Chistian Armaza
José Ignacio Pinochet, subsecretario de Agricultura, estuvo este martes en la Región de Coquimbo para cumplir con una serie de actividades con agricultores de la comuna de Paihuano, así como recorrer el banco de semillas que INIA tiene en el valle del Elqui.
Más allá de las actividades acordadas sin embargo, la autoridad tuvo la oportunidad de referirse a la contingencia, la cual, marcada por la pandemia del coronavirus, ha afectado a todas las actividades económicas por igual, el agro incluido.
En ese sentido, se mostró preocupado por aquellos agricultores que, ante las dificultades financieras, han intentado acceder a los créditos Fogape pero han sido rechazados por la banca.
Pero no sólo el coronavirus. También la sequía sigue siendo una realidad que sigue golpeando de lleno al agro regional, aunque las últimas lluvias han ayudado en algo a despejar el temor que existía a principios de 2020 de que este año fuera igual o más seco que el anterior.
“Sin duda que ha sido un respiro estas benditas lluvias que hemos tenido en este invierno, pues le han permitido a la región disminuir su déficit de lluvias. Teníamos un déficit del 70% y bajamos al 30%, y los embalses de la región están con más de un 50% de capacidad”, señaló el subsecretario Pinochet.
Pese a ello, reconoció, “la agricultura chilena está, como todo el país, pasando momentos difíciles, apretando los dientes, trabajando duro porque sabemos que vienen tiempos difíciles para nuestra economía y a nivel mundial también”.
En ese sentido, para enfrentar la pandemia, el gobierno debió recientemente, reasignar una serie de recursos de diversas carteras, incluida la cartera de Agricultura. ¿Cómo han afectado esos recortes al quehacer del ministerio?
“Hemos hecho un esfuerzo bien grande. El presupuesto completo del ministerio ha tenido una reducción este año. Hemos hecho un esfuerzo de casi el 8% para que estos sean redirigidos a la atención de Salud como a las medidas de reactivación.
Ha sido una tarea muy grande, pero en todo el país vamos a tener que hacer sacrificios y esfuerzos adicionales en este año y probablemente en 1 o 2 más. Y la agricultura tiene que ser parte de la solución y no del problema”.
¿Pero cómo esos recortes están afectando la implementación y desarrollo de los programas que en este momento tiene el ministerio a su haber?
“No, nosotros estamos haciendo un esfuerzo para que ninguna persona que tenga beneficios y que recibe ayuda económica directa, que recibe aportes de tecnología, de asistencia técnica o monetaria, salga de estos programas.
Además, estamos haciendo todo lo posible para no prescindir del capital humano que forma parte del ministerio y de nuestros servicios, por lo tanto este esfuerzo lo estamos haciendo apretándonos el cinturón”.
¿Qué acciones está llevando a cabo el ministerio para ayudar a aquellos agricultores que, producto de la pandemia, han debido postular al crédito Fogape, y sin embrago, han sido rechazados?
“Hay un problema que es real, y que de hecho, se nos muestra en las estadísticas, de que hay muchos agricultores que ni siquiera han llegado a solicitar el crédito, porque muchas veces los bancos no les dan cabida.
Por eso mismo, hemos estado trabajando con los más altos ejecutivos del Banco Estado por ejemplo, precisamente para pedir un cambio, una mejora en el tratamiento con nuestros agricultores. También tuvimos una instancia en el mes de mayo en que se estableció una coordinación directa entre nuestros seremis en cada región del país y las jefaturas regionales de Banco Estado, el cual, se acordó además, como un mecanismo permanente.
Nuestros seremis hoy, están canalizando las demandas y quejas de los agricultores que no sienten que han tenido la respuesta que necesitan, y en algunos casos, nosotros sí podemos marcar algunas diferencias, ya sea a través del seremi respectivo de la región, o que el tema lo levantemos a nivel del ministerio y lo conversemos en Santiago”.
-¿La banca no entiende cómo funciona la actividad agrícola?
“Muchas veces nos cuesta que entiendan los ciclos de la agricultura, pero se viene trabajando desde el comienzo por parte del gobierno para cambiar eso, y por ejemplo, el Banco Estado ha incluido muchos ingenieros agrónomos en varias regiones del país, en la parte de análisis de riesgo, los cuales son altamente conocedores de cómo funciona la actividad agrícola.
Por lo tanto, nosotros esperamos mucho más de Banco Estado, y por eso queremos exigir al sistema el mayor de los esfuerzos y de hecho, nos ponemos también nosotros como intermediarios para escuchar cuando los agricultores sientan que no están siendo escuchados al momento de acceder a los créditos.Confiamos que todavía sea posible abrir más puertas para ellos, porque nosotros no estamos satisfechos con lo que se ha hecho a nivel crediticio y del Fogape en la agricultura. Ahora queremos más, y por eso estamos tratando de ser parte de la solución”.
