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Una amena conversación de dos testigos excepcionales

 

-Psst! Arturo… ¿viste lo que ocurrió la semana pasada?

-¿Lo del desfile por el aniversario de Ovalle?

-Si

-Claro que lo vi Bernardo. Cómo no lo voy a ver si no me puedo mover de acá.

-Si bueno, pero me refiero a si viste el detalle de lo que ocurrió antes del desfile

-¿Con el chico? ¿Con Chechito?

-Sí. Llegó como siempre a las actividades públicas pidiendo apoyo.

-Si. Es una lástima que ese joven no reciba todo el apoyo que merece alguien en su condición.

-Es difícil, porque los tratamientos son muy costosos y su familia no tiene todos los recursos que se necesitan.

-Pero no es sólo su familia. Las instituciones que deben hacerse cargo no terminan de actuar, siempre esperan a que pase algo muy contundente para actuar.

Unas palomas que buscan los granos que unos niños lanzan al piso, interrumpen momentáneamente la conversación. El remolino de aves que llegan atraídas por el alimento gratis se mete entre los dos interlocutores en el corazón de la Plaza de Armas y por instantes éstos deben esperar a que terminen su merienda para continuar el análisis.

-¿Tú crees que sea verdad que a Chechito le dijeron que el desfile era en su honor?

-Nooo, pero coooómo! Sabes que el desfile era por los 188 años de Ovalle

-Sí pero en el texto de la semana pasada Chechito decía que era en su honor

-Arturo tu sabes que se trató de una Crónica Ovallina, un recurso literario solamente. No era ni una noticia ni una entrevista, sólo un cuento

-Pero mucha gente se sintió confundida porque parecía real

-Claro, esa es la magia de la crónica. Esa misma sección tienen más de un año publicándola, no creo que sea necesario especificar ahora de qué se trataba. Sobre todo porque lo importante siempre es el mensaje, en ese caso sobre la inclusión y la visibilización de un problema social

-Ya! Pero yo también tuve mis dudas

En ese momento la conversación entre los dos próceres se vio nuevamente interrumpida. Un equipo de obreros instalaba unos aparatos de sonido para una actividad pública, y luego de conectarlos y probarlos, los dejaron apagados hasta cuando llegara la hora de la actividad. Una vez se fueron, se reanudó la plática.

-En realidad el mensaje siempre será más importante. Sobre todo uno que habla sobre darle visibilidad a los más vulnerables.

-Correcto. Muchos consideran que “ellos” son culpables y no se dan cuenta que simplemente son víctimas de una situación.

-Creo que debemos hacer un poco más para solucionar esos problemas

-¿Y cómo vamos a hacer? Si ya nuestro tiempo se pasó

-No sé, quizás llamado más la atención sobre los dramas sociales

- Por cierto ¿Cómo es eso de que tú tuviste tus dudas con el artículo? Si nosotros mismos hemos salido publicados en esas ‘Crónicas Ovallinas’

-Sí, es verdad. Y eso que somos dos estatuas en la Plaza de Armas. Cómo podrá creer alguien que dos estatuas conversan abiertamente…

-Bueno, que lo crean o no, ya no es nuestro problema, la gente creerá lo que quiera creer. Igual nosotros seguiremos acá vigilando y conversando sobre las cosas que veamos.

-Correcto. No importa si creen que las estatuas hablan, nosotros seguiremos hablando.

 

 

 

 

 

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