La publicación, recientemente lanzada por la diseñadora y académica María Laura Ramírez, analiza los sesgos de género presentes en productos y servicios tecnológicos y plantea el diseño inclusivo como una herramienta clave para ampliar la participación de mujeres en áreas como la programación y las ingenierías.
La tecnología atraviesa casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde la forma en que nos comunicamos hasta cómo nos movemos, trabajamos o accedemos a la salud. Sin embargo, pocas veces se cuestiona desde qué miradas se diseñan los productos y servicios que usamos a diario. Esa es la pregunta de fondo que plantea el libro “Revalorizando el Diseño y la Tecnología desde los Feminismos”, recientemente publicado por la autora ovallina María Laura Ramírez, una obra que invita a repensar el diseño y la tecnología.
El libro, lanzado oficialmente el 5 de noviembre bajo el sello Ril Editores, surge a partir de la trayectoria académica y profesional de la autora en el campo del diseño y la tecnología. Ramírez cursó estudios de postgrado y realizó su doctorado en el extranjero, donde profundizó su interés por la relación entre género, diseño y desarrollo tecnológico, una inquietud que, según relata, la ha acompañado durante gran parte de su formación.
UNA REFLEXIÓN QUE NACE DESDE LA ACADEMIA
La idea de la publicación comenzó a tomar forma durante su último año de doctorado en Turquía, cuando creó e impartió un curso universitario enfocado en feminismo, diseño y tecnología. Fue en ese espacio académico donde advirtió la necesidad de ampliar la discusión más allá de las aulas. “Sentí que este conocimiento no podía quedarse solo en la academia y que debía difundirse”, explicó la autora, quien decidió transformar ese material en un libro accesible a un público más amplio.
Uno de los principales ejes del texto es la crítica a la noción de que la tecnología es neutral. Ramírez sostiene que tanto los productos como los servicios tecnológicos suelen estar diseñados desde una perspectiva androcéntrica, es decir, tomando al hombre como estándar. Esta mirada, advierte, no sólo invisibiliza otras experiencias, sino que también tiene consecuencias concretas en la vida de las mujeres.
SESGOS DE GÉNERO PRESENTES EN PRODUCTOS
Un ejemplo emblemático que se aborda en el libro es el diseño del cinturón de seguridad en los automóviles. Durante décadas, estos sistemas fueron probados utilizando modelos con fisiología masculina, lo que incrementa el riesgo de lesiones graves en mujeres en caso de accidentes. Recién este año, explicó la autora, comenzaron a implementarse en la Unión Europea regulaciones que exigen testear estos dispositivos considerando cuerpos femeninos, lo que da cuenta de cuán naturalizados están ciertos sesgos en el diseño.
La obra también profundiza en la brecha de género en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), cuestionando la creencia de que las mujeres no poseen las habilidades necesarias para desenvolverse en estos campos. Ramírez citó estudios que muestran que en los años 80 existía una mayor proporción de mujeres estudiando informática que en la actualidad, un dato que contradice la idea de un avance lineal en materia de equidad.
Desde su análisis, el problema no radica en las capacidades, sino en barreras estructurales y culturales que dificultan la permanencia y el desarrollo profesional de las mujeres en estos espacios. Muchas ingresan a carreras tecnológicas, pero no logran terminarlas o insertarse laboralmente debido a entornos de estudio y trabajo marcados por prácticas sexistas, estereotipos de género, dificultades de conciliación y una cultura históricamente masculinizada.
EL DISEÑO INCLUSIVO COMO HERRAMIENTA DE CAMBIO
Lejos de quedarse solo en el diagnóstico, el libro propone el diseño inclusivo como una herramienta concreta para enfrentar estas desigualdades. Incorporar la perspectiva de género, sostiene la autora, permite identificar sesgos naturalizados y diseñar soluciones más justas, eficientes y representativas de la diversidad social.
Ramírez enfatiza que este enfoque no busca enfrentar a mujeres y hombres, sino comprender las distintas necesidades de las personas para mejorar la calidad de vida en su conjunto. “Todo lo que vemos y percibimos del mundo pasa por un filtro cultural que asumimos como natural. Cuando lo cuestionamos, nos damos cuenta de que podemos hacer algo diferente”, planteó. El libro también tiene un componente íntimo para la autora. En ese sentido, Ramírez destacó que “mis mayores referentes en términos de trabajo social fue mi abuelita, la exgobernadora provincial Laura Pizarro Araya, además de ser mi mayor nexo con la ciudad”, subrayando que ese vínculo personal con Ovalle ha marcado su mirada social y su interés por aportar desde el diseño y la tecnología, a una reflexión con impacto más allá del ámbito académico.
En este sentido, la autora ovallina busca abrir una conversación necesaria en un contexto donde la tecnología define cada vez más aspectos de la vida social. Su propuesta apunta a generar conciencia, pero también a ofrecer herramientas para que estudiantes, profesionales y tomadores de decisiones puedan repensar cómo se diseña y para quiénes se construye la tecnología del presente y del futuro.