• Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, se refirió al futuro de la fruticultura en la zona y a las posibilidades que los cítricos tienen como alternativa productiva para los agricultores.
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CHRISTIAN ARMAZA
Los malos retornos que ha sufrido la zona generado por el derrumbe del precio de la uva de mesa y la necesidad de los productores de llevar a cabo una reconversión frutícola para recuperar su rentabilidad, así como los resguardos legales que éstos deben tomar al momento de exportar, fueron los temas principales de la actividad.

Difíciles han sido los últimos años para la agricultura de la región de Coquimbo, y más específicamente para la actividad frutícola en la Provincia del Limarí.

Y es que debido a los malos resultados de la uva de mesa de variedad Flame en el mercado de Estados Unidos – principal destino de esta especie -, producto del derrumbe del valor de su precio, tienen a cientos de productores locales en graves dificultades.

Por ello, la palabra ‘reconversión’ aparece en el horizonte como una oportunidad en el mediano y largo plazo para los agricultores de la zona, en donde los cítricos se han consolidado como uno de los cultivos más destacados a raíz de la calidad del fruto producido gracias al clima de la zona del Limarí.

Esto es justamente lo que abordó este jueves el Encuentro Frutícola Regional 2018, que se llevó a cabo en Ovalle, y que fue organizado por la Federación de Productores de Fruta de Chile, Fedefruta, ProChile y la Sociedad Agrícola del Norte, SAN.

La actividad se llevó a cabo durante todo el día, la cual se dividió en dos partes: un Taller de Exportación Directa por la mañana, en el cual se analizaron las principales herramientas para poder exportar con seguridad desde el punto de vista legal y enviar su fruta al extranjero sin intermediarios. En tanto, por la tarde se realizó el Encuentro Regional, donde el foco estuvo puesto en el desarrollo de cítricos en la zona, y cómo se pueden transforman en una alternativa para los productores locales.

TRABAJAR EN UNIDAD

La presidenta de la SAN, María Inés Figari, destacó que este seminario no es como cualquier otro, pues se hizo para debatir sobre los problemas que afectan a los productores locales, como es la caída del precio de la uva Flame y la antigüedad de las plantaciones, las cuales, por su edad, no pueden generar exportaciones de categoría Premium. 

“Nosotros somos productores, sabemos el día a día, sabemos del problema que sufrimos, y lógicamente, podemos buscar en Santiago, junto a estas otras entidades (ProChile y Fedefruta) posibles soluciones” expresa.

La presidenta de la SAN expresa la necesidad además, que la banca entregue un apoyo a la actividad agrícola, pero “entiendo lo que es la agricultura, pues este no es un negocio puntual. Es la agricultura la que tenemos que cuidar entre todos, pues este es un mundo donde participan muchas personas, pues en la cadena logística participa mucha gente. Por lo tanto, cuando le va mal al productor, le va mal a toda la cadena”.

“Nos están pasando cosas muy difíciles, por lo tanto el encuentro es ideal para poder estar más unidos que nunca” insistió.

NUEVAS POSIBILIDADES

En ese sentido, Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, señaló que ante las dificultades que se han presentado para el agro, la palabra reconversión “es la gran palabra de este seminario”, pero al mismo tiempo, aclaró que dicha reconversión “no es una palabra muy simple, pues es un polinomio que implica varias cosas”.

En una zona como la nuestra que tiene entre 12 y 14 mil hectáreas cultivadas con frutales, Valenzuela señaló que dicho proceso puede darse dentro de la misma especie que se produce, como con la propia uva de mesa por ejemplo, a través de las nuevas variedades de uva generadas por programas genéticos.

En tanto, la otra alternativa es la reconversión hacia otras especies, como son los cítricos y que en Limarí, han tenido fuerte impulso, gracias a las condiciones naturales que presenta nuestra provincia.

“Acá se están plantando fuerte las mandarinas, y sin duda que este clima es privilegiado para cualquier cosa. Yo creo que el clima de la región de Coquimbo es lejos uno de los climas mejores para la fruta, e incluso para frutales de nuez, que también pueden ser otra alternativa” señala Valenzuela. “A la reconversión es donde tenemos que apuntar. Por eso creo que hay que darles ánimo a los productores, esta región siempre ha sido de primores, de excelente calidad, gente con mucha experiencia agrícola. Aquí la cadena logística está súper integrada” agregó.

De todas formas, el dirigente gremial recordó que para ello, se debe seguir invirtiendo en mejoras tecnológicas en el área de riego y recursos hídricos. “Insistirle al gobierno de hacer mejoras en los acuíferos, en las napas, seguir invirtiendo en obras hídricas acá en la zona” señaló.

Consultado sobre el papel que puede cumplir el Estado en el proceso de reconversión, el presidente de Fedefruta, señaló que el camino pasa por impulsar una ley de fomento para ello, poniendo como ejemplo, la Ley 701 de Fomento Forestal.

“Yo creo que tenemos que buscar una ley de fomento a la reconversión frutícola, que sea moderna, porque para reconvertirse se requiere financiamiento, pero a la vez, que sea adaptable a la agricultura, no puede ser un financiamiento de banco estándar” señaló, en la misma línea de la presidenta de la SAN, María Inés Figari.

Además se deben revisar los manejos agroeconómicos, la decisión sobre qué plantar, los movimientos de suelo. “Hay una serie de factores dentro de esta medida que deberían ser mirados con el gobierno” indicó.

SIN INTERMEDIARIOS

Durante la mañana, el Taller de Exportación Directa contó con la presencia de un grupo de expertos, quienes conversaron sobre todos los aspectos que implica exportar directamente la fruta, como el financiamiento, logística, aristas legales, mercados de destino e imagen, con el fin de entregar consejos prácticos.

El objetivo de dicho taller era que los productores se enteraran sobre las herramientas más actuales con las que cuentan para desarrollar su negocio, así como las distintas formas de negociar y especialmente, los resguardos legales que deben tomar al momento de exportar.

En ese sentido, la abogada Francisca Sepúlveda advirtió que el mercado de la fruta, tanto en la provincia como en casi todo el país, “es un marcado tremendamente informal. No se firman contratos, porque es un signo de desconfianza. Todo se hace de palabra”.

Por lo mismo, la profesional señaló que para desarrollar la actividad de forma adecuada, es firmar un contrato “donde quede muy bien establecido cuales son las condiciones de ese contrato, los acuerdos, los derechos y obligaciones de cada firmante, porque el contrato nos va a permitir en un futuro, ante una eventual controversia, tener establecido y muy claro qué es lo acordado por las partes, lo que nos va a permitir también tener una solución más rápida y eficiente en definitiva”.

Al mismo tiempo, para la abogada es importante que se entienda lo que se está firmando, “que efectivamente las partes entiendan cuales son las condiciones del contrato, cuales son las obligaciones y derechos que tengo ante un eventual incumplimiento. Si no entienden algo no lo firmen, porque es muy peligroso y hay muchos importadores que son poderosos y que imponen cláusulas leoninas” expresó.

Por lo mismo, la abogada hizo un llamado a los exportadores a asesorarse legalmente con profesionales expertos en comercio internacional y de ciertos contratos específicos en este tema.

 

 

 

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