Hace unos días, específicamente este miércoles, un trágico accidente se produjo en el camino que conecta Ovalle con el pueblo de Limarí. A un kilómetro de la salida de la ciudad, el cuerpo de Eduardo Arias Castillo de 35 años fue encontrado por un grupo de jóvenes en la orilla de la ruta. Con aparentes lesiones de ser atropellado por un vehículo, el fallecido no fue auxiliado por el responsable del atropello, quien tampoco dio aviso de lo ocurrido escapando del lugar.
Uno de los testigos claves en el lugar, varios minutos antes del hallazgo, señaló que sintió un ruido en la carretera, “Se escuchó un golpe, como estaba todo oscuro no se veía nada, se sintió como hubiera atropellado a algún animal, pero jamás pensamos que podría ser una persona”, indicó uno de los testigos que luego encontró el cuerpo y dio aviso a carabineros”.
Hasta el cierre de esta edición, Carabineros, aún no da con el paradero del responsable de la muerte de Eduardo y sigue tras las pistas y declaraciones de testigos, para saber la identidad del involucrado.
Dos años antes, Ovalle y el país entero se conmocionó ante un caso similar. Sofía Guamán tan solo tenía 11 años y fue arrollada por un conductor de nacionalidad italiana, el que tampoco prestó ningún auxilio y huyó del lugar.
Eran cerca de las 20:45 horas del 04 de noviembre de 2017, cuando la vida de la familia Guamán González cambió para siempre. Esa tarde Sofía se dirigía al centro por calle Manuel Peñafiel.
El italiano Ángelo Fiorillo, quien tenía en ese entonces 38 años de edad, transitaba por el mismo lugar en un furgón blanco marca Peugeot que había arrendado en la ciudad de Santiago. En entonces, el Fiorillo impactó a Sofia con la parte frontal del vehículo. Sin dudar, el conductor nunca se detuvo, dejándola tendida en la calzada, sin criterio alguno.
Mientras Sofía luchaba por su vida en el hospital San Pablo de Coquimbo, el responsable fue detenido en la ciudad de Santiago, días más tarde. Sin resultados, la niña perdió la vida el 9 de noviembre del 2017.
Tras la audiencia de control de detención, Ángelo fue formalizado por los delitos de homicidio culposo y por huir del lugar del accidente de tránsito sin prestar auxilio ni dar cuenta, con resultado de muerte.
Finalmente la acusación de la Fiscalía no fue por homicidio culposo, sino solo por huir del lugar del accidente de tránsito sin prestar auxilio ni dar cuenta, con resultado de muerte, para lo cual solicitaron una pena de 5 años de presidio menor en su grado máximo, inhabilidad perpetua para conducir y una multa de 20 UTM.
FAMILIA DESCONFORME
Durante todo el proceso, la familia de Sofía no estado conforme. “Hubo una audiencia en donde al tipo le quitaron el arresto domiciliario y se dejó sólo la medida de firma una vez a la semana. Para que hicieran ese cambio el justificó que su esposa estaba embarazada, entonces él quería que le cambiaran la medida porque si nacía el hijo él tenía que salir de la casa”, dijo Ximena González en una de las ediciones de este medio.
Según su punto de vista el proceso no ha sido complejo para el imputado, sino que todo lo contrario. “Para nada confío en la justicia porque al final él tiene el favor, yo soy la víctima y tuve que contratar un abogado, y él que es el delincuente tiene abogado. Ahora tiene el privilegio de estar en su casa (medida cautelar de arresto domiciliario) porque los carabineros van directo para que él firme, ni siquiera se tiene que acercar a una comisaría a hacerlo”, manifestó la madre de la niña en el mes de julio de este año.
Pese al tiempo, la familia aún no podido tener consuelo ni justicia tras la muerte de Sofía.
Dos casos marcados por la indolencia de los responsables que se dieron a la fuga sin piedad. Los procesos judiciales siguen en curso en ambos casos que marcaron en la comunidad.
