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Misión Recicla y Recibet son dos negocios ovallinos cuyo motor principal es el reciclaje. Volver a darle valor a un desecho o formar parte de la cadena que permita que se reincorporen ciertos materiales a la industria es parte de su trabajo.

Por Estefanía González – El Ovallino

Cuidar el medioambiente a través de la reducción de las emisiones nocivas y desechos es uno de los compromisos que Chile adquirió mediante tratados internacionales, como muestra de ello, la eliminación de las bolsas plásticas en los supermercados y negocios o el hincapié que últimamente se ha puesto en campañas de concientización y educación que permitan una vida más sustentable y un desarrollo sostenible, favoreciendo la economía circular.

En Ovalle, los contenedores para la recolectar botellas plásticas, vidrios y la importante labor de los recicladores de base, además del punto limpio próximo a inaugurarse en la comuna han impulsado que la población esté más consciente del cuidado del medioambiente y quieran aportar con su granito de arena.

En ese sentido las empresas y emprendimientos ovallinos han visto una oportunidad de negocio, es el caso de Misión Recicla y Recibet, cuyo motor principal es el reciclaje. Volver a darle valor a un desecho o formar parte de la cadena que permita que se reincorporen ciertos materiales a la industria es parte de su trabajo.

Siete años de compromiso con el medioambiente

La economía circular es una de las mejores formas de disminuir la cantidad de basura que llega a los vertederos, principalmente de la industria, impulsando a la reutilización de materiales o al reciclaje de estos, ya que la basura de unos, se convierte en la materia prima de otros, esto muy bien lo sabe José Miguel Olivares de Recibet, una empresa, que desde hace siete años ocupa como materia prima el plástico reciclado.

“La empresas se llama Servicio Integral de Residuos Recibet, es una empresa familiar que se formó hace siete años”, explica Olivares, aclarando que su empresa se dedica al reciclaje de plástico, exclusivamente, utilizando parte de este mismo material como base para su producto estrella: las bolsas de basura, las cuales son utilizadas  principalmente por los hospitales de Coquimbo y La Serena.

“Durante el año 2019 reciclamos alrededor de 170 toneladas de plástico de la Región de Coquimbo y específicamente de acá de la Provincia de Limarí, de ese material hay una proporción que se muele y se valoriza en Santiago, eso aproximadamente es como el 60% de la producción de reciclaje”, indicó el empresario, agregando que “el otro 40%, es un polietileno de baja densidad que utilizamos para hacer bolsas de basura”.

Recibet confecciona alrededor de 15 toneladas de bolsas de basura al mes y gracias a un fondo de la Corporación de Fomento de la Producción, Corfo, podrán cuadruplicar su producción. Olivares explicó que se generó una inversión de aproximadamente 80 millones de pesos de los cuales 25 fueron aportados por Corfo, “eso nos permitió adquirir equipos en China, que debiesen llegar el viernes o sábado, con los que podremos cuadruplicar la producción, eso va a significar un crecimiento económico y un impacto a la comunidad ya que podremos reciclar más plástico, reduciendo la cantidad de residuos que van a parar al vertedero y además generar empleo”.

Otra de las novedades de Recibet es que se encuentran en proceso para adquirir una certificación como empresa B, “esperamos en ser una de las primeras empresas de la región en el rubro del reciclaje en ser certificada como empresa B. queremos ser pioneros en este rubro y acreditarnos” indicó Olivares, argumentando que efectivamente la empresa tiene un triple impacto, social, medioambiental y económico.

Fortalecer el eslabón más débil

Si bien existe mayor conciencia ecológica por parte de las empresas y la población en general y también lugares donde se pueden ir a dejar ciertos desechos inorgánicos en la ciudad para su posterior reciclaje, la falta de tiempo o medio de transporte es una de las dificultades que enfrentan muchas familias y empresas que quieren reciclar. Felipe Pizarro se dio cuenta de esto y decidió hacer una empresa que se dedica justamente al transporte de desechos de un punto a otro.

Su idea es fortalecer “el eslabón más débil”, su emprendimiento, Misión Recicla se preocupa de la logística. “Hay iniciativa para reciclar, hay ganas de hacer cosas en las empresas, pero el punto que estaba faltando es la logística, que en el fondo es el traslado de todo lo que se podía reciclar hacia los puntos de reciclaje que tenemos hoy día en Ovalle”, explicó Pizarro.

Es así como, por un precio módico, hace la ruta del reciclaje, llevando los cartones, botellas y vidrios a los puntos de reciclaje, esparcidos por la ciudad. “Hay distintos lugares donde uno puede ir a reciclar hoy día, pero es muy complicada la ruta o engorrosa, el cartón se deja en ciertos horarios, hoy día el aceite es difícil reciclarlo, entonces hay que juntarlo, por lo tanto, lo que estamos haciendo con Misión Recicla es hacer retiros domiciliarios y hacer nosotros el proceso de entrega a los distintos puntos que hoy día reciben en Ovalle”.

Si bien tienen un costo asociado, que permite la operación de la empresa, su idea es que este valor no sea un impedimento para que más personas se motiven a reciclar. “La idea es aportar con ese granito de arena, para que la gente se incentive, es un emprendimiento que tiene un cobro para que sea autosustentable la idea es que sea lo mínimo para que la gente se pueda motivar e incentivar a reciclar”.

El impulsor de Misión Recicla agregó que el objetivo es “disminuir la basura que va al vertedero y generar ese eslabón de la cadena que está faltando. Queremos generar una red para culturizar a la gente en Ovalle de cómo podemos reciclar y que podemos reciclar y todo lo que sea relacionado con el medioambiente, también queremos asociarnos con emprendimientos que utilicen reciclado, para ir generando una economía circular”.

 

 

 

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