El acta binacional que definirá el ingreso del ganado chileno a territorio argentino se encuentra en su etapa final de revisión. Autoridades de ambos países destacan el buen nivel de coordinación y anticipan que las condiciones se mantendrían similares a las de la temporada pasada.
El proceso para concretar las veranadas 2025 entre la Región de Coquimbo y la Provincia de San Juan avanza conforme a lo programado. Actualmente, los equipos técnicos de ambos gobiernos afinan la redacción final del acta binacional, documento que formalizará los acuerdos y fijará las reglas que regirán el ingreso del ganado chileno a la precordillera argentina durante la próxima temporada estival.
El delegado presidencial de Coquimbo, Galo Luna, confirmó que existe un preacuerdo con el gobierno sanjuanino, el cual debe quedar plasmado en el acta.
Según explicó, este instrumento es clave, pues establece “las reglas del proceso, como la cantidad de animales que puede ingresar y el pago del peaje, que es el derecho para usar los pastos y campos del Valle Alto de Calingasta”.
ETAPA FINAL DE LA NEGOCIACIÓN
Luna detalló que el documento se encuentra en su fase final de elaboración y que esperan recibir durante los próximos días la propuesta desde San Juan. “Esa acta está en proceso de redacción. Estamos esperando que el gobierno argentino nos haga llegar el documento para poder realizar las revisiones formales, que generalmente implican ajustes jurídicos si es necesario, y luego proceder a la firma”, señaló la autoridad regional.
El delegado destacó además que el diálogo ha sido fluido y que Argentina ha solicitado informes sectoriales —como los de carácter ambiental y del SENASA, equivalente al SAG chileno— para completar el proceso administrativo.
Respecto al número de animales que podrán cruzar la frontera, Luna indicó que la cifra final quedará consignada en el acta. Sin embargo, adelantó que las conversaciones preliminares apuntan a mantener parámetros similares a los de la temporada anterior, cuando el flujo bordeó las 50 mil cabezas de ganado.
VOCES DESDE SAN JUAN
En Argentina, la secretaria de Relaciones Institucionales de la provincia, Claudia Sarmiento, también confirmó el avance del trabajo bilateral.
Consultada por la prensa local, indicó que aún no existe un texto definitivo para firmar, pero que ambas partes están ajustando los últimos elementos. “Se está trabajando, se está estudiando. Apenas esté listo el convenio revisado por las autoridades tanto de Argentina como de Chile, se firmará si estamos todos de acuerdo”, afirmó.
Sarmiento se refirió además a la controversia surgida la temporada pasada por presunto exceso de ganado chileno y multas que finalmente no se cursaron. Aseguró que este año se reforzarán los procedimientos. “Estamos trabajando para que el control se haga de modo efectivo, donde la parte chilena también pone su voluntad al respecto”, dijo.
Ambas autoridades — Luna y Sarmiento — coincidieron en que el proceso ha sido constructivo. El delegado presidencial valoró especialmente la “muy buena conversación” y la intermediación del gobernador regional de Coquimbo con su par de San Juan para destrabar requisitos y avanzar en acuerdos.
La cifra final de animales, las condiciones del tránsito y los valores del peaje se informarán públicamente una vez que ambos gobiernos ratifiquen el acta binacional.
TRADICIÓN DE SIGLOS
Las veranadas son una práctica tradicional de pastoreo que se desarrolla en zonas cordilleranas durante los meses de verano, cuando la disponibilidad de agua y pastos es mayor que en los valles y la costa. Ganaderos y crianceros trasladan a sus animales a estos territorios de altura para asegurar su alimentación durante la temporada seca.
Esta actividad forma parte del modo de vida trashumante, caracterizado por el movimiento estacional de los rebaños según la oferta de recursos naturales. En Chile, las veranadas se realizan principalmente entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía e involucran el traslado de ovejas, cabras, bovinos, caballos, mulas y perros pastores. Aunque existen particularidades en cada zona, todas comparten elementos culturales, ambientales y económicos que dan continuidad a una tradición ancestral profundamente ligada a la Cordillera de los Andes.
