• Paz Bustamante Valenzuela y Esteban Acuña atienden en el Hospital de Ovalle, son urólogos ambos, y acaban de regresar de una especialización de seis meses en España y Francia
Esteban y Paz tiene más de diez años residenciados en Ovalle ejerciendo la medicina en el Hospital. Acaban de regresar de una especialización, por cuenta propia, en España.

No nacieron en Ovalle. Son del sur y llegaron ya unidos en matrimonio, pero el magnetismo de la ciudad los atrapó y no los soltó. Son médicos ambos. Urólogos para ser más específicos. Ella en la parte de pediatría, él en endourología.

Paz Bustamante Valenzuela y Esteban Acuña atienden en el Hospital de Ovalle, y acaban de regresar de España donde estuvieron los últimos seis meses actualizándose, por iniciativa propia, cada uno en su especialización.

Paz explica que llegar a estudiar en el Hospital La Paz de Madrid no es una tarea sencilla, les costó dos años y medio de trámites lograr los cupos –que coincidieran las fechas para ambos, ya que iban a áreas diferentes- lograr los permisos de ingreso del Ministerio de Sanidad Español, los permisos de salida acá en Chile y completar toda la serie de requisitos necesarios para participar en la especialización práctica ella en urología pediátrica, y él en endourología. Pero el que persevera alcanza.

Una meta cumplida

“Siempre me gustó la patología, y siempre me atrajo esa área”, explica la única uróloga pediatra de la IV Región.

Consultada sobre si hay muchos casos de niños con enfermedades renales que ameriten su diagnóstico en Ovalle, explica que muchos de los pacientes antes requerían ser trasladados a Coquimbo o Santiago y ahora eso es cada vez menor.  “En este hospital actualmente se pueden hacer casi todas las operaciones, la gran mayoría. No tenemos que esperar a que esté listo el nuevo, muchas de las operaciones ya las estábamos haciendo, aunque una vez terminado el nuevo se va a ampliar más la cartera, porque nos dará la posibilidad de hacer más intervenciones. Uno de los proyectos es que de La Serena y Coquimbo se puedan derivar a Ovalle”.

Revela que el diagnóstico ha mejorado mucho en los últimos20 años. Y cada vez se ha empezado a diagnosticar con más certeza y más anticipación, tanto, que ahora gracias a las ecografías es posible detectar si una anomalía urológica incluso antes del nacimiento. “Desde que se empezó a diagnosticar temprano, Lo hemos reducido el número de pacientes que llegan al grado renal grave”.

Menos invasivo

Esteban por su parte culminó la parte práctica de una especialización en endourología, con el objetivo claro de aplicar los conocimientos que obtuvo en España y Francia a sus más de 150 pacientes anuales que requieren una intervención.

“Estuve en España y dos semanas en París junto al mejor endourólogo del mundo, con quien pudimos compartir en pabellón,  operando, hacerle algunas preguntas, tomar muchos trucos nos ayudó muchísimo. Claro tienen más experiencia  quienes tienen mayor volumen de pacientes y mejores herramientas, ya que aquí son menos, pero tenemos que hacer lo mismo, con recursos más limitados”.

Explica eso sí, que en estos momentos el único laser para cálculos es el que está en Ovalle.

“Hemos desarrollado una técnica con mejores resultados, mejor confort al paciente, menos invasiva. Los casos más complejos son aquellos de cálculos coraliformes, en los que las vías urinarias son más estrechas, y hemos tenido que hacer accesos percutáneos. Pero desde hace cuatro años tenemos los equipos y tenemos tecnología de punta para hacer las intervenciones con láser”.

En La Perla

Confiesan que desde otros hospitales les ofrecieron pagar todos los estudios, con la condición de que se fueran con ellos. “Pero nosotros no quisimos. Hasta tuvimos que coordinar para que nuestros hijos pudieran quedar en el mismo curso y no tuvieran problemas de estudio. Hasta eso pesó en la decisión de quedarnos”.

 

 

 

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