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La menor realiza tragos de coctelería en su emprendimiento “Otra Onza”, mientras que la mayor se especializa en la elaboración de pizzas caseras con “Mezzaluna”. Catalina y Rosario Yagnam, ambas están unidas por un lazo sanguíneo, pero también por la gastronomía y las ganas de generar ingresos en medio de la crisis sanitaria que azota al país.

Por Viviana Badilla Vargas.

Un complejo panorama sanitario y económico se está viviendo actualmente en el país. Y es que son miles las personas que se han visto perjudicadas de la peor manera debido al coronavirus.

Es por esta razón, que han nacido cientos de emprendimientos en diferentes sectores de la comuna. Los cuales han sido un gran pasatiempo para poder “soportar” la cuarentena y también una ayuda económica para quienes se encuentran en una difícil situación.

Tal es el caso de las jóvenes ovallinas Catalina y Rosario Yagnam, quienes iniciaron sus emprendimiento en plena pandemia.  Esto con el objetivo de generar ingresos, entregar un servicio gastronómico y satisfacer la necesidad de “distracción” de sus clientes.

“Nuestro emprendimiento se llaman Mezzaluna y Otra Onza. El primero nació, ya que mi hermana hace muchos años comenzó a hacer pizzas para la familia y se dio cuenta que era algo que le gustaba y que a la vez complacia a quienes la probaban. Por otra parte, yo estudié gastronomía en la universidad y me vi muy interesada por aprender de coctelería y tomé un curso de bartender y encontré una pasión oculta”, afirmó Catalina.  

Ambos productos se enfocan en la utilización de componentes naturales para su elaboración. Por ejemplo Mezzaluna tiene como objetivo que sus ingredientes sean en su mayoría vegetarianos, para de este modo ayudar al medio ambiente y su ecosistema. Mientras que Otra Onza, en la venta de una gran gama de tragos preparados en formato un litro.

“Tratamos de combinar distintos sabores con ingredientes llamativos en nuestras recetas de pizzas. A su vez, cada cóctel va con su respectiva decoración, con el fin de poder entregarle a la persona la experiencia de que se está tomando un cóctel de bar en su propia casa”, aseguró.

Del mismo modo, las medidas que han adoptado estas emprendedoras, se enfocan en desinfectar e higienizar sus materiales, implementos y sus puestos de trabajo, ya que deben velar por su salud y el bienestar de su fiel clientela. 

“El uso de mascarillas y guantes al preparar nuestros cócteles y pizzas, es otra de las medidas que utilizamos continuamente para evitar algún tipo de complicación con respecto al virus. Y claramente son objetos que seguiremos ocupando post pandemia. Al momento de la entrega siempre preferimos el pago por transferencia, le pedidos a nuestros clientes utilizar mascarillas, tener el menos contacto posible”, enfatizó.

Por otro lado, ambas se vieron afectadas en el ámbito personal y financiero producto de la crisis sanitaria, ya que debido  al toque de queda y las cuarentenas obligatorias perdieron sus puestos de trabajos, los cuales eran de gran importancia económica para ellas.

“Nuestras rutinas cambiaron drásticamente, las dos perdimos nuestros trabajos. Y como consecuencia cambiaron todos nuestros planes. Además, hemos estado separadas de nuestra familia y amigos, pero a la vez destacamos que gracias a esto han reflotado nuevas ideas y mantenemos nuestras mentes ocupadas con este proyecto que nos enamora. Y lo más importante es que nos tenemos la una a la otra”, finalizó Catalina.

FRASE: “Juntamos nuestras ideas y así empezamos con esta pyme. Siempre  con la intención de que las personas disfruten de un rico momento en la comodidad de su hogar en nuestra querida ciudad y sus alrededores”. Catalina Yagnam, emprendedora.

 

 

 

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