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Viernes, Agosto 8, 2025

Presidente Boric encabeza emotiva despedida de minero Carlos Arancibia

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El mandatario ingresó y salió por una puerta trasera de la iglesia para evitar cualquier revuelo con su presencia y desviar el foco del momento, gesto que fue valorado por los familiares de la víctima, quienes desde un inicio han querido mantener un bajo perfil.

Hasta la parroquia San Juan Evangelista de Las Compañías llegaron familiares, amigos y autoridades para despedir a Carlos Andrés Arancibia Valenzuela, uno de los seis mineros fallecidos en la tragedia ocurrida al interior del yacimiento El Teniente, en la Región de O’Higgins.

En sus bancas, entre murmullos de oraciones y pañuelos empapados por lágrimas, familiares, vecinos, amigos y compañeros de faena despedían al minero de 34 años que soñaba con darle comodidades a su madre, tal como ella lo había hecho en su niñez y adolescencia cuando ambos se trasladaron a La Serena desde Rinconada de Los Andes.

La dimensión de la tragedia que golpeó al país quedó de manifiesto con la llegada ala ceremonia del Presidente Gabriel Boric, quien interrumpió su agenda para asistir personalmente a la misa fúnebre. Acompañado por la ministra de Minería, Aurora Williams, y autoridades regionales, el mandatario se fundió entre los asistentes, enfocando su presencia en el acompañamiento silencioso a la familia. Tras estrechar la mano de la madre y compartir palabras en voz baja, abandonó el recinto sin brindar declaraciones a la prensa, gesto con el que se buscó respetar el carácter íntimo del duelo.

En efecto, el mandatario ingresó y salió por una puerta trasera de la iglesia para evitar cualquier revuelo con su presencia, gesto que fue valorado por los familiares de Carlos Arancibia, que desde un inicio han querido mantener un bajo perfil, queriendo vivir su dolor de forma íntima.

Así lo indicó el vocero de la familia y primo de la madre de Arancibia, quien agradeció a las autoridades presentes y en forma especial al Presidente Gabriel Boric por el apoyo recibido.

“Su madre, ‘la negrita’, quiere escribir un comunicado que se dará a conocer en los próximos días. Hoy no está en condiciones de enfrentar a la prensa y desea una ceremonia íntima y tranquila, tal como era Carlitos: siempre tranquilo y queriendo ayudar, pero sin figurar”, relataba el familiar a las autoridades antes del inicio de la misa fúnebre.

El hombre explicó que están apoyando a la madre del malogrado minero, Carmen Valenzuela, y que no la dejarán sola. “Ella tiene hartos tíos del lado materno — son once hermanos — y velamos a Carlos en casa de mis abuelos, por lo que Carmen no ha estado sola. Carlitos no hubiese querido que ella pasara esto sola. Agradecemos también el apoyo psicológico brindado”, sostuvo el tío de Carlos.

SIMBOLISMO MINERO

La ceremonia, desarrollada en profundo recogimiento, alcanzó su momento más estremecedor con la llegada de los compañeros de trabajo del minero fallecido.

Ataviados con sus overoles de faena y cascos —recordando a su compañero o “cacherito”, como ellos se llaman — avanzaron en formación compacta convertida en escolta póstuma. Fueron los encargados de descender el féretro desde el carro fúnebre, transformándose luego en la guardia de honor durante el velatorio. La imagen sintetizó la crudeza de una profesión donde la solidaridad se forja en las entrañas de la tierra con extensos turnos y que muchas veces deben vivir el dolor de perder un compañero de faena.

RUTA DEL DUELO

El cortejo fúnebre había iniciado su viaje final el martes, trasladando los restos desde Rancagua hasta Las Compañías, en La Serena, donde la vivienda familiar se convirtió en epicentro del dolor vecinal.

Efectivamente, vecinos organizaron turnos espontáneos para acompañar a Carmen Valenzuela, mientras las flores acumuladas en el frontis testimoniaban el impacto de la pérdida.

