• En la imagen se puede apreciar el terreno ubicado al final de calle Tocopilla, el cual día a día recibe desperdicios y visitas de personas que ahí se refugian para consumir droga.
Crédito fotografía: 
Kamila M.
Suciedad, roedores, consumidores de droga y ladrones, son algunos de los inconvenientes que tienen los residentes de ese sector a raíz de ese terreno privado. Ellos aseguran que un buen cierre perimetral podría permitir al menos devolver la seguridad a su entorno.

Un sitio eriazo ubicado al final de calle Tocopilla, en Villa Las Palmas, tiene a vecinos con la paciencia más que colmada. Suciedad, ratones, ladrones y consumidores de droga, son algunos de los problemas que aseguran tener a raíz de ese terreno privado y el que consideran, un cierre perimetral “poco eficiente”.

El secretario de la junta de vecinos de Villa Las Palmas, Luis Godoy, contó que pese a que se trata de una propiedad privada, han recurrido a la casa consistorial local para canalizar su inquietud.  “La municipalidad ha venido a limpiar pero no dura mucho, ellos llamaron al dueño del terreno y él cerró con alambre, pero alguien los cortó y la verdad es que eso no es mucho lo que ayuda. El problema son los cierres, no solamente es en esta entrada (por calle Tocopilla), sino que atrás en la otra entrada (por el lado de la costanera) es lo mismo”.

Otro problema es la acumulación de desechos, “se está transformando en un basural clandestino. Además hay gente que viene a buscar escombros”.

Una de las aristas que los afecta con mayor preocupación es la que tiene relación con la seguridad, tanto en el tema de robos como de desconocidos que deambulan por el perímetro para consumir sustancias ilícitas. “A mi vecino (que colinda con el terreno) le han entrado a robar tres veces y a otro cuatro veces. A mí no me han robado porque tengo un perro. Además la gente va a drogarse en la noche”, mencionó Godoy.

El residente dice  que es tan compleja la situación que incluso hace cinco años atrás ahí se produjo un gigantesco incendio.

Carlos Plaza vive justo a un costado de este sitio eriazo. Él calcula que estas incomodidades se han prolongado por 10 o 12 años.

De hecho precisamente durante la visita a este terreno, nuestro medio pudo apreciar cómo un sujeto en actitud sospechosa deambulaba dentro del sitio y salía por el cerco que da hacia calle Tocopilla. “Esto es un pasadizo  permanentemente. Es un foco de delincuencia, pasan los ‘volados’ por acá, cortaron los alambres para entrar”, manifestó Plaza ante la situación evidenciada.

El vecino confiesa que muchas veces ha tenido que destinar parte de su tiempo para hacer aseo. “Vienen a echar escombros y siempre tengo que estar limpiando, de hecho si no lo hiciera esto estaría mucho más sucio”. Reconoce además que cada cierto tiempo debe cargar en su propia camioneta los desperdicios para así evitar que éstos se acumulen cada vez más a metros de su casa.

Debido a lo anterior es que el tema sanitario también es de cuidado, “andaban ratones grandes, ahora hemos visto lauchas chicas”.

 Otro problema que le genera  a Plaza, es que antisociales han trepado el muro para acceder a su vivienda. “Han entrado por lo menos 6 a 7 veces, eso a pesar de que puse vidrios y el muro es altísimo. Un día incluso pusimos espinos en el suelo del terreno pero las sacan”.

La oscuridad por la noche tampoco les brinda seguridad. “Acá y en la plaza que está cerca asaltan frecuentemente”. Frente a eso, contó que toman diversas medidas como, “no llegar tan tarde y andar por partes que son más iluminadas”.

El vecino dice que a veces se escuchan los gritos de quienes deambulan ahí por la noche, lo que no facilita conciliar el sueño. “Pasan toda la noche gritando los ‘volados’. A veces se ha escuchado que se amenazan entre ellos diciendo ‘te voy a matar’. Además se ponen a pelear, entonces sobre todo el fin de semana es complicado poder dormir”.

Eran tantos los problemas ocasionados por el terreno que tiempo atrás otros vecinos del mismo perímetro decidieron instalar una reja y así cerrar el pasaje y evitar el ingreso de sujetos atraídos por la oscuridad y el refugio que les brinda esa propiedad.

Respecto a la situación denunciada por vecinos, el alcalde Claudio Rentería, sostuvo, “compartimos la preocupación y la molestia de los vecinos. El terreno en cuestión ha sido limpiado en reiteradas ocasiones por personal municipal, pero se trata de un terreno privado, donde la municipalidad no puede hacer una intervención mayor. Lo que podríamos hacer sería notificar al propietario para que cierre el lugar".

 

 

 

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Diario El Ovallino