dedica ahora a promocionar sus libros por internet y a entregarlos a domicilio, cambiando una dinámica de intercambio entre vendedor y lector. Lo que sí no ha cambiado es su participación en el evento local, que advierte que es el mejor de la región y uno de los mejores del norte.
“No participé en la tercera Feria del Libro porque se organizó en abril, y en esa fecha promocionaba yo los libros en los colegios desde marzo, así que me complicaba. Pero he participado en todas las demás”, recordó.
Consultado acerca de la diferencia entre las ferias anteriores y las más modernas, Huinao destacó que un contraste interesante es el que tiene que ver con el trato y el espíritu del comité organizador en las diferentes épocas de la cita.
“Antes me parece que todo era más humano, los organizadores se acercaban más a los expositores, nos invitaban a las presentaciones, incluso al final hacían una cena y un brindis para quienes exponíamos, había más empatía por parte de los organizadores, nos daban hasta un diploma de reconocimiento por participar. Ahora parece que somos simples vendedores, es todo más frío, no hay roce. Antes era más humano, más cercano, ahora todo es más frío y automático. No quedó nada de eso”, comparó el librero.
Señaló que incluso el trato de los escritores con los expositores ha cambiado, ya que antes los autores se dedicaban a recorrer los puestos y saludar a los libreros, pero que ahora sólo llegan, presentan su obra y se van.
Los de afuera
Por su parte el gerente de Publilibros, Carlos Robles, librería familiar ubicada en el Mercado de Ovalle y que consuetudinariamente participa en el evento literario local, comentó que a pesar de los inciertos momentos, las ventas han sido positvas.
“Se ha acercado mucha gente, quizás por estar en pandemia pensábamos que vendría menos gente, pero la asistencia ha sido buena. El apoyo del público de Ovalle ha sido muy bueno y los turistas que vienen de otras ciudades valoran mucho la lectura”, señala Robles.
Leyendo el silencio
Para este viernes está prevista la presentación del libro regional Silencio de Luna, del escritor ovallino Neftalí Rosso, quien junto a David Santos, abordará los poemas con los que quiere hacer reflexionar, enamorar e inquietar a los lectores.
La actividad se realizará de manera presencial en el escenario central de la Feria del Libro en la Plaza de Armas, a partir de las 15:30 horas, y será transmitida por las plataformas digitales del evento en 33flo.cl y el canal de Facebook de Ovalle Cultura.
