Un llamado a “entender” la urgencia de elaborar un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia destinado a la clase media realizó la bancada de diputados de la UDI, quienes aseguraron que el Gobierno no puede seguir retrasando la ayuda económica a un sector que se ha visto gravemente perjudicado por los efectos de la pandemia, pero que no ha podido acceder a ninguno de los beneficios otorgados por el Estado dada la condición que tenían antes de la crisis.
Los parlamentarios piden que el Gobierno patrocine un proyecto de ley con beneficio directo a cerca de 4 millones de chilenos quienes integran la clase media (cerca de un millón de familias, quienes se han visto también perjudicadas con los efectos del Coronavirus, donde muchos han visto una reducción de sus ingresos mensuales, pero que a su vez deben seguir pagando dividendos en bancos, matrículas en colegios, costos en Isapres, mensualidades en universidades, entre otros sinnúmero de gastos.
“Hemos visto que a la clase media ha llegado apoyos indirectos, que dicen relación con los créditos Covid para todas esas personas que tienen su pyme o aquellos profesionales y técnicos que boletean con un préstamo, pero no se ve por ley un apoyo directo a este segmento de clase media, que hoy en día ha visto disminuidos sus ingresos que ha perdido su empleo”, sostuvo el diputado Juan Manuel Fuenzalida.
El viernes de la semana pasada la bancada gremialista se reunió vía telemática con el Presidente Sebastián Piñera, a quien justamente le presentaron una serie de propuestas en beneficio de la clase media, entre ellas la entrega de un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia.
Este posible nuevo IFE estaría destinado para grupos familiares cuyas rentas mensuales oscilan entre $500.000 y $2.000.000 y los montos a otorgarse “tendría que ir de la mano en un porcentaje que ayude a complementar la renta y mantener el promedio mensual que tenía una familia hasta antes de la pandemia. Por ejemplo, si una familia tenía un ingreso mensual de un millón de pesos y ahora es de $600 mil, la idea es generar una bonificación que permita solventar esa diferencia”, especificó Fuenzalida.
El objetivo es complementar las rentas hasta antes de la pandemia. Por las características del proyecto que incluye recursos económicos y gastos del Estado, es un proyecto que exclusivamente el mismo Gobierno debe incentivar y llevarlo al Congreso.
“Se lo planteamos al Presidente y le exigimos un ingreso para la clase media. Sostuvo que es una buena idea y sabemos que el esfuerzo hay que hacerlo ahora. Creemos que como partido el Presidente tome este proyecto”, dijo.
Según los cálculos, el Estado invertiría entre US$ 300 millones a US$ 600 millones.
