Carmen Barrios, hermana de una persona en silla de ruedas, acusa que terrazas de locales y ambulantes bloquean las franjas táctiles y veredas del centro de la ciudad, dificultando el tránsito de personas con discapacidad. Afirma que la falta de fiscalización y respeto mantiene a la ciudad lejos de ser realmente accesible.
La promesa de un centro inclusivo en Ovalle parece quedar, una vez más, en el papel. Así lo denuncia Carmen Barrios, vecina del sector céntrico y hermana de una persona en silla de ruedas, quien asegura que el camino podotáctil del paseo peatonal, más conocidas como las franjas amarillas diseñadas para orientar a personas con discapacidad visual, están constantemente bloqueado por el comercio ambulante y las terrazas de cafés y restaurantes.
“Las vías inclusivas están, pero las tapan. En el centro y parte del paseo peatonal no se puede pasar con silla de ruedas ni con bastón, porque los locales y los ambulantes se adueñaron del espacio”, relató Carmen Barrios, quien frecuenta las calles Benavente, Vicuña Mackenna y calle Arauco, entre otras zonas céntricas, donde la situación se repite día tras día.
Según la denunciante, el problema no solo afecta a personas con discapacidad, sino también a adultos mayores, padres con coches y transeúntes en general, que deben bajar a la calzada para esquivar las terrazas o los carritos de venta informal. “Mi hermana usa silla de ruedas y cada vez que salimos al centro es un suplicio. Tenemos que andar esquivando terrazas, carritos, letreros y hasta la gente que se acumula comprando en los carros, sin dejar espacio en las veredas”, expresó.
“Los locales comerciales tienen un negocio chico y por eso todo lo sacan afuera. Se apoderaron de las veredas y nadie dice nada. La gente no tiene respeto. Nadie piensa que por esas líneas amarillas pasa una persona ciega o en silla de ruedas”, enfatizó.
A la falta de espacio se suma, una escasa fiscalización municipal. “Los fiscalizadores aparecen un rato, ahí el comercio se esconde en las calles, pero se van y los carritos vuelven enseguida, obstruyendo nuevamente el paso. Es como pelear contra el viento”, agregó.
Barrios asegura haber planteado el tema en varias oportunidades a autoridades locales, sin obtener respuesta. “He hablado con todos, con la doctora Vergara, con Rentería, con Acuña y ahora con el alcalde Vega, pero nadie hace nada. Todos escuchan, pero no cambian las cosas”, comentó con frustración.
Para la vecina, el problema refleja una falla estructural en la inclusión urbana. “Acá en Ovalle no hay inclusión. Se habla de igualdad, pero las personas con discapacidad seguimos sin poder movernos libremente”, señaló.
La situación, según comenta, no es nueva. Recuerda el caso de Francisco, un niño en situación de discapacidad cuyo caso se viralizó hace un tiempo en redes sociales, luego de que mostrara las dificultades que enfrentaba para desplazarse por la ciudad. “La familia es ovallina, tuvieron que irse, porque acá no hay condiciones para vivir con discapacidad”, lamentó.
Más allá del reclamo personal, Carmen Barrios hace un llamado a las autoridades y a la comunidad a recuperar el sentido de respeto y empatía. “No pedimos privilegios, solo respeto y accesibilidad. Que vean nuestras necesidades y que las vías inclusivas realmente sirvan”, sostuvo.
El llamado de atención también se dirige al comercio establecido. “Queremos una ciudad inclusiva de verdad, donde todos podamos circular sin obstáculos. No cuesta tanto hacerlo bien, solo falta voluntad”, concluyó Barrios.
“No existen denuncias formales”
Desde la Dirección de Obras del municipio de Ovalle (DOM) indicaron que no existen denuncias formales ingresadas respecto a irregularidades en el uso de espacios públicos con terrazas. De todos modos, el municipio ha realizado notificaciones a algunos locatarios para que procedan con el desarme de estructuras no autorizadas, dando cumplimiento a la normativa vigente.
El director de Obras Municipales, Glen Flores explicó que estas acciones “buscan prevenir situaciones irregulares y mantener el libre uso de los espacios públicos, en beneficio de la comunidad. Asimismo, anunció que se llevarán a cabo nuevos procesos de fiscalización, con el fin de verificar en terreno el cumplimiento de las medidas adoptadas”, señaló.
Cámara de Comercio de Ovalle
Desde la Cámara de Comercio de Ovalle, su presidente Washington Altamirano reconoció que la problemática del comercio obstruyendo las calles ha sido advertida “a todos los alcaldes”, pero sin medidas permanentes. “En Benavente es casi imposible que la gente transite con normalidad, mucho menos una persona en silla de ruedas”, señaló.
Altamirano agregó que en cuanto al comercio establecido, reconoció que algunas terrazas “no representan un problema, pero hay otras que sí obstaculizan el paso y deberían estar reguladas con mayor claridad”. Además, insistió en que el municipio debe “ordenar el centro antes que cualquier otra cosa, porque es el espacio donde todos convergen”, concluyó.Cámara de Comercio de Ovalle.
Desde la Cámara de Comercio de Ovalle, su presidente Washington Altamirano reconoció que la problemática del comercio obstruyendo las calles ha sido advertida “a todos los alcaldes”, pero sin medidas permanentes. “En Benavente es casi imposible que la gente transite con normalidad, mucho menos una persona en silla de ruedas”, señaló.
Altamirano agregó que en cuanto al comercio establecido, reconoció que algunas terrazas “no representan un problema, pero hay otras que sí obstaculizan el paso y deberían estar reguladas con mayor claridad”. Además, insistió en que el municipio debe “ordenar el centro antes que cualquier otra cosa, porque es el espacio donde todos convergen”, concluyó.