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La misma paciente había publicado en sus redes sociales la negativa de los médicos a trasladarla hacia Santiago, donde tendría mejores oportunidades de tratamiento y de alcanzar un trasplante de riñón que pudiera salvarle la vida

No logró ganar la batalla contra el tiempo. No recibió el trasplante ni su traslado a otro centro asistencial que le brindara alguna esperanza de seguir viviendo.

La mañana de este viernes, familiares confirmaron la muerte de la joven madre ovallina Melina Robledo, quien luchaba en Iquique por recuperar su deteriorada salud luego de varios meses complicados en los que no habría recibido un diagnóstico claro y mucho menos un tratamiento médico adecuado.

Familiares y amigos habían organizado en las últimas semanas diferentes actividades para reunir fondos necesarios para su tratamiento, con la esperanza de que fuera trasladada hasta Santiago y que tuviera mejores oportunidades en su recuperación, incluso pensando en un eventual trasplante de riñón que pudiera solucionar los problemas hepáticos sufridos en los últimos cinco meses.

En su propia cuenta de Facebook, Robledo había denunciado apenas el 6 de enero que su caso no estaría siendo bien atendido y que los médicos se habían negado en diferentes oportunidades a solicitar su traslado a la capital, siendo que los tratamientos recibidos en Iquique eran cada vez menos efectivos.

 “Hoy en día arrastro varias enfermedades, una fibrosis en el corazón, una falla renal la cual estaría en etapa 5, es terminal, por lo que necesito un trasplante de riñón urgente, y sufro una esclerosis sistémica que gracias a Dios ahora está controlada. Tengo que decir que en diálisis me han tratado súper bien, pero esta máquina me está consumiendo. Hace cinco meses pesaba ente 75 y 80 kl, hoy estoy en 42 y no he podido recuperar peso. Tengo una hija de cinco meses la cual no puedo levantar porque no tengo fuerzas, no tengo musculatura”, escribió Melina en su red social.

Señaló que su pareja, Jhonatan Rivera, solicitó en distintas oportunidades un traslado que nunca se autorizó y que nunca pudieron ofrecer un diagnóstico certero de su condición clínica.

Sus familiares se estarían trasladando a Iquique, donde la joven vivía desde hace cinco años, para las diligencias de rigor.

 

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