Esta escuela fundada el año 1949, hoy acoge a 92 estudiantes. Uno de sus sellos es la integración con la comunidad local y el potenciamiento de los intereses y habilidades de los alumnos.

Es jueves por la tarde y una entretenida actividad se ha tomado la cancha de la Escuela Elvira Ochoa Avilés de Lagunilla. Se trata de una clínica deportiva traída por segunda vez por el Departamento de Deporte y Recreación del municipio local que congrega a los estudiantes.

La iniciativa da cuenta de una de las acciones de mejoramiento educativo. “Buscamos potenciar los intereses y habilidades de nuestros alumnos. Por ejemplo la parte deportiva. Estas instancias dan la posibilidad de desarrollar valores, trabajo en equipo”, explica Laura Gutiérrez, docente encargada de la escuela.

“No estamos sólo enfocados en desarrollar la parte cognitiva, sino que también, la parte afectiva y motriz”, asevera.

LA MÚSICA: UNA PROTAGONISTA

“Estamos tratando de continuar y mejorar las acciones que ya emprendimos en año anteriores. Tenemos un plan de mejoramiento educativo que consta de varias acciones y algunas de ellas ya tienen trayectoria” señala la docente, poniendo como ejemplo, que, desde el año 2012 “tenemos una banda de inicio que no es la típica banda de guerra, sino que es una instrumental, nuestros niños tocan instrumentos como saxofón, barítono. Queremos diversificar eso y empezamos desde ahora con alumnos pequeñitos y desde segundo básico los niños ya están con instrumentos de percusión como xilófonos, triángulos. Estamos buscando consolidar esta iniciativa” afirma. 

Por ese motivo es que en el futuro esperan poder seguir albergando encuentros musicales. “El año pasado hicimos nuestro primer encuentro de bandas en Lagunillas. Con la nuestra hemos participado afuera, salimos a distintas escuelas a presentarnos y también hemos sido invitados en dos años consecutivos en el Teatro Municipal por el Colegio de Artes. El año pasado fue nuestra primera vez acá, en donde nosotros invitamos a orquestas de inicio. Este año queremos repetirlo, uno de nuestros sellos tiene que ver con la parte folclórica  y musical”.

CONEXIÓN CON LA COMUNIDAD LOCAL

En cuanto a otros sellos educativos, el segundo eje tiene que ver con “generar este sentido de pertenencia de nuestros estudiantes con la comunidad local. Para eso tenemos otras actividades que tenemos durante el año, que es cuando nos relacionamos directamente con ellos. Hay una instancia en el año en donde recibimos el apoyo de un grupo de ex alumnos que trabajan en Chuquicamata. Se trata de un club deportivo que por ya 15 años nos apoya”. 

La profesora prosigue afirmando que “nuestro gran objetivo es que ellos nos apoyen, trabajen junto con nosotros. Tuvimos nuestra primera reunión general y esa fue la invitación; a participar, a que se sientan orgullosos de la escuela, a que vean que estamos haciendo más actividades. Deseamos, anhelamos que se establezca esa conexión, esos puentes con ellos, además con las juntas de vecinos, con distintas entidades para trabajar, porque al final la escuela es de la comunidad”, afirma.

TEMA PEDAGÓGICO

Una de las estrategias que se desarrollan al interior del aula,es una muy particular. “Tenemos una acción que la llevamos desarrollando por aproximadamente unos seis años. Consiste en invitar a los padres y apoderados a participar a las clases con el propósito de acercarlos al proceso formativo y académico de sus hijos y de establecer un compromiso”.

Sobre los resultados de esa experiencia, han sido bastante positivos, pues comenta que “los apoderados han entendido cuál es realmente la misión de ellos y cómo pueden apoyar porque a veces hay contenidos que son difíciles de entender. Siempre necesitan ese apoyo, creo que los acercó a la posición del docente”.

ESENCIA DE LA ESCUELA

Hoy en día esa comunidad escolar tiene entre sus filas a una estudiante boliviana y a uno haitiano, “la acogida de los niños fue positiva”, comenta la profesora, lo que da cuenta de un sentido de inclusión que prevalece entre todos los estudiantes. Sobre el espíritu de la escuela, considera que “es de solidaridad, de una muy grande, cuando hay alguien en aprietos  o dificultades todos apoyan. Ese es uno de los valores fundamentales. Además son muy participativos”.

DESAFÍOS

Acerca de la meta de la Escuela Elvira Ochoa Avilés, puntualiza que el objetivo “es perfeccionar y consolidar nuestro trabajo en equipo. Cuando asumí el año pasado conté con el apoyo de mis colegas porque yo era una profesora más que se hizo cargo de la escuela. El trabajo en equipo que se logró nos trajo muchos triunfos y satisfacciones, se tradujo en resultados positivos”, afirma la docente.

En materia pedagógica por su parte, explicó que “la idea es optar a un perfeccionamiento de afuera porque el apoyo es interno, aunque igual pertenecemos a una red de mejoramiento donde compartimos con otras escuelas esas experiencias exitosas”.

 

 

 

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