María Angélica Ahumada tenía 50 años y trabajaba en la feria mayorista de Ovalle, Claudia era su única hija.
Un camino largo y amargo ha debido recorrer Claudia Díaz Ahumada luego del fallecimiento de su madre el 12 de enero de 2014 en el hospital Antonio Tirado Lanas de Ovalle, debido a una negligencia médica.Un recorrido que el pasado 3 de abril dio sus frutos, esto pues el Tercer Juzgado de Letras de La Serena confirmó en primera instancia la sentencia que obliga al nosocomio local a indemnizar a Claudia y a la pareja de su madre, Omar Egaña con la suma de 50 y 20 millones de pesos respectivamente.Si bien la indemnización no podrá reparar el dolor de haber perdido a su madre Claudia asegura que este tipo de demandas sirven para tratar de minimizar los casos de negligencia médica. “Cuando somos víctimas de una negligencia médica, y realizamos una demanda civil lo que uno como víctima desea es que se reconozca la falta de servicio que provocó la muerte de tu un ser querido”, explicó la demandante, agregando que “tenemos una atención tan mediocre en nuestro hospital que está provocando la muerte de muchas personas, por eso uno realiza este tipo de demandas para que de alguna manera esto no quede en impune”.Claudia Díaz después del fallecimiento de su madre debió someterse a diferentes terapias debido a la grave depresión en la que cayó. Luego de este hecho, se contactó con la agrupación de víctimas de negligencia ‘Denuncia Hospital Ovalle’, quienes la asesoraron en la demanda, “Con esta indemnización no nos están pagando por vida humana, no están pagando la vida de una madre, porque no tiene precio. Lo que indemnizan es el daño moral que te provocaron. Esto puede ayudar para tener un poco de satisfacción después de tanto sufrimiento, un poco de alegría en algunos ámbitos, porque el daño no lo reparan jamás, nosotros tenemos que aprender a vivir con este dolor, por eso es una indemnización, no porque nos estén pagando la vida humana”, indicó.
LA NEGLIGENCIA
María Angélica Ahumada de 50 años llegó junto con su hija, Claudia, al hospital de Ovalle el 12 de enero de 2014 con mucho dolor de estómago. Según relata su hija, María Angélica fue atendida por un estudiante en práctica. “Mi mamá venía con mucho dolor de estómago al hospital, en ese momento la atiende un interno, que es un estudiante en práctica, yo no me di cuenta, pero yo no iba a ir con esa desconfianza. Bueno ese día llegó y este niño, que no tenía a ningún médico al lado, le dijo a mi mamá que tenía una gastroenteritis aguda y le inyectó un medicamento que sinceramente acabó con la vida de mi madre en 10 minutos, porque mi mamá se murió en mi casa, cuando llegamos del hospital”.Según señala Claudia el medicamento suministrado por el estudiante aceleró el pre infarto que su madre tenía en ese momento, además de ser contraindicado para personas con hipertensión, la cual padecía su madre.
AGRUPACIÓN DE VÍCTIMAS DE NEGLIGENCIA
Para llevar a cabo la demanda, Claudia Díaz se asesoró con la agrupación “Denuncia Hospital Ovalle” que acoge a víctimas de negligencia médica y que hasta la fecha ha logrado obtener indemnizaciones para alrededor de ocho víctimas.Carmen Berríos, miembro y mentora de la agrupación, indicó que “nosotros tenemos ya ocho casos ganados y tenemos unos 6 o 7 que están en proceso de tribunales y otros que se van recibiendo”. Berríos enfatizó que “todos los casos son por daños en el tema de la falta de atención en salud, una gran mayoría con resultados de muerte”.
LA INDEMNIZACIÓN
La indemnización de perjuicios fue en favor de dos personas, por un lado Claudia, la hija única de María Angélica con la suma de 50 millones de pesos y para Omar Moreno, pareja de la víctima con 20 millones de pesos.
