La idea de la Región de Coquimbo pudiera tener una planta desaladora para abastecer a la población comenzó a gestarse hace casi una década, cuando la sanitaria Aguas del Valle empezó a hacer los primeros estudios. No obstante -por diversos factores- debieron pasar la posta al MOP, quienes actualmente se encuentran desarrollando la iniciativa.
Tuvieron que pasar más de 5 años de análisis de estudios ambientales, sociales y de infraestructura, para que en mayo de 2022, la empresa sanitaria Aguas del Valle ingresara al Servicio de Evaluación Ambiental el proyecto de desaladora multipropósito para La Serena-Coquimbo, que en ese entonces se estimaba en una inversión de US$ 181 millones.
“Ha sido un trabajo de años y estamos avanzando en una iniciativa clave para contar con una nueva fuente de agua para consumo humano y así tener más alternativas para enfrentar la crítica situación hídrica de nuestra región, que ya supera los 13 años de sequía”, dijo en aquel momento el gerente regional de la sanitaria, Andrés Nazer.
Cabe recordar que se proyectaba iniciar la construcción en 2024 para comenzar a operar durante 2026 y se estimaba una vida útil de 50 años y una producción inicial de 600 litros por segundo, ampliable según la demanda y condiciones, a 1.200 litros por segundo
No obstante, al poco andar sufrió uno de sus primeros traspiés y no fue admitida a trámite por la autoridad ambiental.
Dicha situación generó críticas hacia la empresa por parte de las autoridades, siendo uno de ellos el delegado presidencial de la Región de Coquimbo de aquel entonces, Rubén Quezada, quien acusó que la sanitaria no había estado a la altura de la situación de escasez hídrica que aflige a la zona.
“Estamos en emergencia hídrica, por lo que necesitamos que la sanitaria esté a la altura y presente un proyecto que cumpla al menos con lo mínimo para ser evaluado. Ya es segunda vez que queda al debe y el tiempo sigue corriendo. Si no tienen la capacidad, tendremos que buscar alternativas, ya sean públicas o privadas”, afirmó en aquella oportunidad
Tiempo después, en julio de 2022, la sanitaria volvió a ingresar el proyecto, pero por una serie de diferencias, fue retirada del proceso de evaluación ambiental en agosto de ese año.
IRRUPCIÓN DEL ESTADO
Tras los tropiezos de la sanitaria, el Estado asumió el proyecto de la planta desaladora de Coquimbo a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP), cuando en enero de 2024 anunció la licitación de la obra bajo el sistema de concesiones de obra pública, encargada a la Dirección General de Concesiones (DGC).
Dicho anuncio fue encabezado por el Presidente de la República, Gabriel Boric, la ministra de Obras Públicas, Jessica López y el ahora exministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, en una visita a la región.
En la instancia, el Presidente Boric había señalado que “en la última visita, anuncié desde Río Hurtado que la región iba a tener, al menos, una planta desaladora y quiero contarles cómo estamos avanzando en concretar estas promesas. En el sector de El Panul, en la comuna de Coquimbo, vamos a instalar la tan anhelada planta desaladora multipropósito para la región. Con esto se va a garantizar en el mediano plazo el suministro y la calidad de agua potable para la conurbación La Serena – Coquimbo, y también agua para riego. Además, esta planta va a enviar agua a Ovalle. Este traslado está contemplado en el proyecto que estamos anunciando”.
APLAZAMIENTOS Y DUDAS
Luego que el Estado tomara la posta de la desaladora, el proyecto inició dos caminos paralelos: la licitación a cargo de la Dirección General Concesiones del MOP y el Estudio de Impacto Ambiental.
Respecto a la licitación, la Dirección General de Concesiones (DGC) informó que, ante la solicitud de las empresas interesadas, se amplió para mediados del mes de octubre el plazo de la recepción de Ofertas Técnicas y Económicas para el proyecto.
De esta manera, las nuevas fechas para la recepción de ofertas y para la Apertura de Ofertas Económicas son serán el 14 de octubre y 14 de noviembre de este año, respectivamente.
