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Un pequeño de ocho años cayó en un pozo de agua de la zona de Quilitapia, obligando a bomberos de Combarbalá a descender para efectuar el rescate. Fue derivado al Hospital de Ovalle para tratarlo tras haber presentado una fractura en la clavícula.

La tarde del jueves bomberos de Combarbalá recibieron un llamado de una situación que si bien no es muy frecuente, sí han tenido que atender en diferentes ocasiones: la caída de un niño a un pozo.

Inmediatamente personal de tres compañías tomaron sus equipos encendieron sus carros para acudir en ayuda del pequeño.

El comandante del Cuerpo de Bomberos de Combarbalá, Manuel Castillo, señaló a El Ovallino que el operativo les exigió destreza y mucha precisión, ya que se trataba de un rescate a más de 11 metros de profundidad en un logar confinado del cual desconocían todas sus características.

“Nosotros recibimos el despacho a las 15.30 de la tarde en el que nos indicaban que un niño de 8 años había caído a un pozo de unos 11 metros en la zona conocida como el Cruce de Quilitapia, así que inmediatamente asistieron la Primera y la Quinta Compañía de Combarbalá y la Cuarta Compañía de Quilitapia, trabajando en conjunto en el rescate, así que mediante el equipamiento con cuerdas y otros implementos, logramos hacer que descendieran dos de nuestros Bomberos,  quienes lo primero que hicieron fue verificar la salud del niño”, señaló Castillo.

Indicó que en una primera inspección determinaron que no estaría riesgo vital, ni tendría ninguna lesión de carácter muy grave.

“Se podría decir que fue algo milagroso, porque el niño cayó de una profundidad de unos tres pisos en un pozo completamente vertical, que no es muy ancho y en el momento estaba seco. Así que pasadas las 16.00 horas logramos rescatar al menor y entregárselo al personal de Salud que estaba en el lugar quienes le hicieron una primera evaluación, para luego trasladarlo al hospital de Combarbalá”, señaló.

Agregó Castillo que en primera instancia el niño se encontraba bien, respondía a lo que los rescatistas le preguntaban y que en todo rato estuvo consciente sin perder el conocimiento.

“El abuelo del niño, al percatarse que el chico había caído, tomó una cuerda y bajó a pulso para estar con él y no dejarlo solo. Cuando llegó el equipo de bomberos el señor estaba abajo con su nieto. Pero era muy difícil para ellos subir después por sus propios medios, así que esa fue la labor de los voluntarios”, indicó.

Explicó que este tipo de pozos en las zonas rurales es muy común, y que lo recomendable es mantenerlos sellados con una tapa de concreto u otra a la que se le pueda colocar candado para evitar que los niños en su curiosidad puedan abrirlos.

Al Hospital

Aunque fuera de riesgo vital, el menor presentó una fractura en la clavícula, lo que ameritó su posterior traslado al Hospital Provincial de Ovalle, donde contaban con los equipos de Rayos X y otras especialidades.

“Del caso se dio cuenta a la Fiscalía Local de Combarbalá y al juzgado de Familia de Combarbalá, para que tomen participación en el caso y puedan verificar la situación y las reales circunstancias en las que ocurrieron los hechos”, señaló a su vez el Subcomisario de Carabineros de Combarbalá Capitán Alejandro Flores.

 

 

 

 

 

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Diario El Ovallino