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Durante cinco días alumnos diversas ciudades, trabajaron arduamente en conjunto con la comunidad limarina, específicamente en 16 hogares a los que prestaron su apoyo para mejorar viviendas y espacios comunitarios en  las localidades de Carén, Rapel, El Palqui y Huatulame.

Como todos los años el Instituto Universitario Santo Tomás, se organiza con docentes y alumnos para realizar labor social extracurricular. Este evento estuvo paralizado dos años consecutivos por pandemia, sin embargo, el 2022 comenzó con gran ímpetu para estos jóvenes.

Un grupo de 80 estudiantes provenientes de la zona Centro-Norte del país, Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, La Serena, Ovalle, Viña del Mar y Santiago, llegaron hasta la comuna de Monte Patria para participar en trabajos voluntarios de verano organizados por la Dirección de Asuntos Estudiantiles del establecimiento de Educación Superior, la Municipalidad de Monte Patria, Edeco y habitantes de la zona.

El trabajo se realizó por cinco días, en los que los participantes se esforzaron al máximo para contribuir en mejorar la calidad de vida de 16 familias de la comuna, realizando reparaciones de casas y embellecimiento en las áreas comunes de las localidades.

 

Experiencia Cultural

 

Alumnos del área Social, Construcción, Teens, Derecho, Informáticos, Agrícolas, entre otros, se vieron inmersos en compartir e intercambiar culturas y viviencias de distintas provincias, unidos mancomunadamente para un fin común.

El estudiante de Ingeniería en Informática y Jefe de Comunidad en el proyecto, Adán Andrés Pizarro, comenta el significado que este proyecto dejó a su experiencia social.

 “Este tema del trabajo comunitario enriquece el alma y el espíritu, son muchas cosas nuevas y muchas cosas que tenemos que aprender de gente que no tienen la misma situación que nosotros, muchas veces pasan por escasez hídrica, por escasez de recursos monetarios, por una vivienda maltrecha por no tener un baño decente, no tienen una ducha y si la tienen están en precarias condiciones. Es un golpe cultural muy grande a los casos que vimos y también un choque cultural muy grande entre diferentes regiones, o sea, tenemos jóvenes que vienen desde Iquique, Santiago, Antofagasta, Copiapó y los dueños de casa con los que compartimos en La Serena y Ovalle. Nos dimos cuenta que nosotros mismos a pesar de que pertenecemos a una misma institución, no somos iguales culturalmente y qué el ambiente y el trabajo nos haya enriquecido, afrontado también la diversidad cultural que había en la zona, en este caso fue Monte patria en las cuatro localidades; Rapel, Karen, Huatulame y el Palqui, es enriquecedora más no poder”.

Por su parte la Directora de Asuntos Estudiantiles en Santo Tomás, sede Ovalle, Priscila Araya, resalta el significado mismo de la actividad y el crecimiento personal que repercute en cada uno de los estudiantes durante y luego de la actividad.

 “Para nosotros esta actividad es muy significativa ya que busca enriquecer la vida académica y complementar la formación con el aporte de la actividades extracurriculares, éstas cómo trabajo voluntario respeta mucho el trabajo en equipo, trabajo colaborativo entre las áreas, pero para los estudiantes y los mismos beneficiarios, lo que se comparte en el día a día y por lo que se aprende desde el trabajo mismo en estos cinco días fue muy intenso, así que estamos muy felices con los casos que se terminaron exitosamente”, comenta.

 

Trabajo Comunitario

 

El trabajo se realizó por cinco días y aunque se vea poco tiempo, este comenzó meses atrás con organización, convenios, permisos y apoyo de diferentes entes y empresas. La mayoría de los trabajos fueron de construcción y se les realizaron a los 16 hogares, como revestimiento, barandas y estructuras de baños.

Asimismo, el día seis de enero se realizó la Feria de Servicio en la Plaza del Palqui, donde las carreras de Tens y Kinesiología, prestaron servicio y ayuda a la comunidad.

“Revisar los casos sobre todo el tema de las viviendas, comprar material, realizar convenios con la municipalidad, los traslados de los chicos que venían de Arica, Iquique, hay un trabajo gigante de meses atrás. Los hogares estaban en una situación difícil, estructural, social y económica, entonces se intervenía directamente con las familias y aparte obviamente el trabajo de construcción que se hacía, también se hizo un trabajo muy importante en el ámbito social de intervenir de la mejor forma posible y profesionalmente a estas familias que necesitaban hablar; conversar, saber más cosas, están muy alejados incluso de la zona céntrica del mismo pueblo, entonces se trató de hacer lo mejor posible en las casas y en los espacios de comunidad como sedes o plazas, se hizo embellecimiento”, explicó Pizarro.

 

 

 

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