• Una de las principales mejoras que evidenciará esta carretera se registrará en la cuesta Las Cardas, donde se reducen las curvas y las pendientes
Pese a que por contrato, el plazo de culminación de la vía a la capital limarina estaba fijado para marzo del próximo año, la necesidad de adicionar nuevas obras que no habían sido consideradas llevó a su aplazamiento. A la fecha, la ruta registra un 75% de avance y se estima que una vez que esté operativa se podrá reducir entre 20 y 30 minutos los tiempos de desplazamiento. Eso sí, la velocidad máxima se fijó en 100 kilómetros por hora

Un 75% de avance registran a la fecha las obras de construcción de la doble vía que conectará a las ciudades de Ovalle y Coquimbo, que consideran la intervención de casi la totalidad de la Ruta D-43 (86 kilómetros) y la construcción de un nuevo eje urbano, denominado Avenida Las Torres, que le dará continuidad al baipás de Pan de Azúcar hacia la ciudad de La Serena. De igual forma, permitirá desviar el tránsito de camiones que hasta ahora se desplazaban por esa localidad.

La seremi de Obras Públicas, Mirtha Meléndez, reconoce que el proyecto no será entregado en la fecha estimada por contrato, que estaba fijada para marzo de 2018. Esto porque tras la demanda que realizaron vecinos de diversos poblados aledaños a la carretera, a principios del año pasado se decidió incluir nuevas obras de infraestructura. “Se licitó, pero después hicimos un recorrido completo y como el proyecto era antiguo, nos dimos cuenta que había que hacerle algunas modificaciones”, especificó la autoridad. “En Recoleta y otros poblados no se habían considerado enlaces, pasos bajo nivel, pasarelas y todas esas transformaciones se hicieron”, puntualizó. 

Lo que retardó la ejecución fue la tramitación. Meléndez advierte que cuando se realizan cambios a un proyecto concesionado, se deben enviar estos ajustes al Ministerio de Hacienda “y ellos tienen que analizarlo, evaluar. Eso se demoró mucho y las aprobaciones llegaron hace no más de 6 meses e implican hacer proyectos nuevos, otras expropiaciones”, precisó. 

En efecto, la iniciativa ahora incluye nuevas obras. Una de las más importantes es que se añadieron 2,5 kilómetros más de doble vía en la entrada de Ovalle. En el proyecto original estaba considerado sólo hasta las cercanías del aeródromo Tuquí. Sin embargo, ahora llegará hasta el sector donde se construye el nuevo hospital en la capital limarina. 

También se consideran trabajos de tratamiento semiurbano en Recoleta, además de atraviesos vehiculares en las localidades de Romeralcillo, Higueritas, Pejerreyes, Aguas Buenas y en la plaza de pesaje del sector El Peñón. De igual forma, se construirá un retorno a nivel en el sector de Aguas Buenas y una calle local que permitirá la conectividad en la localidad de Santa Filomena. 

“Así que estimamos que completa la obra, incluidas estas modificaciones, no va a terminar en el plazo contractual que se había fijado en marzo,  lo más probable es que va a estar terminada completa en el primer semestre de 2018”, agregó la seremi. 

Por otra parte, tras los temporales de lluvia que se registraron en mayo, se pusieron a prueba algunas obras relacionadas con la evacuación de aguas lluvias, que en esa oportunidad no lograron resistir la cantidad de agua caída, “entonces hubo que hacer algunos cambios y eso también lo pudimos agregar y corregir a tiempo”, dice. 

 

EL AVANCE.

Cabe recordar que el desarrollo de este proyecto se dividió en 4 tramos. El primero de ellos, de 56 kilómetros, se extiende  desde el inicio del baipás en Pan de Azúcar hasta el ingreso norte de Ovalle, incluida la cuesta Las Cardas.

Entre otras obras, este tramo incluye la construcción de un paso superior en el cruce con la Ruta D-51, camino El Peñón – Andacollo; 10 retornos en mediana ampliada (cada 8 km en promedio) y calles de servicio. 

Originalmente, estaban considerados 26 paraderos iluminados. Sin embargo, ahora esta cifra se incrementó a 31 pares de paraderos y 29 estructuras de tránsito peatonal (8 pasarelas y 21 cajones u otra solución). Contará asimismo con un mirador en la Cuesta Las Cardas y una plaza de peaje troncal para toda la concesión que se ubicaría en el Dm. 34.500.

La obra de mayor envergadura sin duda la constituye la cuesta de Las Cardas. No obstante, Luis Felipe García, gerente general de Ruta del Limarí, señala que las mejoras se encuentran prácticamente listas y que sólo faltarían algunos aspectos. “Se ha hecho un mejoramiento de las curvas, la duplicación de la calzada, que es lo más importante, porque es una zona donde cuando había un camión no tenías ninguna posibilidad de pasarlo. Ahora se podrá hacer sin riesgo”, indica.

