Hace tres años en el Liceo Bicentenario Alejandro Álvarez Jofré se inició la academia de Robótica, la cual pese a su corta trayectoria, ha participado en diversos certámenes nacionales de esa disciplina, en donde ha conseguido una destacada participación.
En el comienzo, el taller tuvo el apoyo de una empresa privada denominada NovaEduca, la cual se adjudicó la licitación para la compra de robots educativos. “Ese primer año tuvimos bastante apoyo de ellos con visitas, capacitaciones. Luego nos dejaron listo para ir andando solos”, recuerda Álex Álvarez, profesor monitor del taller de Robótica.
La iniciativa científica va en sintonía con el exitoso proyecto educativo que ha ido desarrollado el emblemático liceo, “el enfoque que tiene con el taller es que los niños aprendan otra forma de pensar, que no sea tan cuadrada como matemática, historia, lenguaje o el inglés. Sino que algo más abierto, en donde ellos aprenden a solucionar problemas por su propia experimentación”.
“La academia busca que los alumnos desarrollen habilidades en programación, mecánica, física y que además puedan resolver problemas que ellos encuentran cotidianamente”, explica.
El entusiasmo que ha despertado esta academia en ellos es bastante positivo, “incluso me buscan en los recreos para ver qué podemos hacer, cómo podemos conseguir más material”.
Exitoso paso por competiciones nacionales
El educador indica que hay un punto en particular en donde los estudiantes se han encantado rápidamente con el taller. Tiene que ver los torneos y las competencias.
El año pasado la academia fue parte de dos torneos, uno en la Universidad Santo Tomás en La Serena en donde obtuvo un segundo lugar, y otro en Santiago en dependencias de KidZania. Mientras que el 2017 participaron en una competencia nacional en la Universidad Técnica Federico Santa María.
“A nivel nacional en lo que es la Robótica está bien catalogado el liceo y la ciudad de Ovalle”, señala.
Aquello deja en evidencia las nuevas habilidades que han aprendido los alumnos y que ponen a prueba en los retos de las competencias, “además de la información o la materia que se les entrega como herramientas básicas, por ejemplo, algunos conceptos de programación, electrónica y mecánica, ellos tienen que superar problemas o desafíos”.
En dichas competencias se les ha indicado lo que tienen que programar y lo hacen de inmediato y sin mayores dubitaciones, “no nos toman en cuenta, ellos hacen todo”, menciona el profesor.
Experimentación y solución de problemas
Actualmente en dependencias del liceo se está implementando un ecoparque en donde habrá un pequeño invernadero, el cual será el trabajo central que se desarrollará este año en la academia de Robótica. “Como desafío le planteé a los estudiantes que tienen que empezar a pensar en cómo automatizar ese invernadero, en lo que se refiere a tomar de muestra de temperatura, de humedad, abrir y cerrar las ventilas y el riego. Con lo que saben de robótica, que son las programaciones básicas, deben descubrir y desarrollar ese proceso”.
De esa forma los miembros del taller (alumnos desde séptimo básico a cuarto medio), pondrán sus conocimientos y habilidades a disposición de este nuevo punto de investigación del liceo.
Pero eso no es todo, ya que también se han ido acercando al tema del reciclaje, “el año pasado les motivó mucho eso, lo estaban viendo con esa otra academia. Abordaron el tema de la basura tecnológica trayendo impresoras, televisores, radios, de los cuales además de reciclar el plástico y separarlo de las partes metálicas, los alumnos reutilizaron los motores, los cables, los conectores. Así hicimos una mezcla entre las academias de Reciclaje y la de Robótica”, concluye el educador.
