El fútbol dejó –hace rato- de ser un deporte exclusivo para hombres, por lo que las muchachas piden el mismo apoyo. (Foto: Rodolfo Pizarro)
En diciembre del 2017, el CSD Ovalle femenino se convirtió en campeón regional de fútbol en Coquimbo. (Foto: Cedida)
Son cerca de 15 clubes de fútbol femenino los que existen en la zona en la actualidad. (Foto: Rodolfo Pizarro)
Desde este miércoles la región vive la fiesta del fútbol femenino, a través de la Copa América 2018. Chile es sede por primera vez del certamen subcontinental que reúne a los diez países miembros de la Conmebol y tendrá a Coquimbo y La Serena como sedes del torneo.
Una fiesta a la que estuvo invitada la ciudad de Ovalle, pero que el Comité Organizador Local del certamen determinó que el campo de juego no estaba en aptas condiciones para recibir a las selecciones.
“Creo que cuando vino a jugar Chile ante Argentina y Brasil, varios equipo se reactivaron, fue una motivación y es una motivación verlas jugar, ya que varias juegan en el extranjero”, dice Ruth Pizarro, quien entrena fútbol constantemente.
Pese a esto, muchas jugadoras de fútbol de la zona ven a este certamen como un nuevo impulso a la actividad, un empujón para que mujeres se dediquen constantemente al fútbol y que no solo sea un pasatiempo de vez en cuando.
En Ovalle y en la provincia de Limarí la práctica futbolística femenina va en aumento. Ya en la actualidad son cerca de 15 clubes que compiten en diversos torneos amistosos. En Ovalle y sus localidades rurales, Punitaqui o Monte Patria se originaron equipos, donde el balón acariciado por féminas es más fuerte que cualquier otra cosa.
El Club Social y Deportivo Ovalle (CSD Ovalle) es un ejemplo de lo anterior. La rama femenina de la institución compite desde comienzos del 2017 con ese nombre, pero que varias jugadoras y el técnico ya venían con un pasado en Deportes Ovalle. La institución se levanta como el club más potente de la provincia, debido a su constante actividad y entrenamientos periódicos semanales.
“Nosotros queremos dejar bien puesto el nombre de Ovalle, formando la rama femenina del CSD Ovalle. Eso nos pone felices, ya que hemos salido victoriosos en varios campeonatos y partidos del campeonato regional. Se nota que hay un trabajo bueno y que hay equipo para representar a la ciudad”, cuenta Alexis Araya, técnico del equipo. Araya acumula más de seis años entrenando exclusivamente a mujeres, con las cuales consiguió convertirse en campeonas del campeonato regional de fútbol que organiza el municipio de Coquimbo.
Y con las muchachas tiene sueños en grande, como por ejemplo, competir con el mismo club en el campeonato oficial de fútbol de la Anfp, representando a Ovalle a nivel nacional. Una tarea que por ahora no es tan viable, ya que deben contar con un sinnúmero de recursos económicos.
“El fútbol femenino no tiene el mismo apoyo que el fútbol de varones. Siempre va a estar un poco más relegado en el aspecto económico. Pero nosotros aquí en el CSD Ovalle nos entregan una ayuda que ni los equipos que compiten en Anfp tienen. Pero en general, el fútbol femenino no tiene una ayuda como quisiera para demostrar todo lo que tiene”, cuenta.
El equipo ovallino cuenta con varias jóvenes jugadoras que buscan en el fútbol una actividad que a futuro les permita competir en torneos grandes. Angélica Araya relata que han tenido un avance en lo futbolístico y que no es una mera entretención.
“El profesor nos ha cambiado harto en nuestro desempeño dentro de la cancha. Podemos decir que ya no somos las de antes, ahora entrenamos con mayor profesionalismo, disciplina y dedicación. Eso se vio reflejado en los campeonatos invictos que obtuvimos en el Torneo Semillero y campeonato regional”, dice.
La defensa comenta que cada vez es más frecuente ver cómo se conforman nuevos equipos con entusiastas mujeres, solo que les falta un soporte económico, donde los municipios apoyen con más fuerza su actividad.
Carola Galarza es entrenadora del Club Deportivo Unión de Coquimbo. El equipo disputó el último campeonato regional de fútbol, donde llegaron a la final y al igual que los miembros del CSD Ovalle, sostiene que la región carece de competencia femenina.
“Coquimbo no hay nada. Todo es academias o que alguien decida organizar un torneo. Pero que los municipios se la jueguen por el fútbol femenino es difícil, todavía estamos lejos. Nosotros, eso sí, participamos de un campeonato regional en Coquimbo, pero ese torneo dura los últimos cuatro meses del año. Si no tuviéramos esas invitaciones, no tendríamos actividad. No hay un avance como nos gustaría, pero vamos en camino”, critica.
La preocupación de la entrenadora es que pase lo mismo que ocurrió con el Mundial femenino sub 20 que se disputó en Coquimbo en el 2008, donde –si bien muchas mujeres se motivaron en practicar fútbol- las autoridades no apoyaron como debía esta motivación.
“El Mundial femenino sub 20 pasó y así se fue. Fue lindo mientras duró, pero se fue. Y a nivel nacional, Santiago lo tiene todo, como capital. Nosotros hemos ido a jugar algunos partidos, pero somos nosotras quienes nos costeamos nuestros pasajes. Estamos en pañales.
Será algo lindo lo que se va a ver con la Copa América, lástima que no están dando el peso que se merece. Este torneo es grande, es América quien viene a jugar acá”, cuenta.
Con todo, algunas muchachas de la provincia irán a presenciar los partidos a Coquimbo o La Serena, pero solo algunas, ya que la distancia y los costos de los traslados se encarecen. Una Copa América femenina inédita en la región, donde las protagonistas locales esperan que haya un real interés de las autoridades, porque la motivación de ellas ya está. Y sobra.
