• La comunión y la bendición de los ramos son una tradición que no se pierde
  • El vía crucis se realizará en diversas zonas de nuestra provincia este fin de semana.
  • Los fieles participan activamente en las ceremonias
Semana Santa 2018 Durante la jornada de ayer se realizó el Domingo de Ramos, antesala de lo que será una de las semanas más cargadas de significado para el mundo católico.

El mundo católico se prepara para las diversas actividades y ceremonias que darán vida a lo que será Semana Santa 2018. Nuestra provincia no se queda atrás, ya que los feligreses y las distintas parroquias alistan detalles para los días de recogimiento que se avecinan.

Respecto a esta importante fecha, el padre Jorge Arancibia, vicario del Limarí, explicó, “como se acostumbra todos los años, cada uno de los párrocos, las parroquias, las capillas, la gente, se prepara con mucha antelación. En total son 40 días de preparación para celebrar las fiestas pascuales. Dándole así la alabanza y la gloria a Dios para que cada uno de nosotros sepa que es el Señor el que ha dado la vida por nosotros”.

El Viernes Santo es una de las jornadas más cargadas de significado. Sobre las ceremonias como el vía crucis, el religioso comenta,  “se hace con mucho fervor, con mucho respeto al Señor. Concurre mucha gente. Ese día es uno de silencio, de meditación, de entrar dentro de uno y ver cómo estamos, lo que es algo que se ha perdido bastante en todo el mundo, no solamente en Chile”.

Al día siguiente se realiza el Sábado Santo para concluir con el Domingo Santo. “Durante el sábado nos preparamos para la gran fiesta que es la vigilia pascual, en donde celebramos el triunfo de la vida sobre la muerte, Cristo ha resucitado. Ahí aparece todo el color, los cantos, la alegría porque todos hemos tenido experiencias de muerte y resurrección no solamente físicas, sino que también espiritual”, afirma.

Acerca de la reflexión para estos días, Arancibia puntualiza, “creo que la familia está muy deteriorada porque ha sacado a Dios de sus vidas. La gente de repente se queda en sus casas viendo La Pasión de Cristo,  Jesús de Nazaret o lo que dan en televisión. Pero hay que ir un poquito más allá, esas películas son bonitas, emocionan pero uno tiene que reflexionar ‘qué está pasando en mi vida’, si uno tiene rencor, no es capaz de perdonar, por qué el Señor no me ayuda. Creo que hay que reflexionar sobre la propia vida”.

Finalmente concluye, “Jesucristo a nosotros nos ama y ha dado la vida por todos nosotros, no hay excepción de hombre o mujer por el que él ha dado la vida. Reflexionar sobre la propia vida, sobre lo que uno está haciendo desde la fe o si es que se ama al Señor “.

Para el vicario lo importante es poder analizar de manera más profunda, “hay que entrar dentro de uno, mirar a los hijos, qué les estoy entregando, qué valores, qué amor. Hay que reflexionar sobre la vida, la existencia, la familia, los hijos, el matrimonio, la convivencia, cómo se está viviendo, cómo es el compromiso real con el otro o se está preocupado que a uno lo hagan feliz y no se hace feliz a nadie. El cristianismo es precisamente lo contrario, es el ‘tú’, no el ‘yo’”.

Por su parte el monseñor René Rebolledo sostuvo, “llamamos en la Iglesia a estos días Semana Santa o la Semana Grande. En el corazón de ellos celebramos el Triduo Pascual, desde la Misa de la Cena del Señor hasta la de resurrección. Vivimos como comunidad cristiana los acontecimientos fundamentales en la vida de nuestro Señor. En la fe son también los misterios más grandes del camino de sus discípulos misioneros”.

Rebolledo añadió, “es el amor de Dios el que estamos llamados a anunciar, compartir, testimoniar, celebrar… También en nuestros tiempos el Señor abre los corazones a la fe en Jesucristo, el Hijo único. Creer es adherir, encontrarse con Cristo, seguir tras sus huellas confesando su nombre, personal y comunitariamente, participando con gran fervor en la comunidad, Iglesia, que en sus celebraciones y múltiples actividades apostólicas lo hace presente”.

 

PARTICULARIDADES DE LA SEMANA SANTA

El domingo de resurrección recibe el nombre de “Easter”, que se relaciona con Eostre (u Ostara), Diosa de la Fertilidad que según The Dictionary of Mythology, “a veces era representada con cabeza de liebre y que poseía una liebre que vivía en la Luna y a la que le encantaban los huevos”

En teoría, la Semana Santa celebra la muerte y resurrección de Cristo. Sin embargo, tiene numerosas conexiones. Un ejemplo, puede ser el uso en muchos países de los huevos y conejos de Pascua.  “El libro Las cosas nuestras de cada día”, asegura que desde tiempos muy remotos, en muchas culturas el huevo simbolizaba nacimiento y resurrección. Igualmente, la liebre y el conejo son desde hace siglos imágenes de fecundidad. Por eso, aunque la Pascua pretende conmemorar la resurrección de Cristo, incorporó del paganismo muchos ritos de fertilidad.

Por otra parte, para los integrantes de las iglesias cristianas evangélicas, Semana Santa es el tiempo para recordar la muerte de Cristo y realizan conferencias y oraciones.

En cuanto a los pentecostales, son más rigurosos ya que comienzan con una serie de discursos y afirmaciones con cantos desde el jueves hasta el domingo

 

 

 

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