Lo más valorable, resalta, es que se mejorarán de manera considerable las condiciones de seguridad.

Lo único que estaría por culminar, dice el ejecutivo, es el remate de algunas barreras de seguridad, el saneamiento de evacuación de las aguas lluvias y la protección de aludes, “aspecto que también es importante, porque son con roca fragmentada que hay que asegurar que no terminen en la carretera”.

Se ha trabajado asimismo en suavizar algunas pendientes y se han corregido los sectores donde la geografía del territorio lo posibilitó.

El enlace en El Peñón, que conecta hacia la comuna de Andacollo, también registra importantes avances, “está prácticamente terminado”, afirma García. 

Por su parte, el tramo 2 considera la construcción de un baipás de 15  kilómetros  de  nuevo  trazado  en  calzada  doble,  paralelo  a  línea  del  ferrocarril  y completamente segregado, que pasaría por detrás de Pan de Azúcar y culmina en un enlace en avenida La Cantera. La importancia que tiene es que permitirá desviar el tránsito de camiones que hasta ahora obligadamente debían pasar por esta localidad. Esto a solicitud de sus habitantes quienes veían el incremento de accidentes que se estaba registrando en los últimos años. 

Incluye además 4 atraviesos para vehículos y personas localizados sobre vías de conexión actuales; 2 enlaces desnivelados de conexión con Pan de Azúcar; 2 puentes nuevos de 80 metros de longitud cada uno, sobre el Estero Culebrón; 5 kilómetros de calles de servicio; un cruce a desnivel en Avenida La Cantera (paso inferior) y un paso superior con el ferrocarril, entre otros.

Al no tener que realizarse cortes de tránsito, fue el tramo donde más rápido se pudieron concretar los trabajos. De hecho, la seremi del MOP señala que están considerando ponerlo en operación antes de que se termine la carretera. “Estuvimos conversando con Concesiones la semana pasada para ver cómo podemos entregar algunos sectores, a pesar de que los concesionarios son reacios a realizar esto”. Las mayores facultades que tiene la entidad tras la promulgación de la ley que crea la Dirección General de Concesiones les permitiría adoptar una decisión como esta, “tenemos que ir cambiando la modalidad, porque hay que tener siempre presente el servicio al usuario”.

Por su parte, el tramo 4 corresponde a las obras de Avenida Las Torres. Se trata de 2,5 kilómetros de calzada simple entre Avenida La Cantera y Avenida Balmaceda, que tendrá un perfil urbano con ciclovía, paisajismo e iluminación, además de intersección semaforizada en Avenida Balmaceda. 

TRAMO PAN DE AZÚCAR PENDIENTE 

El tramo 3 está planificado en el sector urbano de Pan de Azúcar. Se trata de un total de 12,5 kilómetros en los cuales se realizará un mejoramiento y ampliación de la calzada existente, pasando de 6 metros a 10 metros (incluyendo bermas). Se levantarán ciclovías, veredas, paisajismo e iluminación, así como también paraderos y zonas de estacionamiento.

Pero, según aclara la seremi Mirtha Meléndez, en este caso se firmó un convenio entre Concesiones y la concesionaria para extender los plazos, permitiendo así que culminen las obras de un proyecto de instalación de alcantarillados que el municipio va a desarrollar en el lugar. Sería contraproducente efectuar mejoras, cuando luego se van a tener que hacer excavaciones. 

“No se aplazó, sino que se consideró un distanciamiento en el inicio de obras, hasta tener listo el proyecto de alcantarillado antes”, puntualizó la autoridad regional. Sin embargo, explica que de igual forma se deben respetar fechas. El acuerdo firmado entre el ente fiscal y la empresa privada posterga su ejecución, pero Meléndez explica que si dentro de 2 años y medio no se concretan las obras, “la concesionaria no está obligada a hacerlo, así que tenemos que ejecutarlo rápidamente, porque si no perdemos esa tremenda inversión”. 

Lo positivo de esta medida, plantea, es que al estar en funcionamiento el baipás será menos complicado el aplicar los desvíos de tránsito cuando se requiera, lo que contribuiría a acelerar las mejoras. 

No obstante, aclara que esto no retrasaría la operación de la carretera, que se estima para el primer semestre del próximo año, pues el resto de la infraestructura estaría en condiciones de funcionar. 

Cabe destacar que la empresa ejecutante es la firma Sociedad Concesionaria Ruta del Limarí S.A. (Sacyr), que se adjudicó este contrato de concesión el 31 de mayo de 2013.

Éste tendrá una duración de 30 años (360 meses) y la inversión estimada supera los 200 millones de dólares. 

 

 

 

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