• Cerca de 400 millones de metros cúbicos de agua embalsada contiene hoy el embalse La Paloma, más del 50% del total de su capacidad.
Las proyecciones, realizadas por el laboratorio PROMMRA de la Universidad de La Serena, a partir de modelaciones registradas por la DGA, evidencian flujos de agua superiores a los de la pasada temporada.

Optimistas son las proyecciones del panorama hídrico regional y provincial para la próxima temporada agrícola 2017-2018.Así lo manifiestan las cifras presentadas por el primer pronóstico de caudales a nivel regional, elaborado por el Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales, PROMMRA, de la Universidad de La Serena, números que fueron ratificados por su director, el ingeniero agrónomo, Pablo Álvarez, al momento de dar a conocer los datos.“Desde el punto de vista hídrico, en comparación con la temporada pasada, estamos claramente en una mejor condición” aseguró Álvarez, quien aseguró que, dadas las cifras entregadas por la Dirección General de Aguas, DGA, hasta el pasado 13 de mayo – cuando se desarrollaban los eventos de las lluvias en la zona – el pronóstico en las tres cuencas de la región, arroja una situación relativamente parecida a la existente el año pasado. “Si no lloviera más, la situación de generación de caudales de esta temporada que recién está iniciando, iguala a la condición total del año pasado” afirmó el director de PROMMRA. Dichos pronósticos se originan, explica el profesional, a partir de la modelación de datos “en un escenario basal” donde se estima que ya no habría más lluvias hasta el fin de la próxima temporada agrícola (abril 2018), estableciendo así, un piso mínimo, generando tres escenarios distintos: uno pesimista, otro escenario moderado, y otro optimista. En ese sentido y en base a dichos modelos, el académico Pablo Álvarez concluye que los resultados del “pronóstico Base” demostrarían una situación relativamente semejante a la del año pasado.“Al inicio de este invierno, ya con los datos de precipitaciones registrados hasta el 13 de mayo, la situación de generación de caudales iguala, si no lloviera más, a la condición de la temporada pasada (mayo 2016 - abril 2017)”, afirma, condición que el ingeniero agrónomo le atribuye a la actual situación de los embalses y de los ríos. “Los embalses estaban en mejores condiciones y, en el fondo, en los ríos había más agua, por eso la situación de esta temporada que se está iniciando, va a ser mejor que la del año anterior, porque al inicio del invierno ya estamos, a lo menos, en una condición similar a la del año pasado” sostiene.

EMBALSES AL TOPE

Respecto a la situación hídrica de los principales espejos de agua que se ubican en la provincia, el académico Pablo Álvarez la califica de “positiva”, pues el nivel de agua embalsada que hoy presentan los tranques no se registraba desde hacía casi una década. “Desde ese año en adelante (2010) hubo una disminución permanente durante la sequía, pero hoy están retomando valores que hacía mucho tiempo no tenían”, señaló, ante lo cual agregó que es previsible que dichos registros se mantengan, reteniendo más agua, en especial, durante el periodo de derretimiento de las nieves de la alta cordillera, hasta el punto de alcanzar su cota máxima y rebalsar, como podría ocurrir hoy de hecho, con el embalse Cogotí, y posteriormente, con el Recoleta. No obstante, con el embalse La Paloma, la situación es algo distinta. “En el caso de La Paloma aún es muy temprano para realizar un pronóstico, ya que aún faltan meses con importantes precipitaciones”, explica Álvarez. “El rebose de los embalses tendría un efecto positivo en términos de la recarga de los acuíferos y de la recuperación de la humedad en el área de expansión y divagación de los ríos, lo que es muy bueno, porque esa es una reserva importante para periodos más complicados de abastecimiento”, sostuvo el director del Laboratorio PROMMRA. 

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