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Escuelas de la provincia cuentan con un programa especializado en medir las condiciones físicas y cognitivas de los alumnos y diagnosticar cuáles factores pueden ser considerados como una barrera en su aprendizaje, para aplicar estrategias que ayuden a la correcta inclusión en el sistema educativo. Educadoras diferenciales, psicólogos, kinesiólogos y fonoaudiólogos, entre otros especialistas, participan del proceso educativo

El planteamiento de la igualdad de oportunidades se hace realidad cada vez que a un niño con dificultades para su aprendizaje se le ofrecen todas las condiciones para que, en su individualidad, pueda ser igual a los demás.

Así lo han entendido las autoridades educativas en los últimos años, cuando en 2009 se dictó un decreto que establecía las condiciones para que se formaran y regularizaran los Programas de Integración Escolar (PIE), departamentos encargados de ofrecer las herramientas profesionales a los niños y jóvenes que así lo requieren.

El PIE tiene por propósito entregar apoyos adicionales (en el contexto del aula común) a los estudiantes que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE), sean estas de carácter permanente o transitorio, favoreciendo con ello la presencia y participación en la sala de clases, el logro de los objetivos de aprendizaje y la trayectoria educativa de todos los alumnos.

Firma ovallina

En la comuna de Ovalle dicho programa está presente de manera permanente en 47 establecimientos educacionales municipales, con una cobertura formal de 2.575 niños con NEE, equivalente al 20.15 % de la población escolar. Además, cuenta con el Colegio Especial Yungay que atiende estudiantes con NEE de tipo permanente, con una matrícula total de 102 estudiantes, lo que representa el 0.79% de la matrícula municipal total.

La coordinadora comunal de Educación Especial del Departamento de Educación Municipal de Ovalle, kinesióloga Jacqueline Aguirre Gálvez, señaló que la iniciativa se traduce en estrategias pedagógicas diversificadas, recurso humano especializado, capacitaciones para los docentes y materiales educativos pertinentes a las necesidades de los estudiantes y que odos estos apoyos están centrados en los procesos de enseñanza aprendizaje, en el marco de las bases curriculares y de la flexibilidad y diversificación de la enseñanza.

“El PIE contribuye al proceso de inclusión y al mejoramiento continuo de la calidad de la educación, potenciando sus objetivos e implementación a través de sus articulación con las líneas estratégicas del PME y particularmente con acciones tendientes a instalar o consolidar prácticas y estrategias que favorezcan la presencia en la sala de clases, la participación y el logro de los aprendizajes esperados, de todos y cada uno de los estudiantes”.

Experiencias diversas

Distintos profesionales laboran en el programa, apoyándose en los colegios para abarcar la mayor cantidad de niños con NEE.

Juan Narváez Valenzuela es fonoaudiólogo del PIE y labora en el colegio de Administración y Comercio de El Ingenio y en la Escuela de Los Olivos.

Sobre la importancia de recibir atención integral, destacó Narváez que en la individualidad de los estudiantes es importante poder determinar en las escuelas, a través de los equipos, quiénes son los estudiantes que presentan dificultades de aprendizaje y cuáles son esas barreras.

“Hoy en día los niños tienen que ser vistos desde todos los puntos de vista para que puedan tener una participación y una formación continua dentro de la etapa escolar, para que haya deserción y se sientan partícipes del aprendizaje escolar”.

En tanto la psicóloga Jocelyn Araya Adaros, quien se desempeña en el programa en la escuela Heberto Velázquez de Huamalata y en la Escuela de El Trapiche, destacó que el programa está dirigido a estudiantes que tienen necesidades educativas de tipo transitorias o permanentes. “Entendiendo que las primeras son las que se presentan en ciertos períodos de la escolarización de un alumno, y que pueden disminuir o incluso desaparecer con un plan de trabajo articulado entre la familia, la escuela y los profesionales involucrados, como algunos trastornos de déficit de atención y de lenguaje”.

Por su parte la kinesióloga Scarlett Rodríguez Segovia, quien trabaja en la Escuela Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas, al ser consultada sobre la evaluación y atención para los niños, explicó que cada integrante del programa cumple la función de evaluar una función específica de acuerdo a las características que presenta el estudiante, siendo ésta una barrera que hay que sortear.

