Mientras la autoridad insiste en medidas estrictas para controlar la enfermedad, criadores y dueños afectados critican la ausencia de una segunda muestra y el carácter abrupto de los procedimientos. Las consecuencias van desde pérdidas económicas hasta duelos familiares profundos.
La Anemia Infecciosa Equina (AIE) continúa marcando a la Región de Coquimbo. Según el visor epidemiológico del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), ocho caballos han sido eutanasiados en la región desde que se detectaron los primeros casos en Limarí, una medida obligatoria debido a que la enfermedad no tiene cura y representa un riesgo permanente para otros equinos.
Aunque el dato oficial confirma el avance del brote, las cifras no alcanzan a reflejar el duelo, el impacto emocional y la crisis laboral que viven familias rurales afectadas por la pérdida de sus animales.
Actualmente el SAG mantiene seis cuarentenas activas y 33 caballos bajo restricción sanitaria. Estas medidas tienen consecuencias directas en la vida diaria de los criadores: se suspenden actividades ecuestres, se paralizan trabajos agrícolas y se restringe completamente el movimiento de animales.
La Anemia Infecciosa Equina (AIE) continúa marcando a la Región de Coquimbo. Según el visor epidemiológico del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), ocho caballos han sido eutanasiados en la región desde que se detectaron los primeros casos en Limarí, una medida obligatoria debido a que la enfermedad no tiene cura y representa un riesgo permanente para otros equinos.
Aunque el dato oficial confirma el avance del brote, las cifras no alcanzan a reflejar el duelo, el impacto emocional y la crisis laboral que viven familias rurales afectadas por la pérdida de sus animales.
Actualmente el SAG mantiene seis cuarentenas activas y 33 caballos bajo restricción sanitaria. Estas medidas tienen consecuencias directas en la vida diaria de los criadores: se suspenden actividades ecuestres, se paralizan trabajos agrícolas y se restringe completamente el movimiento de animales.
EL PRIMER CASO DEL LIMARÍ
El primer caballo eutanasiado en la provincia fue “La Bendición”, perteneciente a Cristóbal Olavarría, criador de carrera. Su caso marcó el inicio del temor en los corrales del Limarí. “Fue terrible, no pude hacer nada. Llegaron, tomaron la muestra y cuando volvieron a la semana en camión, estaban listos para matarla”, recordó. En ese sentido, Cristóbal insiste en la necesidad de una contramuestra antes de sacrificar un caballo. “Yo mismo le pregunté al médico del SAG cuán efectivo era el examen y me dijo que un 98%. Esto quiere decir que hay un 2% de falla. De 100 caballos, dos podrían no estar enfermos. Por eso pedimos una contramuestra antes de sacrificar”, planteó.
IMPACTO EN EL TRABAJO RURAL Y LA VIDA DIARIA
Entre los afectados también está Julio Valdivia, preparador y domador de Ovalle, quien perdió dos caballos en su corral y quedó con el predio en cuarentena. Para él, el procedimiento fue particularmente duro. “Llegan con PDI y Carabineros. No puedes negarte porque te detienen. Ver a un caballo sano subir al camión es como perder a un miembro de la familia”, explicó.
De los caballos que él cuida, dos fueron sacrificados, lo que no solo significó una pérdida afectiva, sino también el fin temporal de su trabajo. Con los animales inmovilizados en cuarentena, tuvo que despedir a su equipo y asumir que su fuente de ingresos quedó en pausa.
DUELO FAMILIAR
El dolor se replica entre las familias. Para Bárbara Araya, de Punitaqui, la muerte de su caballo “Solito Él” fue un golpe difícil de asumir. El animal convivió años con su familia como un mascota, se ganó el cariño, rutinas y un lugar simbólico. El día en que llegó el SAG a su casa, dice, fue un momento que no podrá olvidar. “Quedé en shock. Entregarlo fue como que me hubieran vaciado un balde de agua helada encima. Cuando llegó el SAG lo abracé, le puse el bozal y le dije todo lo que tenía que decirle y lo entregue”, expresó.
Al estrés por la pérdida se sumó el carácter del procedimiento. Bárbara recuerda una frase que la marcó profundamente. “El chofer me dijo: ‘ya, si es uno más no más, puedes comprar otro’. Eso no se le dice a alguien que está entregando a su caballo”, recordó indignada.
Para muchas familias, la eutanasia no es solo un acto sanitario: es un duelo. Un golpe emocional comparable a perder a una mascota con la que compartían rutinas, afecto y años de vida.
LA AUSENCIA DE UNA SEGUNDA MUESTRA
Aunque todos los testimonios tienen particularidades, existe una crítica común que se repite una y otra vez: el protocolo del SAG no permite una contramuestra antes de sacrificar al caballo. Hoy, según los criadores, un solo resultado positivo obliga a sacrificar al animal, sin segundas verificaciones, haciéndolos sentir que esta medida deja espacio a errores y decisiones abruptas. “Lo único que pedimos es una segunda muestra. Dejarlo en cuarentena, repetir el examen y recién ahí decidir. No puede ser que con un solo resultado maten al caballo”, señaló Bárbara.
¿HAY O NO UNA CONTRAMUESTRA?
Consultado por las críticas, el director regional (s) del SAG, Raúl Torres, recalcó que la medida “es extremadamente sensible” y la institución comprende la preocupación de las familias afectadas. Sin embargo, sostuvo que la eutanasia es una medida obligatoria para controlar una enfermedad grave, sin cura y de alto impacto sanitario. Además, aclaró que el diagnóstico sí incluye una contramuestra, pero ésta se realiza dentro del laboratorio oficial del servicio. “Cuando un resultado IDAG es positivo, el laboratorio repite el análisis y sólo si ambos resultados coinciden se confirma el caso”, explicó.
Sobre las críticas por procedimientos “abruptos” o poco empáticos, el SAG sostuvo que “son momentos emocionalmente muy difíciles tanto para los propietarios, como para los propios funcionarios SAG, quienes deben ejecutar una labor compleja, delicada y emocionalmente exigente. Es importante recalcar que la eutanasia sanitaria es realizada exclusivamente por médicos veterinarios, siguiendo protocolos de bienestar animal orientados a minimizar el sufrimiento del equino afectado”, explicó.
