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Aunque desde todos los sectores les reconocen la beneficiosa labor, el poco aporte que han tenido para enfrentar las adversidades los hacen sentir como los últimos de la fila en cuanto al proceso productivo rural

Una sequía y una crisis hídrica suyos efectos se supone tendrían efectos transversales, aunque en realidad unos se sienten más afectados que otros.

Es la realidad de los apicultores de la provincia, y más específicamente los de la comuna de Río Hurtado, quienes de alguna manera tienen la sensación de que son el “vecino pobre de la población”, ya sea porque no han logrado acceder a todos los programas de apoyo público o porque las soluciones siempre están fuera de su alcance.

El Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, explicó este lunes que parte de los fondos asociados al decreto de Emergencia Agrícola serían para apoyar a los apicultores. Señaló que están pidiendo apoyo para el sector apícola, que consiste principalmente en proveer un programa sanitario y de alimentación de las colmenas.

Al respecto el vicepresidente del Comité Apícola de Río Hurtado, José Rivera, señaló algunos de los escollos que tienen que sortear los productores de miel y otros productos derivados, para poder estar al día con sus colmenas.

“Nuestro sector ha sido uno de los más afectados por la sequía, que es algo que no es muy fácil de manejar. Además las abejas tienen muchos enemigos que hacen que se disminuya el número de colmenas a lo largo de toda la comuna, porque aparte de que hay menos flores y menos alimentación, también nos vemos afectados por la plaga de la varroa que se puede disminuir pero no se puede eliminar”, señaló el

La varroa es un parásito que afecta el nacimiento y crecimiento de las abejas, deformando a muchas de las que logran nacer, y aunque los productos para combatirlo no son excesivamente costosos, tampoco son de fácil acceso para todos.

Señaló Rivera que otra amenaza para las colmenas tiene que ver con la enfermedad de la Loque Americana, que es tan destructiva que al detectar que una colmena es afectada con la misma, se tiene que quemar junto a todos sus insumos.

 “Nosotros como apicultores llevamos años en contacto con las autoridades, pero sentimos que somos los ‘vecinos pobres del barrio’. Las autoridades están al tanto del beneficio de la apicultura en la alimentación y producción, pero esos discursos no se materializan. A veces llegan unos bonos para paliar la alimentación, pero no es suficiente, la idea es que exista un plan de trabajo a largo plazo”, manifestó el dirigente gremial.

 

 

 

 

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Diario El Ovallino