En paralelo, el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental –a casi un año de haber ingresado- sigue su curso con algunos retrasos, tales como la ampliación del plazo para que la Dirección General de Concesiones pudiera responder las más de 700 observaciones que fueron formuladas al proyecto. No obstante, actualmente se encuentra nuevamente detenido, ya que la autoridad ambiental ordenó que se realizara un nuevo proceso de participación ciudadana.
Lo anterior se explica porque el SEA concluyó que las aclaraciones y rectificaciones introducidas por el MOP en la Adenda implican cambios sustanciales en los impactos del proyecto. Entre ellos destacan la pérdida de especies vegetales nativas, cómo Adesmia littoralis y Alstroemeria magnífica, catalogados como especies con impactos significativos.
“HASTA EL MOMENTO LOS PLAZOS SE MANTIENEN”
Según el delegado presidencial, Galo Luna, “estamos expectantes de lo que pasa con la Desaladora Multipropósito de El Panul, que representa un aporte esencial para asegurar el abastecimiento de agua potable y otras actividades productivas, en el contexto de una condición de crisis hídrica permanente que tenemos en la Región de Coquimbo.
El gobierno del Presidente Boric es el primero que toma la decisión de iniciar concretamente este proceso, con el ingreso del proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental y el inicio de la licitación este año. Hemos visto como la Dirección de Concesiones ha respondido a las observaciones realizadas desde el SEA, y los ajustes de los procesos licitatorios. Todo se ha llevado a cabo de acuerdo a lo previsto, y ha existido la flexibilidad suficiente para tomar decisiones que beneficien al proyecto y cumplimiento de lo comprometido”, subrayó.
En esa línea, aseguró que “si ya tuvimos la capacidad de esperar más de 20 años de discusiones sin ninguna solución concreta, podemos esperar lo necesario para llevar a cabo esta iniciativa tan importante. Aquí la decisión es asegurar el abastecimiento de agua potable en un contexto de sequía, y hasta el momento los plazos se mantienen”.
“NO MÁS APLAZAMIENTOS”
Por su parte, el senador Matías Walker insistió en que la concesión de esta planta desaladora “debe ser prioridad presidencial. Lamento mucho que no hayan coincidido los tiempos que pidieron las empresas, el mayor plazo para estudiar sus propuestas con esta ampliación del plazo de participación ciudadana, que me genera muchas dudas”.
Y si bien, el parlamentario indica que que “hay que respetar los tiempos del Servicio de Evaluación Ambiental, que lamentablemente en este caso no coinciden con los tiempos de la Dirección de Concesiones”, este proyecto “es fundamental, porque tiene que ver con el agua para el consumo humano y también con la posibilidad de poder llevar a cabo un primer plan de planta desaladora multipropósito que pueda servir de base para que después se replique el mismo modelo en la provincia Limarí y ojalá también en la provincia del Choapa”.
En esa línea, puntualizó que “debemos estar muy atentos como región y así lo vamos a hacer ver con el diputado Víctor Pino para que no exista ningún aplazamiento más. No vamos a aceptar ningún emplazamiento más. Se debe cumplir con este compromiso presidencial”.
Precisamente, el diputado Víctor Pino, señaló que “desde el inicio hemos seguido muy de cerca el desarrollo del proyecto de desaladora, porque entendemos que para la Región de Coquimbo este es un paso fundamental en medio de una crisis hídrica que no da tregua.
Cuando lideré la visita a la planta desaladora de Antofagasta en mayo de 2022, junto a más de 50 autoridades regionales, se logró cambiar la visión que existía sobre este tipo de soluciones. Fue una experiencia clave para entender que la desalación puede ser una alternativa real y sostenible”, relató.
Por eso – agregó – “nos importa que a este proyecto le vaya bien, y por eso hemos estado fiscalizando cada etapa, desde las gestiones ante la Contraloría para revisar el proceso de licitación y la compra del proyecto a Aguas del Valle, hasta la ampliación de los plazos que permitió una mayor participación de oferentes. Lo esencial es que este proyecto se haga bien, con transparencia, buena gestión y una mirada de futuro que asegure agua para las familias, la agricultura y el desarrollo de nuestra región”.