• El Embalse La Paloma ha embalsado cerca de 60 millones de metros cúbicos de agua en la presente temporada.
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Las nevadas que se registraron en la cordillera durante el presente año han dado los frutos esperados, y así lo han notado las juntas de vigilancia, quienes registran mayores cantidades de litros por segundo en los embalses, en comparación al año pasado. De todas formas, enfatizan en que la sequía sigue presente, por lo que la distribución del recurso hídrico será similar a las temporadas pasadas, con el fin de reservar agua para el próximo año.

Por Luciano Alday Villalobos / Provincia del Limarí

 

Las precipitaciones registradas durante el presente año llenaron de alegría a productores, regantes y pobladores de la Provincia del Limarí, quienes por años no habían visto eventos climáticos como estos en la zona.

No obstante, aún quedaba por ver los efectos del deshielo en la cordillera, por lo que la esperanza era aún mayor en consideración que la nieve cordillerana es llamada la “reserva de agua” para el año.

Durante este mes de noviembre está comenzando este esperado evento, y las primeras impresiones son positivas, y más cuando se compara con el año pasado.

“El deshielo partió la semana pasada, esta semana ha disminuido un poquito, pero continúa, yo creo que esto va durar más o menos hasta el 15 de diciembre, que es lo normal. De todas maneras ha habido un cambio grande en comparación con el año pasado”, indicó al respecto José Eugenio González, presidente de la Junta de Vigilancia de Río Limarí y Río Grande, sistema que involucra el agua embalsada en el Embalse La Paloma.

Según lo que ha registrado la junta de vigilancia, durante la semana pasada se registraban 7.500 litros por segundo, distribuyendo 0.5 litros por segundo en los canales. El año pasado en cambio, la distribución era de tan solo 0.1 y 0.2 litros por segundo.

También se tiene el dato de que el total del agua embalsada durante el año pasado fue de 10 millones de metros cúbicos, mientras que este año se han registrado cerca de 60 millones.

De todas formas, González hace una precisión a considerar, “hay que decir que el año pasado teníamos el embalse con el agua más arriba que ahora, por el agua acumulada de años anteriores, teníamos niveles de 150 millones de metros cúbicos en el embalse, ahora estamos con 127 millones”, apuntó.

Por su parte, la Junta de Vigilancia de Río Hurtado registra mil litros por segundo descargados en el Embalse Recoleta, mientras que el año pasado en esta misma fecha se registraban solo 300 litros por segundo.

“Pensamos que el deshielo no ha comenzado del todo, porque está muy helada la cordillera todavía, pero ya han aumentado los caudales, esperamos que entre diciembre y enero se dará el fuerte”, comentó al respecto el presidente de la junta, Hugo Miranda.

 

LA SEQUÍA NO PARA

 

Las juntas de vigilancia limarinas destacan una vez más, que pese a este favorable panorama en comparación con el año pasado, la sequía aún es un problema latente en la zona.

“La sequía continúa. Normalmente se necesitan temporales grandes para llenar el Embalse La Paloma, la última vez que se llenó fue para el año 2003, hace prácticamente 20 años, después no ha sido posible llenarlo, imagínate que este año que hubo lluvias cerca del promedio, han entrado cerca de 60 millones de metros cúbicos, y todo el embalse hace 750 millones. Además hay que recordar que los caudales empiezan a bajar”, indicó González.

“Seguimos en una situación crítica, es indudable que si no hubiese llovido el desastre sería mayor, pero hay que decir que con esta lluvia no resolvemos todavía la sequía”, complementó.

En la misma línea, Miranda declara que “la sequía nunca más se va acabar, la sequía llegó para instalarse, así que nunca llegaremos a la condición ‘normal’ que teníamos años anteriores. Lo ideal para nosotros es estar en 2.000 litros por segundo, actualmente estamos en mil, y esperamos llegar en las próximas semanas a unos 1.200. En simples palabras estamos en un año regular, mejor que en años anteriores, pero no como eran años ‘normales’ antiguamente”.

En este contexto, José Eugenio González explica que la administración del recurso hídrico en su sistema será similar a la de los años pasados, ya que es necesario reservar, “la distribución de agua para los regantes va ser similar en gran parte al año anterior, porque debemos dejar agua de reserva para la próxima temporada, no podemos gastarla toda en este año, no se saca nada con regar mucho en un año y al otro año no tener nada, los embalses tienen la función de regular”, puntualizó.

Para finalizar ambos dirigentes apuntan a un dato a considerar a la hora de entender la sequía, y es que según explican gran parte del agua fue absorbida por el suelo seco.

 

 

 

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