La temporada del durazno, que comienza en octubre, se desarrolla bajo medidas especiales del SAG debido a la detección de la plaga. Productores denuncian que requisitos como la iniciación de actividades y la emisión de facturas amenazan con dejar fuera a los pequeños agricultores.
Monte Patria se prepara para iniciar la cosecha de duraznos, uno de los productos agrícolas más emblemáticos de la comuna, pero la temporada llega marcada por la incertidumbre. A la alerta sanitaria por la mosca de la fruta se suman exigencias de comercialización que muchos pequeños agricultores consideran inalcanzables: iniciación de actividades, boletas, facturas y seguros poco claros que, según acusan, podrían condenarlos a perder su producción.
Desde Colliguay, el agricultor Manuel Echeverría explicó que si bien el SAG ha realizado reuniones y capacitaciones, los productores enfrentan un problema práctico: la mayoría no tiene inicio de actividades, por lo que no pueden emitir facturas ni guías de despacho para vender sus cosechas.
“Más del 90% de los productores no tiene iniciación de actividades, entonces está bien compleja la situación. El SAG nos va a dar un acta de autorización para cosechar, pero sin guía la fruta no puede pasar los controles. Eso deja a los pequeños agricultores en un verdadero enredo”, comentó.Además, comentó que los pequeños agricultores necesitan el apoyo institucional. “El SAG está haciendo su trabajo, colocando trampas y monitoreando los huertos, pero falta acompañamiento.
Los agricultores necesitamos que las instituciones nos ayuden a resolver estos vacíos legales que hoy día nos tienen complicados”, enfatizó Echeverría.Una situación similar describió Juana Oro, pequeña productora de Carén dedicada a los higos y duraznos blanquillos. A su juicio, las medidas de erradicación y fiscalización terminan golpeando con mayor fuerza a la pequeña agricultura familiar.
“Encuentro que están siendo discriminadores con los pequeños agricultores. Aquí no hay fondos grandes y ahora nos exigen iniciar actividades y pagar impuestos como si uno fuera empresario, cuando a veces la venta no supera el millón de pesos y solo contratar un contador cuesta mínimo 40 mil pesos. Eso nos complica más que ayudarnos”, expresó Oro.La agricultora agregó que, en su opinión: “el SAG ha cortado y enterrado muchos árboles, yo creo que están siendo muy duros con los pequeños. Nunca he visto físicamente a la mosca aquí, solo en videos”, señaló.
Ricardo Villanueva, agricultor y presidente de la agrupación de pequeños productores de la zona, detalló que algunos vecinos han debido aplicar estrictos protocolos para salvar sus cosechas. “Estamos cumpliendo con todos los protocolos para poder cosechar, pero la situación nos tiene muy complicados. Muchos ya han perdido su fruta porque no alcanzaron a venderla en buen estado, a mi me ofrecieron 50 pesos por kilo de durazno. A ese precio no se paga ni al trabajador. Finalmente, la fruta se sobremaduró y la perdí”, comentó.
“Toda la vida se ha vendido directo en la feria, sin tanta burocracia. Hoy nos exigen requisitos que en la práctica dejan fuera a los más chicos. Para vender nos piden guía y factura, pero eso significa contratar un contador y pagar impuestos que nuestra producción no alcanza a cubrir”, enfatizó Villanueva.
POSTURA DEL SAG
Consultado por la situación, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) explicó que la plaga mantiene campañas de erradicación activas en distintas comunas de la región. En el caso de Monte Patria, precisaron que la plaga incide directamente en un 1,7% del total de hectáreas frutícolas, aunque el área productiva reglamentada alcanza al 21,45% de la superficie, lo que ha generado impactos en los agricultores ubicados dentro de las zonas de control.
De acuerdo con estimaciones de la institución, en Monte Patria se proyecta una producción de más de 340 mil kilos de durazno esta temporada. “De ese total, estimamos que cerca del 90% podrá cosecharse con normalidad, mientras que alrededor de un 10% podría perderse debido a factores como las condiciones climáticas y la variedad cultivada”, precisaron.
Respecto a las críticas por las exigencias administrativas, el SAG sostuvo que existe un esfuerzo especial por acompañar a los productores de menor escala. “Sabemos que muchos pequeños agricultores tienen dificultades para cumplir con requisitos administrativos como guías de despacho o iniciación de actividades. Por eso entregamos apoyo directo en terreno y en nuestras oficinas, revisando cada caso en particular y orientando sobre los pasos a seguir”, afirmaron.En la misma línea, el seremi de Agricultura Christian Álvarez, explicó que: “En la Provincia del Limarí se conformó una Mesa de Manejo de la Mosca de la Fruta, que se reúne cada 15 días y en la que participan estamentos públicos como el SAG, Carabineros, la Seremi de Seguridad, el Ministerio de Agricultura, además de Frutas de Chile, la Sociedad Agrícola del Norte y los alcaldes de Ovalle, Monte Patria y Río Hurtado”. La mesa busca coordinar acciones en terreno y garantizar que los pequeños agricultores puedan comercializar su fruta de manera segura.