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Las labores de construcción de los sistemas de alcantarillado en Recoleta y Los Olivos entraron de nuevo en una espiral de lentitud debido a diferentes razones, por lo que desde el municipio preparan los antecedentes para dar los próximos pasos y resolver los problemas. Vecinos advierten desinterés por las nuevas acciones

Los proyectos de alcantarillado de Recoleta y Los Olivos, cayeron de nuevo en una espiral de lentitud que ha retrasado sus construcciones por distintos motivos. Tal situación fue conversada en la última jornada del Concejo Municipal de Ovalle, desde donde se indicaron los pasos a seguir, para destrabar la situación.

Es así como el Secretario de Planificación local, Jeremías Tapia, adelantó que para el próximo 7 de marzo habrá una exposición completa, a profundidad, con la historia de estos alcantarillados y los estados administrativos y técnicos de cada uno de ellos.

“Con respecto al proyecto de Recoleta, se está terminando el informe diagnóstico que va a enviar la empresa, para poder ver la modificación del contrato y poder así pedir los suplementos necesarios para las obras extraordinarias que se planifican ejecutar”, señaló Tapia en la sesión, destacando que la obra está en ejecución vigente, que no está ni suspendida ni paralizada.

En cuanto al caso de Los Olivos, precisó que es un caso muy similar, pero con la diferencia de que el contratista –por diversos motivos-pidió el término del contrato, a través de una carta que se mostrará en la presentación. Apuntó que se desistió de la oferta que había postulado y eso está en evaluación para poder realizar el término del contrato, para poder modificar el proyecto y actualizar los precios. 

“Actualmente tenemos una estimación de que de los 215 millones de pesos, vamos a subir a unos 340 más o menos, por el ajuste de precios que hay. Por lo que tiene que haber un compromiso de mayor financiamiento municipal importante para poder llevar a cabo esta obra, con una nueva licitación para poder cumplir con los precios actualizados”, por lo que habría que iniciar el proceso administrativo nuevamente, aseguró.

ContactosEn tanto, el alcalde (s)  Jonathan Acuña, indicó en la reunión que “nosotros estamos presionando para que la empresa pueda entregar esta nueva información, para que ellos puedan ver cuál es la situación para seguir allí. Por lo menos los contactos que tengamos que realizar con el gobierno regional y los órganos competentes los vamos a realizar, porque entendemos que ese es un tema que sí o sí, tiene que solucionarse lo antes posible”.

Los estudios que hace la empresa deben determinar cuáles son las cámaras de las casas que están tapadas, cuáles mal construidas, y cuáles en buen estado, para luego proceder a las reparaciones y las nuevas construcciones, entre otros detalles de los trabajos anteriores mal efectuados.

IncrédulosConsultado al respecto, el presidente de la junta de Vecinos y del Sistema de APR de Recoleta, Cristian Ogalde, señaló a El Ovallino que desde la última reunión que sostuvieran con las nuevas autoridades el pasado 5 de enero, en el que se expusieron cuáles serían las labores a seguir para levantar el diagnóstico y reiniciar el ritmo de trabajos.

“Más información teníamos con las otras autoridades anteriores, porque estas nos dijeron que las cosas iban a cambiar, pero todo sigue igual, la información que tengo es que la empresa está en el estudio, y más de eso no sabemos. Nos dijeron que nos iban a mantener informados y eso no ha pasado”, indicó el dirigente vecinal.

Señaló que la apatía y el nivel de incredulidad de los vecinos va de la mano con la lenta respuesta que han recibido de parte de las autoridades.

“Me parece ilógico que recién estén sabiendo los concejales el tema de lo que ocurre en Recoleta, porque varios de ellos, incluyendo al nuevo alcalde, eran concejales desde el anterior período, y no pueden decir que no sabían del tema, eso no debe ser. A uno como dirigente, los vecinos no nos creen ya, ni siquiera si vamos a organizar una protesta como antes, nos dicen ‘para qué, si todo va a seguir igual’, ya nos acostumbramos a las calles dañadas y al mal olor de las aguas servidas”, precisó.

Adelantó sí, que el único avance palpable ha sido la eliminación de algunas tapas de cámaras que antes sobresalían de la superficie y que ahora estarían a la altura del camino. Pero que eso sería todo lo que se ha podido hacer en tanto tiempo.

 

 

 

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