• El actual presidente del Consejo Regional Campesino, Patricio Hevia, identifica al agua y a la falta de una política de desarrollo rural como los desafíos a enfrentar por el mundo rural y las autoridades.
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Christian Armaza
Crítico con las políticas públicas que se han aplicado durante los últimos años en el mundo agrícola, el actual mandamás de esta organización que agrupa a miles de campesinos de la región, enumera las deudas que a su juicio, aún quedan por cerrar con la pequeña agricultura, como la propiedad del agua, participación y la aplicación definitiva de un plan de desarrollo rural.

Fue quizás el discurso más crítico que se escuchó este viernes, en el acto de celebración por el Día del Campesino, que se desarrolló en la comuna de Punitaqui.

Y es que más allá de los discursos protocolares, para Patricio Hevia Rojas, actual presidente del Consejo Regional Campesino, organización que agrupa en su seno a cientos de campesinos, comuneros, crianceros y otros actores del mundo rural de las tres provincias de la región, las deudas con la agricultura familiar campesina son aún tan grandes, como para estar satisfechos.

En primer lugar, particular molestia le genera la desigualdad entre este sector y la gran agricultura comercial en cuanto el acceso a ciertos beneficios y ayudas de las que éstos disponen en detrimento del pequeño agricultor. En ese sentido, Hevia apunta directamente a las políticas de Estado aplicadas estos últimos años, en donde han quedado marginados varios grupos de campesinos que no son, por ejemplo, usuarios de servicios públicos como el INDAP.

“Normalmente ponemos nuestros temas en agenda, lo que ya nos cuesta mucho hacerlo. Las autoridades reaccionan, y resulta que después los beneficiarios son otros. Esa es una constante que se ha venido dando desde hace mucho tiempo” explica.

En ese sentido, este dirigente defiende lo que algunos llaman – despectivamente a juicio de él – el “cuentapropismo”, lo que para Hevia se traduce en “una persona que toma sus propias decisiones, que quiere trabajar en su terreno, no para un jefe sino para él mismo, que es jefe y trabajador a la vez, junto a su familia. Ese tipo de trabajador es el que encontramos en el campo y en la pirquinería, y en el turismo rural y en la pesca artesanal, sectores que no son apoyados. Se dice que son apoyados, pero si uno ve los grandes recursos que se entregan, por ejemplo a través de la Comisión Nacional de Riego, a estas personas le llegan muy poquito”.

“Nosotros peleamos porque a ese ‘cuentapropismo’ se le den las oportunidades para poder desarrollarse. Y eso es lo que no pasa” agrega.

EL CONFLICTO POR EL AGUA

Siguiendo en esa misma línea, Patricio Hevia asegura que hoy el principal conflicto que enfrenta el mundo campesino de la región tiene que ver con el agua, en cuanto a su propiedad como su disponibilidad para desarrollar agricultura.

En ese sentido, este dirigente grafica la situación entregando datos: “En la región, las comunidades agrícolas son dueñas de un 25% del territorio, pero tienen menos del 1% del agua. Entonces ¿cómo se puede hacer de esa forma agricultura?” reclama.

Para Hevia, este el resultado de los cambios que se originaron durante el régimen militar y que cambiaron el sentido de lo que proponía la Reforma Agraria, cuya promulgación precisamente dio origen a la conmemoración del Día del Campesino

“Cuando la Reforma Agraria le entregó tierras al campesino, estas tierras estaban amarradas con el agua, pues se consideraba una sola cosa. Y cuando llega el gobierno militar, separó la tierra del agua. Entonces los empresarios empezaron a inscribir esos derechos de agua muy rápido, pues así se mandataba, y a los campesinos ni siquiera se les informó. Y cuando fueron a inscribirla ya no quedaba, y por lo tanto quedamos con grandes extensiones de tierra, pero sin agua”.

En ese sentido, el dirigente critica a los gobiernos que asumieron el poder tras el retorno de la democracia en 1990, pues ninguno señala, ha sido capaz de cambiar esta situación y establecer una política de justicia y equidad en beneficio del pequeño campesino.

