Cinco chilenos y dos extranjeros. Casos nuevos y antiguos. Cinco hombres y dos mujeres dejaron sus casas un día y no regresaron ni llegaron a su lugar de destino. Es como si se hubiesen evaporado sin dejar rastros. La PDI mantiene activos los archivos y sus familiares, vivas las esperanzas de que regresarán y se sabrá la verdad de su paradero.
Siete casos de personas desaparecidas mantiene abiertos la Policía de Investigaciones en la Región de Coquimbo, buscando dar con el paradero de hombres y mujeres cuyos familiares han advertido su súbita ausencia, sin que dejaran pistas ni esperanzas de lugares en los que pudiesen estar.
Son extravíos tanto antiguos como recientes, que mantienen a familias y amigos en vilo por no saber con certeza qué ocurrió con la persona, dónde está y en qué condiciones.
UNA DEUDA DE LAS POLICÍAS
Uno de los casos más emblemáticos y mediáticos en la zona es el del joven ingeniero argentino Marco Roldán Guzmán, quien desapareció el 6 de enero del año 2013 en el cerro Cancana, sector del valle de Cochiguaz, en la comuna de Paihuano.
El padre del joven, Luis Roldán, expresó a El Día lo que ha significado atravesar esta situación y buscar una respuesta que cada vez se hace más esquiva.
“Nosotros como familia tenemos claro que este ha sido un caso emblemático y un enigma increíble. Que un joven argentino que viene de turismo a Chile suba una montaña y después no sepamos nada de él… Allí comenzó una película de terror para nosotros. Hemos analizado otros casos y no hemos encontrado algo similar, sobre todo ocurriendo dentro de un predio privado, en un lugar donde se reúnen muchos jóvenes en invierno y en verano, y simplemente desapareció y nadie se hace cargo”, critica el padre del joven, sobre un caso que tras más de una década, sigue sin respuesta.
A su juicio, fue la cadena de errores cometidos en las primeras jornadas de búsqueda lo que permitió que las pistas, los sospechosos y las teorías se esfumasen, tanto como lo hizo el joven mochilero.
“¿Cómo es posible que el fiscal de ese entonces, Andrés Gálvez Kelly, haya dejado ir al francés que fue la última persona que estuvo con Marco, y que además no le haya tomado ni una declaración? Es algo inconcebible. Hubo muchas contradicciones, declaraciones. Se estuvieron tapando errores con otros errores. El celular no lo triangularon a tiempo, y no sabemos por qué no se hicieron esas cosas”, apuntó Roldán.
En su opinión, hubo una investigación llena de falencias y lo peor fue sentir que, a medida que pasaba el tiempo, no había voluntad de avanzar, ya que no se realizaban las diligencias necesarias.
“Había muchos elementos que se podían investigar, pero no se hizo. No se tomaron declaraciones, ni se siguieron líneas de acción. No entendemos cómo no hubo una investigación en profundidad, cómo se dejó todo con una mirada tan somera, tan superficial, como si no se quisiera investigar”, acusó.
Explicó que actualmente se han apoyado en el Estudio Jurídico Nelson Caucoto, de la capital, para reimpulsar las diligencias que puedan reabrir la investigación y concentrar las carpetas en una sola, considerando que este es el caso de persona desaparecida más conocido de la región.
ENIGMA DE PAREJA DE AMIGOS
Otro caso complejo y sin avances es el de María Rojas y Julio Muñoz, residentes de la comuna de Monte Patria. La pareja de amigos se reunió hace casi 11 meses para compartir y, como si se hubieran evaporado, no dejaron rastro alguno.
Sobre este caso, el subprefecto José Cáceres, jefe de la Brigada de Homicidios de La Serena, informó que las diligencias continúan y que los antecedentes se reportan al Ministerio Público para definir nuevas acciones investigativas.
“Desde que asumimos esta investigación, hemos desplegado diversas técnicas con el apoyo de unidades institucionales del país y de la Región Policial de Coquimbo. Hemos rastreado el sitio del suceso en varias oportunidades, incluso con el helicóptero institucional y canes especialistas en búsqueda de personas. Se han levantado evidencias, tomado declaraciones del círculo cercano y analizado el tráfico telefónico de ambas personas”, indicó Cáceres.
Rojas y Muñoz fueron vistos por última vez el 26 de agosto de 2024, en el sector de Huatulame, comuna de Monte Patria.
SIN RASTRO DESPUÉS DE DISCUSIÓN
Armando de la Cruz Jorquera Araya, chileno de 76 años, nacido en Pedro de Valdivia, con domicilio en la población Limarí, en Ovalle. Salió de su casa el pasado 30 de enero tras discutir con su esposa y anunció que se iría al sur del país. Arregló un bolso con ropa y artículos personales, pero dejó su teléfono celular y desde entonces no ha habido contacto.
RUTA MISTERIOSA
También se encuentra el caso de la joven haitiana Marc Manese, de 26 años, quien tenía domicilio en Recoleta, Región Metropolitana, pero se habría extraviado en la ruta hacia Vicuña. Su desaparición fue reportada en junio de 2021, cuando perdió comunicación con su familia y nunca llegó a destino.
CASI 10 AÑOS DE INCERTIDUMBRE
Otro caso conocido es el de José Luis García Cortés, serenense con domicilio en Álvarez Zorrilla, en Compañía Baja. Desapareció en septiembre de 2016. Su familia salió a trabajar y al regresar, José Luis ya no estaba. Pese a la denuncia y las investigaciones, su paradero sigue siendo un misterio.
AUTO COMPLETAMENTE INCENDIADO
Otro de los casos que sigue generando incertidumbre en la región es la desaparición de Carlos Díaz Gálvez, joven de 23 años, quien fue visto por última vez el 7 de diciembre del 2020 por su hermana, Katherine Rodríguez, en el sector de Las Compañías, en La Serena. Según ha relatado en diversas entrevistas, ambos mantuvieron una breve conversación antes de que Carlos se retirara a bordo de su vehículo.
Con el paso de los días, la familia recibió un mensaje a través de redes sociales que advertía sobre la presencia del automóvil en el sector de El Panul, en Coquimbo. Al llegar al lugar, se encontraron con una escena desoladora: el vehículo completamente calcinado y sin ninguna pista sobre el paradero del joven. Desde entonces, no se han obtenido nuevos antecedentes que permitan esclarecer el hecho.
Estos casos siguen siendo una herida abierta en la región. Para las familias, cada día sin respuesta es una eternidad. La esperanza se mezcla con la angustia, en la espera de que en algún momento, la justicia y la verdad lleguen.