Crédito fotografía: 
Patrick Iriarte
Esteban Iriarte creó su propio circuito para la práctica de este deporte en un terreno de su familia, cercano al Parque Nacional Fray Jorge. Desde ese sector imparte clases a niños y también ha organizado campeonatos.

Por Luciano Alday Villalobos / Ovalle

 

Desde el pueblo de Cerrillos Pobres, cerca de la entrada al Parque Nacional Fray Jorge, emerge un nuevo espacio para todos los amantes del deporte extremo. En ese sector se ubica el circuito de motocross del Rancho Iriarte.

Este espacio fue fundado en febrero del año pasado por Esteban Iriarte, un apasionado motociclista ovallino, quien desde su niñez se vio envuelto en este mundo gracias a su abuelo.

Esteban a medida que fue creciendo participó en diferentes competencias, principalmente en la zona centro y sur del país, hasta que llegó el día en que se decidió por potenciar este deporte en su comuna y región, “yo veía que el motocross estaba evolucionando muy bien, con mi familia tenemos un terreno, entonces decidí hacer mi propia pista para que los pilotos de Ovalle puedan tener un lugar donde practicar. No quiero desmerecer el fútbol, pero siento que en Ovalle le dan mucha atención, no hay que olvidar que existen otros deportes que se pueden desarrollar de igual o mejor manera, como es el motocross”, señaló Esteban Iriarte.

El piloto ovallino explica que lo más importante para practicar este deporte es la motivación, “muchos piensan que el motocross es para gente de plata, pero eso no es así, cuando uno tiene ganas y quiere mejorar no significa dinero, significa querer progresar y vivir otras experiencias”, apuntó.

 

Inculcando a pequeños

 

Una de las principales razones de Esteban para construir este circuito de motocross era motivar a nuevas generaciones a practicar este deporte. “El entrenamiento de los niños lo tuve presente desde un principio, nunca lo descarté, hay muchas pistas acá en el norte que no reciben motos de cuatro ruedas porque rompen mucho la pista, yo en cambio no tengo prioridad por una u otra categoría, todos pueden venir a practicar”, señaló.

De esta manera, cada fin de semana decenas de niños, desde los 4 hasta los 15 años, asisten a clases para aprender andar en las motos, “esa es la edad donde se le puede dar fuerte al aprendizaje del motocross”, explicó Esteban Iriarte, aunque de todas maneras agrega que “acá no va el tema de la edad, aquí van las ganas de aprender, han llegado pilotos que tienen 40 años y que quieren aprender”:

En cuanto a la implementación utilizada en estas clases de los más pequeños, Esteban dice que “nosotros teníamos motos para aprendizaje, pero la mayoría viene con sus propias motos, ya que así se acostumbran al tamaño, muchos papás al ver que ya existe una pista han apoyado a sus hijos comprándoles una moto”.

Las clases para niños son gratuitas, ya que solo se realiza un pequeño cobro para la mantención de la pista. Quienes quieran participar lo pueden hacer contactándose con las páginas de Instagram y Facebook del Rancho Iriarte Motocross.

 

Competencias

 

Con poco más de un año desde su creación, Rancho Iriarte ya ha podido organizar competencias. Durante el mes de agosto realizó dos campeonatos, los cuales no contaron con la presencia de público, pero sí con participación de más de 200 pilotos de todas partes del país.

“Tuvimos dos eventos donde la gente se fue maravillada, vino gente de Puerto Montt, de Calama, de Vallenar, en general de todo el país, eso fue muy agradable, quiero seguir viviendo todo esto, pudimos dar a conocer la región, eso quiero provocar, que la gente de afuera vea que acá hay sectores muy bonitos”, señaló Esteban Iriarte.

“Hemos creado un circuito casi a primer nivel y logrado muchas cosas en poco tiempo, siempre representando a Ovalle”, agregó el piloto ovallino.

 

Falta de apoyo

 

La mantención del circuito es lo que requiere de una mayor inversión, por esta razón Esteban Iriarte hace un llamado a las autoridades, empresarios y toda la comunidad ovallina que pueda aportar al crecimiento de este deporte y sus jóvenes practicantes.

“Se necesitan máquinas para trabajar la pista, se necesita apoyo de auspicio, acá todo sirve, no le cerramos las puertas a nadie, hay mucha gente vinculada al motocross que puede dar una mano, así que ojala todos ellos vean este proyecto como una gran avance para los niños. Con mi familia somos agricultores y económicamente la pista no nos entrega nada, por eso hacemos este llamado”, manifestó el motociclista.

Pero pese a la falta de recursos, Esteban Iriarte señala que no cesará en esta vocación, “el apoyo es bastante mínimo, pero de todas maneras yo sigo con todas las ganas de seguir avanzando en esto y apoyando a los niños”.

 

 

 

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