Familiares de Javier Rojas, acusan un diagnóstico errado en el SAR Marcos Macuada y una demora crítica en su ingreso a UCI en el Hospital Provincial. Por su parte, los recintos asistenciales entregaron sus posturas y defienden los procedimientos. El Servicio de Salud explicó cómo opera la red de urgencia en estos casos.
La muerte de Javier Rojas, joven trabajador de 35 años, desató una ola de inquietud en Ovalle luego de que la familia acusara una presunta negligencia médica. La denuncia, apunta a errores en la primera atención en un SAR y a una posible demora en la derivación a unidades críticas del Hospital Provincial de Ovalle, donde el paciente falleció tras un severo cuadro compatible con loxoscelismo visceral (envenenamiento sistémico por picadura de araña de rincón).
Cronología de un deterioro acelerado
Todo comenzó el miércoles 26 de noviembre, cuando Javier regresó de su jornada laboral con fiebre, dolor y malestar general. A pesar de continuar con síntomas, acudió a trabajar al día siguiente, hasta que su estado empeoró abruptamente. Fue entonces cuando su esposa lo trasladó al SAR Marcos Macuada, donde según la denuncia familiar, esperaron casi cuatro horas para una atención que concluyó con un diagnóstico presuntivo de influenza o COVID.
De vuelta en su hogar, la situación se tornó crítica. El viernes por la tarde fue llevado al Hospital Provincial, llegando alrededor de las 17:30 horas ya con debilitamiento extremo. En cuestión de horas comenzó a presentar necrosis en una de sus piernas, alteraciones en la sangre y signos de compromiso orgánico. Su familia asegura que recién el sábado, cuando su estado era irreversible, fue ingresado a UCI. Falleció durante la madrugada del domingo tras varios paros cardiorrespiratorios.
“Estuvo casi 30 horas en el sistema”
Para la familia, la primera atención fue clave. Aseguran que Javier no recibió un diagnóstico certero ni la urgencia necesaria en el SAR y posteriormente, en el Hospital Provincial hubo demoras críticas en la toma de decisiones.
En conversaciones con El Ovallino, Hernán Delgado cuñado de la víctima explicó que “Javier estuvo casi 30 horas dentro del sistema de salud sin que hubiera una acción decisiva”, afirmó.
Delgado sostuvo que durante la noche del viernes y la madrugada del sábado el personal del hospital ya sospechaba de una picadura de araña, pero las decisiones clínicas habrían tardado más de lo recomendable. “Desde el mediodía del sábado, nos decían que lo iban a pasar a UCI en 15 minutos y esos 15 minutos se convirtieron en horas. Lo vimos conectado a máquinas, pero sin una decisión clara, pasadas las 3 de la tarde entró a UCI”, explicó.
Atención en SAR
El Departamento de Salud Municipal confirmó que el paciente consultó en el SAR Marcos Macuada el jueves 27 de noviembre, señalando síntomas de vómitos, cefalea y dolores musculares. El médico de turno realizó la evaluación clínica correspondiente, indicó tratamiento farmacológico y lo derivó a su domicilio con recomendaciones específicas.
El cuadro no fue evaluado como una urgencia de gravedad, sino como un cuadro compatible con una afección respiratoria o viral, lo que determinó su priorización en la atención y las indicaciones. Cabe señalar, que el departamento municipal evitó referirse si realizaran algún sumario o auditoría interna sobre el procedimiento aplicado ante la denuncia pública.
Atención en SAR
El Departamento de Salud Municipal confirmó que el paciente consultó en el SAR Marcos Macuada el jueves 27 de noviembre, señalando síntomas de vómitos, cefalea y dolores musculares. El médico de turno realizó la evaluación clínica correspondiente, indicó tratamiento farmacológico y lo derivó a su domicilio con recomendaciones específicas.
El cuadro no fue evaluado como una urgencia de gravedad, sino como un cuadro compatible con una afección respiratoria o viral, lo que determinó su priorización en la atención y las indicaciones. Cabe señalar, que el departamento municipal evitó referirse si realizaran algún sumario o auditoría interna sobre el procedimiento aplicado ante la denuncia pública.
Hospital Provincial: “Ingresó con un cuadro avanzado”
El subdirector de Gestión Clínica del hospital, Dr. Jorge Gutiérrez, lamentó el fallecimiento y señaló que Javier llegó con un cuadro clínico que ya se encontraba “avanzado y con compromiso importante en la zona de la picadura, compatible con loxoscelismo cutáneo y posteriormente loxoscelismo visceral, una condición grave que puede evolucionar rápidamente hacia un compromiso multisistémico, tal como ocurrió en este caso”.
Sostuvo que desde su ingreso “el paciente recibió manejo clínico inmediato con analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos para intentar contener la progresión de la infección. El cuadro evolucionó de manera muy acelerada”, tal como ocurre en casos severos. Además, aclaró que el suero anti-loxosceles “dejó de usarse hace años por falta de evidencia de efectividad en revertir el proceso de daño multisistémico”, señaló.
Cómo opera la red de urgencia
Las interrogantes sobre la categorización inicial y los tiempos de respuesta llevaron al Servicio de Salud a aclarar cómo operan los protocolos ante casos sospechosos de picadura de araña de rincón.
Desde el Servicio de Salud Coquimbo, Sergio Galleguillos de la Red de Urgencia, explicó que los SAR están destinados a urgencias de menor complejidad, mientras que los hospitales reciben los casos más graves. “Si un centro de menor complejidad no cuenta con los recursos para brindar atención completa, corresponde la derivación inmediata según los protocolos establecidos”, explicó.
Respecto a la mordedura de araña, Galleguillos detalló que ante la sospecha de una mordedura de araña de rincón, el paciente debe consultar de inmediato.