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A raíz de la gran cantidad de lluvias que se registraron durante el 12 de mayo de 2017, se ocasionaron grandes estragos a nivel local. Víctimas fatales, problemas de conectividad en localidades, damnificados y albergados, además de la interrupción del servicio potable, fue el saldo de la jornada que movilizó a la comunidad y a las autoridades.

Un día difícil de olvidar para los limarinos ocurrió hace ya dos años. El 12 de mayo de 2017 un grave temporal afectó a la zona, provocando víctimas fatales, inundaciones, cortes de rutas y hasta la interrupción del suministro de agua potable.

Lo más lamentable de la jornada fue sin duda la muerte de dos víctimas de sexo masculino. Durante la mañana de ese viernes en la localidad montepatrina de Pedregal de Rapel en el Río Tomé, un vehículo intentaba cruzar el caudal. La camioneta fue arrastrada por las aguas y dos de sus tres ocupantes resultaron fallecidos.

Esa jornada una de las postales más impactantes ocurrió en el Embalse Recoleta. Durante la tarde y producto de las intensas lluvias, una sección de la pared construida hace más de una década  sobre la muralla histórica del embalse por los canalistas, simplemente se derrumbó, aumentando así el torrente del Río Limarí, lo que provocó gran afectación por ejemplo, en zonas como el Parque Recreacional Los Peñones.

La situación fue tan preocupante, que la gobernación de Limarí, había anunciado evacuación preventiva para todas las personas residentes del sector ribereño tanto en la Quebrada de Villaseca, como  en lugares aledaños (Huamalata, San Antonio y hasta Potrerillo Bajo)

De esa forma durante esa tarde un mensaje en teléfonos móviles, además del trabajo de Bomberos y Carabineros, permitieron alertar a la comunidad de la necesidad de evacuar rápidamente las zonas cercanas al cauce.

Durante la jornada también se realizó una evacuación con al menos 12 personas seque se habían mantenido aisladas en la ribera del Río Limarí. Ellos fueron rescatados y atendidos por personal SAMU  para realizar un chequeo médico y descartar lesiones.

Mientras que localidades como Chalinga se vieron divididas por la crecida del estero, Potrerillos Bajo se quedó sin acceso directo a Ovalle luego que una pasarela quedara inutilizable y dos puentes fueran llevados por la corriente.

Hasta el cierre de la edición de El Ovallino correspondiente al día 13 de mayo, más de 120 milímetros habían caído en Ovalle durante tres días, 142 en Punitaqui, 195.6 en Monte Patria, 183.9 en Combarbalá y 109.

Conforme transcurrían las horas, las primeras informaciones hacían referencia a diversos grados de afectación en las distintas comunas de la provincia. En Punitaqui fueron 64 los carabineros y 32 los efectivos del Ejército que arribaron para desarrollar labores de apoyo a personas damnificadas.

En la misma comuna durante esa jornada se reportaron dos viviendas destruidas en el sector del Ciénago, una familia albergada y diez evacuadas y problemas en distintos APR’s.

En cuanto a Monte Patria, se reportaban cerca de dos mil personas con grados de afectación producto del temporal, entre ellos al menos 10 personas albergadas. También se registraron desmoronamiento de canales, cortes de carretera y de puentes, además de aislamiento en localidades.

En el caso de Combarbalá, se informó también de cortes en rutas como la D-605 y D-55. Mientras que en Río Hurtado,  la situación se tornó cada vez más crítica con el paso de las horas debido a problemas de conectividad vial y telefónica. Al mismo tiempo, varios caminos y pueblo aledaños quedaron aislados por la crecida de quebradas.

 

 

 

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