Al término de la misa, realizada por el arzobispo de La Serena, René Rebolledo, retumbó en la iglesia el grito característico de hace quince años tras el accidente de la mina San José: “¡Mineros de Chile!”. El posterior traslado al cementerio de Las Compañías congregó una caravana de vehículos que avanzó bajo miradas respetuosas y aplausos desde veredas y ventanas de las casas colindantes.

PROFESIONAL Y RESPETUOSO

Carlos Arancibia era oriundo de Rinconada, provincia de Los Andes. Nacido en el hospital San Juan de Dios de esa ciudad del interior de la Región de Valparaíso e hijo único, sus raíces andinas se entrelazaron con su vida en la Región de Coquimbo al radicarse con su madre en Las Compañías. Exalumno del Colegio Salesianos y del Centro de Formación Técnica Perfecto de la Fuente en Rinconada, era descrito por sus cercanos como “una persona noble, amable y siempre dispuesta a brindar una sonrisa”, según recogió Diario El Día.

Simpatizante del Colo Colo —como gran parte de su familia paterna en Rinconada— y trabajador de la empresa Constructora Gardilcic, había escalado posiciones mediante capacitación constante.

“Se fue perfeccionando hasta ser un gran minero”, destacaron sus compañeros, subrayando su profesionalismo y carácter respetuoso.
Sus vecinos, en tanto, lo recuerdan como un niño callado, siempre pendiente de su madre.

“Él se iba de turno a la mina, pero llamaba a la vecina para ver cómo estaba y si necesitaba algo. Como eran solo los dos, el vínculo era muy grande”, explicó a El Día un vecino.

Claudia Díaz, otra de las asistentes de la ceremonia, relata que viajaron desde San Esteban, en las cercanías de Los Andes, para participar en los funerales ya que son conocidos de la familia Arancibia.

“Viajamos porque somos gente minera y este accidente nos impactó. Fueron varias las personas que vinieron desde la Región de Valparaíso, no solo sus compañeros de trabajo, porque incluso el municipio de Rinconada puso un bus para el traslado de personas que querían asistir”, relató Díaz.

GOLPEADOS POR LA TRAGEDIA

Cabe recordar que el derrumbe que truncó la vida de Carlos Arancibia ocurrió la tarde del jueves pasado en el Proyecto Andesita de la División El Teniente, propiedad de CODELCO.

Investigaciones preliminares apuntan a un sismo como desencadenante del colapso de material que atrapó a seis trabajadores contratistas. El cuerpo de Arancibia, en tanto, fue hallado alrededor de las 2 de la madrugada del domingo por brigadistas tras una operación de búsqueda ininterrumpida.

Los certificados de defunción del Servicio Médico Legal detallan que su deceso — oficialmente fechado el domingo — se debió a “Politraumatismo esquelético y visceral / Muerte en contexto laboral”.

Idéntico destino fue el de sus compañeros Paulo Marín Tapia (48) – oriundo de Illapel – Gonzalo Núñez Caroca (33), Álex Araya Acevedo (29), Jean Miranda Ibaceta (31) y Moisés Pavez Armijo (33).

LA SERENA Y COQUIMBO UNIDOS EN DUELO

Además del Presidente Boric, a la misa fúnebre arribaron autoridades regionales, encabezadas por el delegado Galo Luna y los alcaldes de La Serena y Coquimbo.

En ese contexto, la edil serenense Daniela Norambuena destacó la fortaleza de Carmen Valenzuela. “Es una mujer sacrificada que sacó a su hijo adelante. La acompañamos en el dolor. Triste todo, pero estamos con ella”, afirmó.
Sobre la presencia de Boric, Norambuena la calificó como “oportuna, porque fue una situación nacional, y ese gesto es importante para la familia”.

Asimismo, el alcalde de Coquimbo, Ali Manouchehri, subrayó que con estas muertes Chile está de luto. “Esto remece al país completo. Acompañamos a la familia con otras autoridades y el Presidente. Es doloroso, pero nos adherimos a las condolencias”, afirmó el edil coquimbano.

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