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Roberto Rivas Suárez
Pequeños comerciantes de paquetería y otros rubros no esenciales deben mantener sus negocios cerrados a la espera de que la comuna supere la cuarentena. Acusan olvido oficial con respecto a posibles ayudas y subsidios.

El objetivo de minimizar la movilidad en el área urbana de Ovalle se ha cumplido en las últimas semanas, reduciendo, aunque no al mínimo, el tránsito de vehículos y peatones en las áreas más concurridas de la ciudad. Pero en ese intento de restringir los contactos interpersonales y reducir los contagios de Covid hay varios sectores, sobre todo económicos, que se ven afectados, entre ellos el de paquetería, ropa y productos considerados no esenciales en el marco de la Fase 1 del Plan Paso a Paso.

Con la obligación de mantener cerradas las puertas de sus comercios, han debido explorar otros caminos o simplemente esperar que la comuna supere la fase de cuarentena y avance a la etapa de transición, en la que el comercio tiene otras flexibilidades con los productos que se pueden ofrecer.

Así el escenario que se vive en las comunas en Fase 1 es de zapaterías, ventas de ropa, juguetería y paquetería con las cortinas abajo y los candados cerrados. De igual manera algunos pasaje y pasillos comerciales del centro de la ciudad.

Una de las comerciantes de la Galería La Económica, en calle Benavente y quien de alguna manera ha asumido la vocería de los arrendatarios de la zona, Yasna Mercado, señaló a El Ovallino el complejo escenario que atraviesan los comerciantes de rubros no considerados como esenciales en momentos de confinamiento total.

“Debemos cerrar la galería y están nuestros comerciantes desesperados, porque necesitan trabajar, pero obvio no podemos hacerlo con las puertas abiertas. En la Galería hay gente joven que se puede adaptar y hacer ventas por internet entregando con delívery, pero hay gente que es muy adulta y no sabe usar mucho las redes sociales, así que están atados de manos”, señaló la comerciante.

Destacó que varios de los arrendatarios del pasaje están explorando otras vías de ventas, ya sea en el propio domicilio o por entrega a despacho, pero que casi todos los más de 25 comercios son de rubros no prioritarios.

“Yo sí puedo abrir, porque yo tengo Caja Vecina, recargas, útiles de aseo y otros insumos, pero estaría yo sola y el resto de los negocios cerrados. Así que para mí no es una opción”, indicó.

Agregó que no han tenido contacto con representantes de organismos del Estado que les puedan ofrecer algún tipo de incentivo o apoyo económico.

A la deriva

En tanto, Amelia Rojas,  propietaria de la Juguetería Armando, ubicada en Calle Benavente, señaló que se han visto con pocas posibilidades con respecto a enfrentar la pandemia.

“Nosotros no tenemos muchas opciones para poder trabajar, igual tenemos que pagar arriendo, los gastos de luz y agua. Así que estamos esperanzados en que ojalá la gente se pueda portar mejor para poder abrir. La última cuarentena fue de seis semanas, así que imagínese que esta situación nos afecta mucho, porque uno tiene sus compromisos”, destacó Rojas. ´

Agregó que en su comercio no cuentan con ningún tipo de beneficios del Estado que les ayude a sortear las pocas o nulas ventas que puedan tener en los próximos días.

“Por el momento no hemos podido acceder a ningún apoyo. Nos han dejado a la deriva, y así como nosotros hay muchísimos comerciantes que nos han dejado sin bonos, porque por esas ‘letras chicas’ uno no califica para recibir un apoyo del gobierno. Así que nos toca solamente atenernos a las circunstancias”, apuntó a comerciante.

Agregó que si bien las semanas en las que la comuna estuvo en fase 2 y fase 3 no fueron las más atractivas comercialmente, al menos con ellas pudieron guardar algo de sus ventas para estos momentos difíciles, a la espera siempre de que el avance a la fase de transición sea más rápida que en ocasiones anteriores.

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Diario El Ovallino