• Desde el gremio de los colectiveros, explicaron que, desde hace un tiempo, funcionan con un sistema de restricción vehicular voluntaria, como una forma de aportar a la descongestión de las calles ovallinas.
  • La esquina de Victoria con Independencia es uno de los nudos más complicados del centro de la ciudad.
  • Largas filas de vehículos son las que se pueden apreciar por estos días en Ovalle durante las llamadas horas peak, tanto en la mañana como en la tarde.
Ovalle ha cambiado en estas últimas dos décadas, y con ello, también el tránsito, el cual, cada día está más insoportable para sus habitantes. Y es que con el crecimiento económico y poblacional de la ciudad, las calles quedaron pequeñas, y hoy, la capital limarina exige planificación para un desarrollo armónico hacia el futuro.

La situación ya no da para más. Eso es que lo piensan la mayor parte de los ovallinos cuando se les pregunta por la situación del tránsito en la capital limarina. 

Y es que ya sea temprano en la mañana, cuando las personas se dirigen a sus trabajos y los niños y adolescentes al colegio, o ya en la tarde, cuando los ovallinos se dirigen de regreso a su hogar, es que muchas calles de la ciudad se ven invadidas por largas colas de vehículos, los famosos “tacos”. 

20, 30 y hasta 40 minutos se puede demorar una persona promedio en Ovalle en llegar a su hogar o viceversa, durante las horas peak, lo que genera molestia en muchas personas que ven como el crecimiento poblacional de Ovalle y por ende, el aumento del parque automotor local, avanzan mucho más rápido que un desarrollo urbano planificado y bien pensado. Más bien es al revés: en lo último que se piensa es en la planificación, generando que las arterias viales en Ovalle literalmente se colapsen a ciertas horas del día. 

La última gran obra construida para ayudar a descongestionar el casco urbano de Ovalle fue la Costanera, abierta en 2017, a lo que se suman trabajos de marcado de veredas y calles para evitar que vehículos se estacionen, y semaforización, a lo que se suman las obras relacionadas con la doble vía de la ruta D-43. 

No obstante, el problema persiste, y parece no tener solución al menos, en un plazo cercano, salvo que todos los ovallinos, autoridades, ciudadanos y transportistas juntos, pongan cada uno de su parte para solucionar este desafío. 

LOS PUNTOS ROJOS

Lo cierto es que, ya sea en su auto propio u ocupando la locomoción colectiva, quién no ha tenido que aguantar los verdaderos “nudos” que se generan en varias calles de la ciudad, como la esquina de Victoria con Independencia, por ejemplo. O durante la tarde, las colas que se forman en calle Socos al llegar a la alameda. O los cuellos de botella que se generan al llegar al enlace con la alameda, tanto al bajar como al subir por las avenidas La Paz y Manuel Peñafiel durante las horas peak. 

Para el concejal Héctor Maluenda, quien además es Presidente de la Federación de Taxis Colectivos de Ovalle, el gran “tapón” de la ciudad es justamente la alameda, tanto Ariztía Oriente como Ariztía Poniente. 

“Ese es el gran problema. Ahí se generan los grandes atochamientos. Ahí ves pasar vehículos pesados, buses, camiones, locomoción, particulares, todo converge ahí. Los que vienen de abajo, los que vienen del sector Media Luna, los que vienen por Independencia, y los que vienen por David Perry. Todo eso se transforma en un verdadero cuello de botella. Y además, al llegar a calle Covaburrias, allí se achica la calzada y se genera un nuevo cuello de botella que continua hacia arriba” asegura Maluenda.

A eso, se agregan problemas como la semaforización y la falta de cruces – pasos sobre o bajo nivel – que permitan facilitar el flujo vehicular. 

Al respecto, Maluenda explica que como Federación de Taxis Colectivos de Ovalle, se postuló hace unos cinco años a un proyecto de reposición de semáforos para reemplazar a sus pares más antiguos, cuyo costo asegura el concejal, alcanzó una inversión de 840 millones de pesos. ¿El problema? Según él, aún no se implementa del todo. 

“Se cambiaron los semáforos, pero todavía no se conectan a la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) de La Serena. Aún no se finaliza el proyecto. Me parece vergonzoso, porque eso vendría a ayudar y disminuir el problema, quizás no solucionarlo, pero si ayudaría” afirma. 

En ese sentido, la autoridad espera entrevistarse cuanto antes con quien sea nombrado como nuevo seremi de Transportes por el recién asumido gobierno para avanzar con dicho proyecto. 

Por su parte, el concejal Patricio Reyes, también se mostró crítico con este tema, aunque desde un punto de vista distinto: para él, el control de tránsito debería ser monitoreado desde Ovalle. “En Serena observan los flujos de tránsito por pantalla, pero eso no significa que sea la realidad de nuestro sector. Entonces la UOCT debería estar en la comuna de Ovalle y no en Serena” señaló. 

A LA ESPERA DE UN ESTUDIO DE TRÁNSITO

Un punto importante que se pide, tanto de las autoridades como de la propia ciudadanía, es que se avance en elaborar un Estudio de Ingeniería de Tránsito para Ovalle. ¿El objetivo? Que dicho documento sea capaz de planificar el crecimiento de los flujos vehiculares en consonancia con el crecimiento poblacional de la capital limarina. 

Al respecto, el concejal Patricio Reyes señala que tanto el año pasado, como a inicios de éste, pidió al alcalde de Ovalle, Claudio Rentería, impulsar la elaboración de un estudio de este tipo “que  nos redefina el flujo vial tanto como para instancias de poder tener un orden de los flujos, abrir nuevas calles, mejorar los semáforos, y si es necesario realizar expropiaciones, que se hagan, porque la ciudad no resiste más”.

Reyes afirma que una ciudad como Ovalle “que tiene más vehículos circulando, tanto locomoción colectiva como autos particulares, como también, con más poblaciones, se requiere urgente un estudio de estas características que proyecte a la ciudad a 15 o 20 años más”.

En ese sentido, Héctor Maluenda coincide en este punto, aunque asegura que éste, debiera realizarse integrando a todos los actores de la ciudad en relación a este tema: locomoción colectiva mayor y menor, furgones escolares, automovilistas, etc. 

“Nadie es dueño de la verdad, pero se puede consensuar y trabajar, y aportar cada uno con su granito de arena” afirma.

En ese sentido, Maluenda añade que existe un proyecto de ensanchamiento de la alameda elaborado por la Secretaría de Transporte (SECTRA) del ministerio del ramo, el cual tendría la intención de añadir una vía más de circulación en sus primeras cuadras. “Si nosotros pudiéramos anchar donde está la Plaza de la Salud y hacer una pista más, podríamos tener un acceso y una salida más libre hacia arriba” asegura. 

La autoridad insiste en que en este tema, es el Ministerio de Transportes “el que tiene que ponerse los pantalones. Hacer este estudio de tránsito y señalar qué es lo que se puede hacer acá. Y si hay que tomar medidas, pues que se tomen”, concluyó. 

Por lo demás, recordó que, desde su gremio, se han tomado medidas para ayudar a descongestionar el tráfico de la ciudad, estableciendo una restricción vehicular voluntaria para los taxis colectivos. “Sacamos más o menos dos dígitos diarios. O sea 200 autos que deberían estar en la calle no pueden circular. Eso también es un aporte” afirmó. 

Cabe señalar que Diario El Ovallino intentó recabar más información con las autoridades respectivas de esta área en el municipio local, no obteniendo respuesta

 

 

 

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