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Televigilancia
La tarde de este jueves un inusual suceso ocurrió cuando tras llamar a Carabineros para denunciar “una noticia falsa”, un sujeto agresivo cambió su acusación a “amenazas”, por lo cual el editor del diario El Ovallino resultó detenido y quedó apercibido. La situación podría sentar un precedente contra la libertad de expresión

Por no estar de acuerdo con una nota publicada en El Ovallino, que aunque no se mencionaba nombres, un sujeto consideró que se referían a él, la persona en cuestión llegó a la oficina del diario y exigió que se borrara delos registros, a lo que se le indicó que se le podría tomar su declaración y posición al respecto, aunque se negó a ello.

Poco a poco la persona, G.B. y según consta en registros de audio y video, fue elevando el tono y emitiendo insultos y garabatos, al punto incluso de llegar a amenazas como “esto se resuelve por las buenas o por las malas”.

Al menos una hora estuvo el sujeto en la oficina con una actitud agresiva y molesta, y siempre se le explicó que las puertas estaban abiertas para tomar su declaración, a él o a alguien que hablara en su nombre. Lo que nunca aceptó.

No obstante el sujeto decidió llamar a Carabineros por considerar que “alguien debía hacer algo”, por la noticia publicada.

Una vez que llegaron los uniformados la persona explicó el problema que quería solventar, a lo que el Carabinero a cargo del procedimiento le explicó que se trataría de un procedimiento civil y que lo podría solucionar a través de una demanda particular. Tras varios minutos en la misma situación, el sujeto insistía en la acusación y el uniformado le volvía a explicar cuál sería el proceder. Todo esto todavía en la recepción del Diario El Ovallino.

Fue cuando el editor del diario le consultó al funcionario cómo podría obtener una orden de prohibición de acercamiento de la persona, dado su agresivo estado, y es cuando el sujeto en cuestión dice que ahora quiere denunciar una supuesta amenaza de agresión por parte del periodista.

Incluso extrañado el uniformado le preguntó qué tipo de amenaza sería, y el individuo decía que por la manera de hablar y expresarse.

Insistiendo, el sujeto atinó a decir que el periodista le habría ofrecido golpes, lo que obviamente nunca ocurrió.

Ante ello, el uniformado indicó que tenía que tomar la denuncia y que por ello se tenía que llevar detenido al periodista, a quien le leyeron sus derechos y lo trasladaron esposado hasta la Tercera Comisaría de Ovalle.

Tras notificar al Fiscal de Turno, y tomar la declaración al “agredido”, se le notificó al Editor luego de varias horas en la Comisaría, que quedaría en libertad pero apercibido según el artículo 26, a la espera de una citación.

Inusual

Como empresa y medio de comunicación con más de 30 años de labores periodísticas consideramos insólita la situación, pues más más allá de un procedimiento que a todas luces no iba por ningún camino, nunca había sucedido que se detuviera a un periodista y editor sin una base firme, con argumentos salidos en el último minuto.

A pesar de que el mismo funcionario pudo ver los niveles de agresión y calma de cada uno de los intervinientes, igual se procedió a la detención del periodista, pese a contar con registros audiovisuales que constataba, exactamente lo contrario a lo acusado..

Como medio de comunicación consideramos que la situación sienta un preocupante precedente al rol de los medios de comunicación y libertad de expresión.

Aunque se solicitó a Carabineros una explicación sobre la inusual detención, desde la institución apenas se limitaron a detallar que el suceso respondía a una “denuncia por amenazas”.

 

 

 

 

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