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Luego de un embarazo normal y un parto sin complicaciones, la salud de la joven ovallina se debilitó a tal punto que ha pasado más tiempo hospitalizada que pudiendo atender a su bebé. Buscan opciones para lograr un trasplante de riñón.

“Es una situación muy difícil, muy complicada”, dice sin rodeos Jonathan Rivera, al ser consultado por la salud de su pareja, la joven ovallina Melina Robledo.

Y es que tras un embarazo sin problemas, y un parto sin inconvenientes, nadie podía presagiar que la salud de la joven se complicaría a tal punto de tener que solicitar ayuda públicamente para intentar un traslado médico a Santiago y más aún, buscar la posibilidad de un trasplante de órganos.

Hace unos cuatro años la joven de ahora 24 años decidió buscar en Iquique nuevos horizontes, consiguiendo trabajo y además una pareja con quien tiene una hija que nació en medio de la pandemia.

“Ella pasó su embarazo bien, todo iba normal con su salud, la bebita nació el 29 de julio y hasta el momento las dos estaban sanas. Después de recibir el alta estuvimos 15 días en casa, pero un día comenzaron sus dolores y tuvimos que llevarla a un hospital. La llevamos a urgencia y en la madrugada nos dijeron que tenía líquido en los pulmones, por lo que quedó hospitalizada por 20 días”, narró Rivera, indicando que nunca ha tenido covid-19 ya que en todo el proceso le han hecho varias pruebas para descartarlo.

Señaló que en esa primera ocasión habría perdido unos 20 kilos de peso.

“Ella está diagnosticada con una enfermedad autoinmune que es capaz de atacar su propio organismo y que ya ha atacado a sus riñones y pulmones. Cuando salió esa primera vez salió con el compromiso de hacerse diálisis tres veces por semana por tener daños severos en los riñones y en los pulmones”.

Luego de eso serían los intestinos quienes comenzaron a reportar inconvenientes, y tras realizar una biopsia determinaron que se trataría de la Esclerosis Sistémica.

“Cuando tuvimos que hospitalizarla de nuevo estuvo un mes en el hospital, hizo dos paros cardiorespiratorios y tuvo que permanecer varios días con ventilación mecánica. Salió de alta, estuvo en la casa un día, y volvió a caer. Sería otro mes hospitalizada. Desde que nació la bebé ha pasado más tiempo en el hospital que en la casa”.

Indicó Rivera  que en esta ocasión salió de alta un poco más estable, pero con muchos exámenes pendientes. Destacó que salió muy delgada, muy débil, con poca tolerancia a las comidas y a los líquidos ya que muchos alimentos le provocan nauseas.

Solicitando ayuda

Tras el cuadro clínico de su pareja, y la difícil situación económica y laboral en la que se han encontrado, la joven pareja ha buscado algunas alternativas sociales y médicas.

“Solicitamos que pudiera ser parte del programa de hospitalización residencial, pero eso no ha prosperado. Yo no he podido trabajar porque ella depende de mí. Ahora mi mamá me está ayudando con la guagua y no ha sido fácil. En el hospital de Iquique no me dan ninguna solución, porque planteamos el traslado a Santiago y nos dijeron que no, que no era viable. Aunque ellos mismos lo habían considerado. Pero luego lo rechazaron. La opción sería ver que le hicieran todas las pruebas para un trasplante de riñón”, señaló agregando que hay varios voluntarios entre la familia, aunque deban esperar por las pruebas de compatibilidad.

Reconoció que en los últimos meses han recibido ayuda para la bebé, han organizado actividades benéficas como bingos y platos únicos para reunir fondos y costear los exámenes, y que esperan poder recibir ayuda de cualquier tipo.

“Lo que queremos es ver si podemos recuperar su salud, para que pueda vivir bien, poder caminar, poder estar sana. Tiene toda una vida por delante y ni siquiera hemos podido aprovechar a la bebé”, indicó Rivera.

 

 

 

 

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Diario El Ovallino