Luego de un año intentando superar la pandemia por covid-19, familias de distintos estratos económicos y sociales deben revisar sus costumbres, convivencias y manera de llevar el confinamiento. Pues sii bien las condiciones favorables al interior de un hogar pueden ayudar a superar el confinamiento de una u otra manera, los contextos sociales adversos generarán mayores niveles de tensión en otras familias
El médico psiquiatra y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Provincial de Ovalle, Bruno Barahona, explicó a El Ovallino cómo fueron los inicios de los servicios de psiquiatría en la provincia del Limarí.
“Todos los estados de emergencia provocan un estrés importante en la población, de hecho la Unidad de Psiquiatría se creó a raíz del terremoto de Punitaqui de 1997, cuando se evidenció la importancia de la psiquiatría y la salud mental en el Hospital de Ovalle. Es sabido que los estados de catástrofe y emergencia provocan un estrés importante en la población, y tiende a aumentar la patología psiquiátrica en estas condiciones”, recordó el galeno.
Destacó el especialista que en las poblaciones más vulnerables esta situación de ansiedad y estrés son más exacerbadas. “Los determinantes sociales de la salud señalan el concepto de que son las condiciones sociales principalmente las que provocan una mayor o menor cantidad de patologías en la población. Si a este estado de emergencia se le suma las carencias, la precariedad o la pobreza, por supuesto que esa población estará mucho más afectada, mucho más susceptible de que aparezcan patologías psiquiátricas en los ciudadanos”.
¿En estas condiciones el comportamiento puede ser más errático en la casa?
-“Claro, si además de carencias hay hacinamiento, sumado al estrés del estado de emergencia y otros factores como el desempleo y las condiciones de vivienda, porque no es lo mismo pasar un estado de emergencia en una mansión que en una casa de 40 metros cuadrados con cuatro hijos y uno de los padres desempleados por la misma emergencia. Las condiciones sociales son tremendamente determinantes para poder sobrellevar o no de manera adecuada este estado de emergencia”.
Consultado acerca de las señales que puede percibir una persona o una familia con respecto al momento en el que se hace necesario acudir a los especialistas en salud mental, Barahona señala que en gran medida va a depender de cada familia.
“Primero hay que aclarar que la vía para solicitar ayuda en salud y en salud mental tiene que comenzar con la Salud Primaria. Es decir, si una familia se siente aquejada porque ve que algún miembro de la familia está sumamente estresado o desanimado o que haya aumentado la cantidad de conflictos dentro de la familia a propósito del confinamiento del estado de emergencia. Es importante que soliciten ayuda a la Atención Primaria de Salud, y en el caso de que esa instancia se vea sobrepasada en la especialidad de la ayuda que necesitan entregar, debieran ellos derivar a un nivel de especialidad para nosotros poder ayudar también a las personas que padecen”.
Señaló que hay algunas recomendaciones que se deben atender para superar la ansiedad y el estrés del encierro por condiciones sanitarias.
“La convivencia en armonía en la familia es muy importante para poder sobrellevar una experiencia de confinamiento. Por supuesto hay familias que son un poco más vulnerables a poder vivir en armonía, hay familias que son un poco más conflictivas entre ellos, así que la sugerencia sería velar por tener unas formas de relaciones armónicas, amorosas. En nuestro sistema familiar es el subsistema parental quien debiera estar a la cabeza y poder guiar a la familia en el sentido de buscar estar en armonía familiarmente”, puntualizó.
Reiteró el llamado a buscar asistencia médica cuando las familias sientan que se incrementan los niveles de conflictividad interna.