“De acuerdo al área kinésica educativa, la pesquisa se realiza de acuerdo a una observación pertinente en el aula de clases, que luego generan necesidades sensorio-motrices o neurológicas. Estas barreras generan que el estudiante tenga una respuesta de búsqueda dentro del aula, lo que puede ser más sensorial, buscando a través del movimiento o de ruidos, o que presente una necesidad postural en la que el estudiante pierde energía y tiempo en controlar su cuerpo y que por eso pierde la atención de la clase, lo que le genera desconcentración e incluso a veces busca salir de la sala”.

Mejorando la comunicación

En el área fonoaudiológica, Narváez señala que su principal función es evaluar a comunicación, el lenguaje y el habla en los alumnos.

“Primero hacemos una pesquisa con una pauta de observación que entregamos a la docente del aula, quien deriva a los estudiantes que considera que son propicios para una evaluación. Posteriormente entrevistamos a la familia, quienes entregan una información súper relevante acerca del desarrollo del lenguaje que ha tenido el niño. Con eso hacemos las evaluaciones para medir la expresión del lenguaje y la comprensión de la ideas”

Destacó que hay pruebas estandarizadas según la ley, para conocer su nivel de comunicación y determinar si tiene dificultades para expresar oraciones o para comprenderlas.

“Es importante medir estas condiciones en la educación parvularia o la educación básica porque todas estas capacidades lingüísticas de los niños, repercuten en el aprendizaje escolar. Si un niño no ha logrado desarrollar el lenguaje de manera más favorable va a tener dificultades en el proceso de lectoescritura, por eso es tan importante evaluar y detectar estas dificultades tempranas”.

 

 

El valor de las Aulas Kinésicas

Dentro de las estrategias comunales e iniciativas propias del Departamento de Educación se encuentra el Área kinésica Comunal, existiendo actualmente seis aulas en los establecimientos Fray Jorge, José Tomás Ovalle, Antonio Tirado Lanas, Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas y Marcos Macuada Ogalde y colegio especial Yungay.

Conformada por un equipo kinésico-educativo, que trabaja colaborativamente como parte del equipo multidisciplinario de los establecimientos educacionales, focalizando su intervención en todos aquellos niños, niñas y jóvenes que requieran de aquel apoyo específico  para progresar en el sistema educativo.

“El Área kinésica es una estrategia innovadora, que ha demostrado ser eficiente y eficaz en la atención de los estudiantes que requieren de esta atención. Iniciativa que es pionera a nivel nacional, existiendo en escasos establecimientos a nivel país. Siendo hoy en  día una necesidad en las comunidades educativas”, apuntó la kinesióloga Jacqueline Aguirre.

El equipo lo conforman ocho kinesiólogos, seis psicopedagogas y técnico educación especial, que trabajan colaborativamente como parte del equipo multidisciplinario de los establecimientos educacionales, focalizando su intervención en todos aquellos niños, niñas y jóvenes que requieran de aquel apoyo específico para progresar en el sistema educativo. Además, se cuenta con cinco transportes municipales para los estudiantes y sus padres, facilitando su traslado desde las aulas kinésicas a sus establecimientos y viceversa.

“El apoyo consiste en una intervención semanal individual, con una hora de duración, durante todo el período escolar. El tiempo de la intervención va a depender de los objetivos planteados en la evaluación inicial, el diagnóstico  y la evolución personal de cada estudiante intervenido (mínimo un año académico). Abarcando la discapacidad motora, retraso en el desarrollo psicomotor y dificultades en el procesamiento sensorial, asociados a un diagnóstico descrito en el Decreto N° 170. Además, en conjunto a la estimulación sensoriomotriz, se realiza el apoyo cognitivo, a través de actividades enfocadas a desarrollar Habilidades Cognitivas Superiores”, indicó.

Agregó que lo novedoso de las intervenciones realizadas por las duplas kinésico-educativas es que el equipo apoya y rehabilita a través de ejercicios y juegos guiados, entregando a los estudiantes intervenidos conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para desarrollar las tareas cotidianas que por alguna disfunción sensoriomotriz o un entorno discapacitante, no pueden ser realizadas con la autonomía requerida.

“Se interviene en un espacio amigable, llamativo, acogedor y novedoso, dentro del contexto educativo, ajeno a lo que significa una terapia en un ambiente menos acogedor como hospitales, consultorios u otros centros, sino que se realiza en un ambiente escolar y social conocido, utilizando actividades lúdicas, con un propósito educador y rehabilitador, mejorando condiciones físicas, cognitivas, sensoriales y psicosociales del estudiante”, puntualizó la especialista.

 

 

 

 

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