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Roberto Rivas Suárez
A dos semanas de la caída del muro entre vecinos de la población Damián Heredia y del Condominio Altos del Limarí, los distintos intervinientes y afectados analizan los errores que derivaron en el deslave y las posibles soluciones para retornar a la normalidad.

La madrugada del viernes 15 de julio, la lluvia que había protagonizado la jornada limarina causaba estragos en un muro de contención que soportaba una serie de casas en la población Damián Heredia. Pasadas las 5.00 de la mañana, el muro no soportó el peso del agua y cedió, cayendo sobre dos vehículos del Condominio Altos del Limarí y abriendo por debajo al menos tres casas de la calle San Francisco de Asís, con diversos daños materiales, pero sin personas lesionadas.

A dos semanas de los sucesos, los escombros se mantienen intactos. Incluso una cocina todavía cuelga de su tubería como una piñata que espera la tortura a la que será sometida. Todavía se analizan las causas y las soluciones.

Una de las casas que todavía muestra las heridas abiertas pertenece a Geraldine Carvajal, y a su familia, quienes la han habitando desde hace 20 años.

“El día de la lluvia nosotros estábamos terminando de desayunar cuando sentimos el ruido y el temblor. Todo estaba oscuro y escuchamos a la guardia (del condominio) que nos gritaba que saliéramos, y tuvimos que salir corriendo. Todavía estaba lloviendo”, recuerda Carvajal.

Geraldine con su esposo y sus dos hijos han tenido que repartirse en casas de familiares.

“Lo primero fue salir corriendo. Carabineros y Bomberos nos indicaron que no podíamos entrar porque era muy peligroso. El movimiento de tierra todavía estaba latente y seguía lloviendo. Apenas si hemos ido a sacar algunas cosas y algunos documentos, pero sabemos que no podemos habitar las casas”.

Paciencia

Señaló la vecina que las autoridades le han prometido alguna respuesta, pero “que tenemos que tener paciencia, que son muchos trámites para poder ordenar sacar los escombros, y poder hacer algo por las casas”.

“Nosotros estamos a la espera de lo que nos van a decir las autoridades. Entendemos que se tiene que secar la tierra para poder hacer algo, pero no nos han dicho nada más. Nuestra preocupación es saber cuándo van a comenzar, o si ellos (Municipalidad) nos va a poner este muro de contención, no sabemos y estamos a la expectativa”, refirió.

 

Vecinos de abajo

Por su parte, el administrador del Condominio Altos del Limarí, Claudio Jopia, apuntó que “el muro fue construido por la constructora de las casas, no se levantó desde el edificio. Entonces nosotros fuimos afectados por la caída del muro. Quisimos sacar los autos y los escombros pero tanto  Bomberos como el director de Obras Municipales, nos dijeron que teníamos que resguardar el perímetro y que no podemos remover los escombros porque se pueden caer las casas”.

Señaló que toda la semana han estado analizando la situación, incluso presupuestando el retiro de los escombros.

“Nosotros estábamos reclamando porque los vecinos estaban construyendo sobre el muro, y no con material ligero, sino con material sólido. Originalmente el muro estaba diseñado para resistir el cerro, no las casas, y menos sus ampliaciones. También reclamamos que los vecinos hicieron hasta ventanas hacia el condominio, cuando eso debe estar a dos metros de distancia y las aguas lluvias caían hacia el muro, y no hacia la calle”, señaló Jopia.

Con respecto a los dos vehículos afectados, los cuales no contaban con un seguro que les repusiera por esa eventualidad, el administrador adelantó que se encuentran recibiendo asesoría legal “para ver por dónde puede ir la demanda, hacia quien debe apuntar: si a los vecinos por construir sobre el muro, o a la municipalidad por permitirlo y no fiscalizarlo”.

En discusión

Precisamente este viernes el Concejo Municipal analizó la cadena de acontecimientos que derivó en el deslave del muro.

“Hubo muchos errores que generaron que se derrumbara el muro. Todas las casas que revisten peligro, están desalojadas en este momento. Actualmente estamos haciendo una cotización para poder derrumbar este sector y despejar un poco las casas, además de poder reforzar partes del muro que vemos que no están derechas, con posibilidades de caerse. Eso lo vamos a revisar en un estudio que vamos a hacer en estos días”, indicó en la presentación el director del Secplan, Héctor Vega.

En la discusión se enumeraron algunos de los factores que detonaron en la caída del muro: Construcción con material pesado sobre el mismo muro, ampliación de las casas -hasta de segundos pisos- sin un riguroso estudio de factibilidad, desagües tapados, rebaja en el nivel del estacionamiento del condominio, y un peso excesivo, lo que sumado a las lluvias de toda una jornada, desencadenó en el deslave.

“Hay un sector que se tiene que demoler completo, y reforzar toda una parte para evitar que siga bajando, pero es bastante complicado.

La jefa de la oficina de Protección Civil y Emergencia, Lorna Benavides, recordó que a los vecinos afectados se les ayudado paulatinamente a conseguir la ficha Fide para acceder a distintos programas de postulación y subsidio por estar en estos momentos en situación de vulnerabilidad.

Por su parte el Director de Obras Municipales, Glen Flores, recordó que las viviendas aprobadas originalmente eran las primeras que estaban en terreno firme, no las que se levantaron en las ampliaciones.

“Ahora no es fácil llegar y demoler esto. Primero tenemos que desarmar arriba, para quitar peso, para poder trabajar en la parte de abajo. Es complejo, y se va a tratar de solucionar”, señaló flores.

En total serían ocho viviendas afectadas directamente, aunque las otras todavía revisten cierto peligro.

 

 

 

 

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