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Las lluvias acontecidas durante el fin de semana dejaron gratas sensaciones en los rubros ganaderos y agrícolas de la Provincia del Limarí. Sin embargo, los dirigentes señalan que de igual forma son necesarias medidas gubernamentales para enfrentar la sequía, la cual aún persiste en la zona.

Loreto Flores / Provincia de Limarí

 

La lluvia se dejó sentir sobre los suelos limarinos  y en las demás provincias de la región de Coquimbo, registrando según el equipo del Laboratorio de Meteorología del CEAZA entre el sábado 9 y el lunes 11 de julio, un total de 29.1 mm en Ovalle, 47.8 en Rapel y 91 mm en Combarbalá, siendo esta una de las más altas a nivel regional.

Este evento fue bienvenido por la comunidad y en especial por los crianceros y campesinos de la provincia que se han visto más que afectados con la sequía y el cambio climático que azota a la región y a otras zonas del país.

En este sentido, el Dirigente Comunal de Crianceros de Monte Patria, David Arancibia, comentó que se encuentra esperanzado y optimista, señalando que “esta lluvia viene a darnos un respiro a nosotros los crianceros, solucionado con ella la lentitud que ha tenido el gobierno con las ayudas, hoy la esperanza está más en el cerro que en la ayuda que podemos obtener”. Con ello, el dirigente comunal expresó que luego de esta lluvia esperan tener un año más tranquilo y poder recuperar la crianza de animales, ya que mucho ganado malparió por falta de forraje.

 

FALTA DE AYUDA

 

Pese a que el agua es bienvenida por la mayoría, se dejó ver un problema más profundo, y es que según el testimonio de los campesinos de la región, la entrega de ayuda por parte de las autoridades no ha llegado con prontitud o simplemente no ha llegado y eso afecta profundamente en sus producciones. Así lo aseveró Mirtha Gallardo, Presidenta de la Asociación Gremial de Comunidades Agrícolas de la Provincia de Limarí, indicando que “el Gobierno debería generar una política a corto plazo, como la entrega de semillas, para que así los vecinos puedan trabajar la tierra”.

De todas formas, la dirigenta ovallina se mostró muy agradecida con la lluvia y la caída de nieve señalando que “es muy bien recibido porque va en directo en beneficio de las napas, embalses, pozos, norias y vertientes que ayudan a la gente adulta, los animales y a todos lo que hacen patria en las comunidades agrícolas”.

Resaltó además que con esta lluvia se encuentran bendecidos ya que, podrán ver de nuevo el crecimiento de la flora silvestre nativa, como las añañucas, azulillos y otros montes del campo.

En esta línea, la representante de la Agrupación de Crianceros de Tulahuén, María Ochoa, reveló que  como crianceros se encuentran abandonados, “la gente ya no sabe qué hacer con sus animales, se encuentran desesperados. No obstante, la lluvia ha sido una bendición, es muy favorable para nosotros, la gente está muy feliz con esta agüita”.

 

LLAMADO A LAS AUTORIDADES

 

 A la vez hizo un llamado a las autoridades a que puedan ayudarlos prontamente con alimento para los animales, esto porque al estar escaso muchos crianceros se movilizaron al interior de la cordillera, lugar que hoy está cubierto de nieve, por lo que el alimento quedó cubierto por esta.

“Muchos crianceros han dejado el rubro por falta de alimento para los animales. Por parte del Gobierno necesitamos el apoyo, los arbustos demorarán en brotar y crecer, más las heladas, esto generará que el resto de nuestro ganado termine por malparir. Llevamos luchando por acciones desde la primera semana de abril, desde ese tiempo no hemos logrado nada, pero con la lluvia estamos muy contentos y felices”, indicó María Ochoa.

Por su parte, la presidenta del Consejo Regional Campesino de la región de Coquimbo y presidenta del Consejo Campesino de Combarbalá, Leticia Ramírez, puntualizó que los problemas que se viven en la región en cuanto a la escasez hídrica no lo resuelve una lluvia “esta lluvia puede resolver de forma inmediata algunos problemas, pero no resolver el tema de fondo que es la propiedad del agua, la cual está privatizada y los campesinos de la agricultura familiar campesina no pueden acceder. Nosotros apuntamos a la permanencia y que el campesinado se pueda sostener en su territorio”.

Finalmente, la dirigenta combarbalina comentó que “por más que llueva, el tema del cambio climático es una realidad, por lo tanto se tiene que seguir trabajando en la reglamentación, es decir, en la priorización del uso del agua, priorización de las actividades que tienen relación con la vida y con la permanencia de las personas en su territorio, lo que ayuda a su vez a mejorar las condiciones del medioambiente y la vegetación, la cual hoy está muy dañada y eso no permite la infiltración de las aguas, la cual es muy beneficiosa, ya que genera flora y esta a su vez mantiene el ciclo de la vida”.

Asimismo, recalcó que es necesario que se les entregue a los municipios el rol de fiscalizador para los proyectos de extracción de áridos, de la vegetación y la conducción del agua, “con ello se necesita también que la Corporación Nacional Forestal (CONAF) realice una fiscalización efectiva, para poder salvar la naturaleza, no podemos olvidarnos que la vida de los humanos depende de ella”, enfatizó.

 

 

 

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