• Mauricio Barrera lleva casi un año luchando contra un terrible cáncer que atacó su faringe.
  • El joven vistió los colores de Cobreloa con un futuro prometedor en las canchas. Antes de su reciente diagnóstico había sido llamado para ser cadete de Coquimbo Unido
  • Desde su diagnóstico ha permanecido en constante supervisión médica.
Mauricio Barrera (20) sigue en la lucha para derrotar el sarcoma sinovial grado III que le fue diagnosticado el año pasado. Hace algunos meses decidió optar por la medicina menos convencional, obteniendo resultados que dan esperanza a su familia.

La medicina alternativa se ha transformado en una opción para algunas familias que agotaron las posibilidades más tradicionales para luchar contra complejas enfermedades.

El año pasado el futbolista Mauricio Barrera fue diagnosticado con un agresivo sarcoma sinovial grado III. Tras chequeos y reuniones médicas finalmente se le informó - tanto en Chile como desde el extranjero - que su caso era sumamente complejo y que una operación es altamente riesgosa,  por lo que fue desahuciado. El hecho de que dentro de seis meses el tumor se había expandido de 4 a 11 centímetros fortaleció a la familia para dar con una opción diferente para Mauricio.

El sarcoma sinovial que padece el joven es complejo y poco común, “serán unos 10 casos en todo el mundo. Son muy raros”, declara la madre de Mauricio, Mónica Astudillo.Fue así como en el mes de septiembre pasado, este ex jugador de Cobreloa optó por un tratamiento natural que incluye elementos como la zeolita (mineral volcánico que se extrae de volcanes que han hecho erupción), Vidatox (medicamento alternativo tipo homeopático que se elabora a partir del veneno del escorpión rhopalurusJunceus, conocido comúnmente como alacrán rojo o azul) y amalaki (fruta de la India).

La madre indica que la primera información que tuvieron respecto a tratamientos alternativos de este tipo, fue a través de la televisión.  Tras ello se fueron interiorizando de plantas como el kalanchoe y de la importancia de reforzar el sistema inmune en un paciente con cáncer.

En esa época tomaron contacto con el doctor en Bioquímica y en Genética Molecular, Marcelo Bustamante, quien tenía dos meses de vida según sus médicos, pero que le habría tomado sólo seis eliminar su tumor con zeolita, veneno de escorpión azul y jugo de amalaki.

La historia del científico chileno que se curó a sí mismo en medio año llegó a los medios de comunicación y llamó la atención fuertemente de médicos y pacientes en busca de una recuperación, entre ellos, Mauricio y su familia. “Como él (Bustamente) empezó a tener resultados, comenzó a demostrar a la gente que hay un elemento con el que se pueden salvar vidas”.

Vía telefónica y por correo electrónico la familia tomó contacto con el científico y su esposa, quienes le fueron dando recomendaciones para sí poder incorporar los productos naturales necesarios para el tratamiento.

TRATAMIENTO

Astudillo explica que la zeolita no trabaja sola, sino que, interactúa con otros dos componentes para poder ser efectivo. Uno de ellos es Vidatox, producto que Mauricio toma en la mañana al despertar y antes de dormir. Para poder conseguirlo, la familia lo compra a través de Bustamante, quien lo importa.

Otro elemento vital es el jugo de amalaki el que debe ser tomado dos veces al día, “también se importa pero es escaso. Mauricio tiene un tío que vive en Calama y se lo trae desde Tacna”.

Sumado a lo anterior, el joven deportista está tomando kalanchoe, más conocida como “la planta de la vida”. “Ingiere 30 gramos todos los días como batido o licuado.  La busco en invernaderos, crece como maleza, se da mucho en Chile”, afirma.

En torno al reforzamiento del sistema inmune, la madre dice que se le está suministrando graviola (planta comúnmente denominada Guanábana, que crece en la amazonia peruana), maqui (fruta que crece abundantemente en los campos y laderas del sur de Chile), moringa (árbol originario del norte de India), cúrcuma (especie de la India) y espirulina (alga de color verde azulado).

El valor total de este tratamiento alcanza la suma de 400 mil pesos mensuales.

“Mauricio está aferrado a tomar de todo. Hubo un tiempo en agosto que cayó en depresión, ya no quería nada porque le decían que si no se operaba iba a morir y si  lo hacía también. Él ama el fútbol, nació con la pelota, lo becaron en distintos lados, todos los técnicos que lo veían decían que nació con ese don. Creo que eso le ha dado el ánimo de seguir luchando”, revela.

SANACIÓN A DISTANCIA

Además de la ingesta de esos compuestos se tomó contacto con 2 grupos de monjes brasileños, quienes le realizan un proceso llamado “operación espiritual a distancia”. La familia del joven les envió una carta y luego de cinco meses recibieron una respuesta, en donde le aclaraban si su caso era indicado para el procedimiento. Junto con eso desde Brasil les pedían enviar una ficha clínica con el diagnóstico de la enfermedad, además del historial médico. 

Astudillo explica que Mauricio fue intervenido a distancia durante 2 meses por monjes de Tupyara. En tanto, cuando esperaban la respuesta de ese grupo de monjes, decidieron tomar contacto con otro llamado “Anjos de Luz”. “Su operación se hacía durante 6 meses, terminamos en febrero. Ellos vienen a verlo los dos primeros martes de cada mes, lo viene a operar espiritualmente un otorrino brasileño fallecido, el que le está raspando el tumor”.

Hay algunas indicaciones pedidas por los monjes, los que dicen relación con procurar que la habitación en donde se hará la intervención tiene que tener todos sus elementos de color blanco, desde sábanas, hasta el cobertor y la ropa de dormir. Además dos días antes de la operación el paciente no debe consumir nada pesado, por ejemplo, carne. Al mismo tiempo debe ingerir agua purificada durante tres días. 

La madre cuenta que este procedimiento con los monjes ha traído para su hijo consecuencias positivas, “ya no tiene dolores antes de agosto tenía mucho dolor en los brazos, en la columna y era porque el tumor estaba expandiéndose en el cuello y estaba alcanzando las articulaciones. Además antes se le adormecían los brazos, la nuca, no podía levantarse, ahora dejó de tomar tramadol. La fe ha servido mucho”. 

Tras semanas de haber incorporado estas opciones, asegura que su hijo ha tenido cambios notables que van desde su ánimo hasta mejorías en su voz. “actualmente se ha sentido bien, es un cambio muy grande. Está respirando mejor”.

Además menciona que Mauricio está consciente de lo bueno que ha sido este tratamiento natural tanto en su apariencia física, como en pequeños detalles de su día a día, ya que incluso hace unos días pudo tragar alimentos sólidos. “Eso quiere decir que hemos estado bien en el aspecto de ser constantes con los remedios”.

La prueba de fuego será en los próximos días, cuando  a través de un control médico se pueda ver realmente el grado de evolución que ha tenido gracias a este tratamiento alternativo. Una resonancia magnética en su cuello y otra de cuerpo completo permitirá ver la dimensión de su tumor. “Es algo tan grande que esperamos, tanto él como nosotros como familia, saber que las cosas las estamos haciendo bien y así saber que va mejorando. Sentimos que este es el camino”, concluye. 

 

 

 

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