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El Ovallino
Remuneraciones bajas y poca seguridad son algunas de las razones para que los temporeros decidan no continuar en el rubro. Desde el Sindicato de Temporeros del Limarí creen que la solución es terminar con las subcontrataciones.

Durante esta temporada en la provincia del Limarí se estaría desarrollando el deshoje de la uva para preparar su posterior cosecha, de igual manera empezaría la recolección de arándanos, no obstante, en el último tiempo se acusa una escasez en la mano de obra que quiera ocupar estos puestos de trabajo.

“Esto es algo que viene de varios meses atrás, en primer lugar producto de la pandemia, esto ha repercutido en todo el proceso productivo de nuestro sector, obviamente al haber menos mano de obra disponible se reflejan los resultados en la cosecha, se estima que por la falta de trabajadores se está cosechando un 30 a 40% menos, y eso produce un impacto importante en nuestro sector”, señaló al respecto el Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes.

 

Precaria condición laboral

 

Desde el Sindicato de Temporeros del Limarí “Sin temor” dieron a conocer varias razones por las cuales se ha producido esta escasez en la mano de obra, la principal de ellas es la precaria condición laboral del rubro.

“Hay una baja de los valores en el trabajo agrícola, lamentablemente las empresas imponen esos valores, una labor que acá en la zona cuesta $100, al sur del país vale 200 o 300 pesos, con eso se produce una migración de trabajadores hacia el sur, pero también hacia Copiapó en la tercera región, porque en esos lados son  mucho mejor remunerados los trabajos agrícolas”, apuntó la dirigenta del sindicato, Paola Vega

Desde algunos sectores culpan al IFE, los bonos y otras ayudas del gobierno a esta escasez de trabajadores, pero el gremio cree que por el excesivo trabajo era lógico que ocurriera esto, “un trabajador agrícola de unos 60 años se tenía que levantar a las siete de la mañana a trabajar y llegar a las siete de la tarde a su casa, con sol, con frío, con hambre, todo ese trabajo en terreno por 400 mil pesos, pero por otro lado puede recibir un IFE de 500 mil, entonces obviamente que ese trabajador que ha trabajado por 30 años va tomar esta posibilidad como un alivio y un descanso a su labor”, indicó Paola Vega.

Para solucionar esta situación el sindicato propone que ya no existan las contratistas agrícolas, “la solución de fondo que queremos es terminar con las subcontrataciones, para que los temporeros puedan trabajar con las empresas mandantes directamente, así podrán tener mejores remuneraciones, el pago total de las cotizaciones, que con las contratistas muchas veces no se realiza; se cumplirían las normas de seguridad, las contratistas por lo general no entregan el bloqueador solar, los lentes antiparras, zapatos de seguridad en algunas labores que son pesadas y con riesgo de caída, las empresas contratistas no entregan esos elementos, y las empresas mandantes por obvias razones sí lo hacen”, explicó Paola.

 

Familias priorizadas

 

No obstante, otra razón de la escasez de trabajadores es la pandemia y los problemas que ha provocado en las familias, “los jardines infantiles y las escuelas no están funcionando con la regularidad que funcionaban hace dos años, entonces los temporeros no tienen con quien dejar a sus hijos, antes podrían dejarlos al cuidado de los abuelos, pero muchos han decidido no mandar sus niños a los adultos mayores para no exponerlos a un contagio covid”, explicaron desde el Sindicato “Sin Temor”.

 

Búsqueda de soluciones

 

Una posible solución a esta escasez de trabajadores es la incorporación de incentivos, o al menos así lo cree el Seremi Rodrigo Órdenes, “este es un tema que se está evaluando en conjunto con las autoridades nacionales, tanto como Ministerio de Agricultura como el Ministerio del Trabajo, para buscar las mejores alternativas que incentiven la incorporación a estos puestos”, indicó.

Aunque de igual forma, la autoridad regional hace un reconocimiento a las empresas que sí han mejorado las condiciones laborales de los temporeros, “algunas han adaptado los horarios, por ejemplo desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde, dejando un espacio para que los trabajadores puedan compartir con sus familias. Hay distintas empresas que están cumpliendo con los estándares que se están exigiendo, y así varios casos”, declaró.

 

 

 

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