Títeres Ojo de Agua fue una de las 16 agrupaciones seleccionadas en la convocatoria 2025 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. En la categoría de teatro de títeres, solo dos compañías a nivel nacional obtuvieron el reconocimiento, lo que permitirá a los ovallinos financiar parte de sus proyectos durante dos años, permitiéndoles crear una nueva obra y proyectar giras dentro y fuera de Chile.
Por más de dos décadas, Bárbara Salinas y Luis Figueroa han sostenido un sueño que pocos se atreven a emprender en Chile: vivir únicamente del arte de los títeres. Lo que comenzó en 2005 con una obra inspirada en la vida de Gabriela Mistral, creada en la comuna de Alto del Carmen, hoy se consolida como una de las compañías más reconocidas en su disciplina a nivel nacional.
Este año, Títeres Ojo de Agua fue distinguida con el Fondo de Compañías de Trayectoria en Artes Escénicas 2025, una convocatoria del Ministerio de las Culturas que beneficia a solo 16 agrupaciones de todo el país. El programa financia durante dos años la creación de obras, giras, residencias y actividades. En el ámbito específico del teatro de títeres, fueron apenas dos las compañías seleccionadas para el fondo: una de la Región Metropolitana y la dupla ovallina.
“Nos sorprendió gratamente ganar este fondo, porque sabíamos que estábamos compitiendo con las mejores compañías del país”, comentó Salinas, aún emocionada por el anuncio. “Para nosotros este premio también es un reconocimiento a todos los artistas que resisten creando desde los territorios, fuera de la capital y de las grandes ciudades”.
IDENTIDAD Y PATRIMONIO EN ESCENA
La compañía ha desarrollado un estilo propio, con un sello que cruza identidad, memoria y territorio. Todas sus obras son creaciones originales, registradas en derecho de autor y en ellas se reflejan temáticas de profunda vinculación con la realidad local.
Entre sus producciones más recientes destacan La Bici Cuentera, un montaje que aborda fenómenos como la migración, la esclavitud y la guerra y El mensajero Sideral en la Región Estrella, que conecta la mirada científica de Galileo Galilei con la cosmovisión astronómica de los pueblos originarios de la zona y como observaban el cielo. “Nuestro sello tiene que ver con la valoración del patrimonio y con crear desde los rincones de nuestro territorio. No buscamos solo educar: queremos invitar a reflexionar sobre quiénes somos como sociedad”, explica la artista.
La inspiración, agrega, surge de lo cotidiano y de los viajes por la región y el país: el mundo campesino, la sequía, los pueblos originarios, la astronomía y la vida rural. “Siempre nuestra intención ha sido mostrar lo que existe desde el mundo rural y desde fuera de los grandes centros urbanos”, comentó.
NUEVAS METAS
Con el financiamiento otorgado, Títeres Ojo de Agua prepara un proyecto que vuelve a poner en valor la memoria local: una obra sobre el patrimonio ferroviario del norte de Chile, una herencia cultural que hoy busca ser recuperada y revalorizada.
El plan también contempla giras por distintas regiones del país, tanto en el sur como en el norte y la posibilidad de cruzar fronteras. “Queremos llevar nuestro trabajo a distintas regiones de Chile y también salir al extranjero. México es uno de nuestros principales objetivos, pero como el fondo dura dos años, queremos planificarlo con calma”, adelantó Salinas.
El desafío es grande, pero también representa la consolidación de una trayectoria marcada por la perseverancia. “Decidimos dedicarnos de manera exclusiva al arte de los títeres, algo que no es fácil en Chile, donde muchos artistas deben tener otros trabajos para sobrevivir. Para nosotros este oficio ha sido nuestra única fuente de vida durante 20 años”, subraya.
ARTE QUE NACE DESDE LA COMUNIDAD
Más allá de los escenarios, la compañía mantiene un estrecho vínculo con las comunidades que han acompañado su camino. Escuelas, centros culturales y municipios han sido sus principales aliados a lo largo de los años. “Queremos agradecer a todas las personas que confían en nuestro trabajo y nos inspiran a seguir creando. Son ellas quienes nos impulsan a persistir en este oficio”, expresa la directora.
Con este reconocimiento, Títeres Ojo de Agua no solo celebra un logro propio: también levanta una bandera para el arte regional. Desde el corazón del Limarí, la compañía demuestra que la descentralización cultural es posible, que el patrimonio local puede transformarse en obras universales y que los títeres, muchas veces vistos como un espectáculo infantil, son también un lenguaje potente de reflexión y creación artística.
“Crear desde el territorio y mostrarlo en todos los escenarios”, como dice Salinas, es la misión que los ha guiado por 20 años. Ahora, con el respaldo del Ministerio de las Culturas, su trabajo se proyecta más allá de las fronteras, llevando desde el Limarí la voz de un arte que se resiste a desaparecer y que busca conquistar al público del mundo.