Una guitarra quemada corona una montaña de cenizas y escombros, sobre lo que unos días antes fueran adornos, colchones, electrodomésticos y todo lo que una familia acostumbra a tener en su residencia.
Una casa reducida a cenizas en tiempos de pandemia y una familia que ha perdido todo lo material en un abrir y cerrar de ojos. Es el drama de una familia en el pasaje Mario Fernández, en el sector Mirador del Limarí II Etapa, quienes vieron con impotencia como el fuego devoraba y derretía todo a su paso.
Desde que recibieron el llamado, hasta llegar al sitio del siniestro Bomberos se habría demorado 6 minutos los de la Cuarta Compañía ubicada en El Portal, y cinco los de la Séptima ubicados en la Media Hacienda. Un total de nueve voluntarios entre las dos unidades participaron en la extinción de las llamas de El Mirador.
Pero para cuando llegaron los uniformados, ya poco se podía salvar de la primera casa en llamas, aunque se trabajó en la casa vecina, para impedir que corriera con la misma suerte.
Para las seis de la mañana de este domingo ya los residentes y vecinos veían como los fierros y otros escombros humeaban inofensivos, mientras un rio de agua corría por el pasaje.
Kevin Galleguillos reside intermitentemente en esa casa. Es de su familia y Carolina Albanés y su hijo de 14 años, son quienes la habitan permanentemente.
“Mi primo perdió la computadora que le dio la escuela por excelentes notas, y todo quedó entre el fuego. Salieron solamente con lo que tenían puesto. Lograron salir porque el incendio comenzó en una de las habitaciones del centro y no en la parte del frente”, explicó Galleguillos.
Indicó que desde el centro se comenzó a esparcir por las piezas de al lado y terminó ganando altura, consumiendo las piezas de arriba, incluso las de los vecinos.
“Estamos esperando algún tipo de ayuda municipal, porque necesitamos sacar los escombros. Pero no podemos ahorita pagar un camión, el traslado y el vertedero. Fue un golpe muy fuerte, aunque los vecinos se han solidarizado con la familia, han sido muy unidos”, explicó.
Habría sido presumiblemente una falla eléctrica en una de las habitaciones de la planta baja de la casa la que habría provocado el fuego que rápidamente se extendió por toda la casa.
Vecinos en llamas
No solo la casa de Albanés sufrió con el fuego, las habitaciones superiores de la casa vecina también recibieron las llamaradas quedando toda la parte superior inhabilitada.
“Vivo con mis tres hijos. Mi hijo mayor dormía en la habitación que se quemó, ese lo perdió todo allí en el incendio. Tuvimos que salir con lo que teníamos puesto. Nos tocó vivir un momento de susto, y luego el frío, porque no podíamos subir a buscar nada, y estaba muy helado en la calle”, explicó Sandra Contreras, sobre el incidente.
De la pieza se perdió todo, siendo un solo objeto lo que pudieron rescatar. “Fue algo como divino, pero mi hijo menor me dijo: mira lo que pude sacar: un crucifijo que estaba pegado a una pared que era de mi hijo mayor”.
Por la acción de los bomberos, la planta baja de la casa de Contreras se pudo salvar, donde ahora duermen, aunque sin electricidad todavía.
Departamentos de Emergencia y Desarrollo Social de la municipalidad, brindaron su apoyo en lo referente a asistencia social y otras ayudas solicitadas por las familias.
Sin electricidad
Tras el siniestro ambas casas quedaron sin electricidad, por lo que la reconexión estaría pendiente.
“Nosotros de manera particular tenemos que buscar un técnico que nos haga la reconexión eléctrica, porque un representante de la empresa vino, evaluó los daños y nos dijo que nosotros teníamos que contratar a un electricista certificado que hiciera el empalme desde el poste a la casa de cada uno, de forma particular”, explicó Contreras.