“La presidenta (Bachelet) dijo que no quería modificaciones al código de aguas, sino un nuevo código de aguas y eso es lo que acordamos en un encuentro. Pero después vemos que sólo se hacen pequeñas modificaciones, y no le devuelven el agua que les quitaron a los campesinos. Ante eso, propusimos que las aguas lluvia sean embalsadas, porque el agua de los otros embalses ya tienen dueño, y nunca le van a llegar al campesino” señaló.

TRABAJO MANCOMUNADO PARA SALIR ADELANTE

Ante el panorama que hoy vive la pequeña agricultura familiar campesina, Patricio Hevia es claro: “El mundo rural sigue desprotegido porque no se ha hecho una política para ellos” sentencia.

Precisamente, bajo ese prisma relata, se creó el Consejo Regional Campesino, organización única en su tipo a nivel nacional, y que en 2011, a partir de su propia iniciativa, elaboró un Plan Regional de Desarrollo Rural, que fue aceptado y aprobado durante el primer gobierno del Presidente Piñera, pero que durante la segunda administración de la Presidenta Michelle Bachelet, fue descartado, prometiendo que se iba a elaborar otro, lo que nunca ocurrió.

En ese sentido, consideró positivo que la región de Coquimbo fuese incluida como “región piloto” en la implementación del denominado Plan Nacional de Desarrollo Rural y Agrícola propuesto por el actual gobierno. “Con eso reconocen el trabajo que se ha hecho acá, porque nosotros tenemos una política de desarrollo rural desde 2011, y somos la única región del país que tiene algo así” comenta.

En ese contexto, Patricio Hevia conminó a sus pares a seguir trabajando, pero en conjunto, tal como se ha venido haciendo hasta ahora.

Por lo mismo, la agrupación se prepara ya para renovar próximamente su actual directiva. Una vez concluido ese proceso interno, el consejo pretende seguir trabajando con el Ejecutivo en dos áreas: el ya nombrado Plan de Desarrollo Rural, e impulsar que el área productiva se enfoque principalmente en la pequeña agricultura que ha quedado marginada de las ayudas y políticas implementadas por el Estado.

“Esa ha sido nuestra principal tarea como consejo campesino. Primero, mostrar un camino entre todos los dirigentes, soñar la realidad que queríamos, y después organizarnos para concretar ese sueño. Nosotros decimos que tenemos que estar juntos, trabajar en unidad; los agricultores, los crianceros, los indígenas, los pescadores artesanales. Todos queremos y debemos levantarnos. Tenemos que seguir trabajando juntos para que no nos sigan poniendo el pie encima” señala. 

 

 

 

 

UN AMARGO RECUERDO

Durante el discurso que Patricio Hevia dio en el acto por el Día del Campesino, el dirigente recordó un hecho ocurrido en 2013, durante la primera administración del Presidente Piñera, cuando el entonces director nacional de INDAP y actual presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Ricardo Ariztía, acusó públicamente – sin dar nombres ni apellidos- a un grupo de 104 dirigentes campesinos de “apropiarse indebidamente” de 703 millones de pesos destinados a los programas PRODESAL y PADIS.

Sin embargo, dichas acusaciones, tras ser revisadas por el propio INDAP regional y por la Contraloría en dos informes, fueron desechadas, lo que motivó a los dirigentes inculpados a solicitar la renuncia de Ariztía y exigir disculpas públicas.

En ese sentido, a 5 años del incidente, Patricio Hevia lamenta que hasta el día de hoy, nadie haya dicho nada, pues con esas acusaciones se afectó la honra y dignidad de los campesinos.

“Al campesino se le denigró en lo que más valoriza: la credibilidad. Nosotros no llegamos al Consejo Regional Campesino por compra de acciones como los grandes empresarios, sino que llegamos por credibilidad, y eso se atacó: la credibilidad de los dirigentes” señaló.

“Nos pusieron un director nacional del INDAP que era representante de los grandes empresarios. (…) ¿Qué dice ahora la intendenta? Que en el gobierno anterior (del Presidente Piñera) se aprobó la Política de Desarrollo Rural, una política que nosotros elaboramos. Y eso está bien. Pero ¿por qué no dicen también que en ese tiempo se denigró a todos los dirigentes campesinos al acusarlos de ladrones? ¿Por qué no dicen algo sobre eso? Porque todo eso pasó durante ese gobierno. Y aquí, la verdad hay que decirla completa” afirmó.

 

 

 

 

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