El sindicato minorista conmemoró su aniversario con rifas de carros de mercadería, acciones sociales y un baile de cierre. La celebración reflejó la tradición generacional de la feria y su estrecha relación con la comunidad.
La Feria Modelo de Ovalle no es solo un centro de abastecimiento. Es un lugar cargado de historia, tradición y vida comunitaria que, con el paso de los años, se ha consolidado como un espacio emblemático de la ciudad. Esta semana, el sindicato minorista celebró su aniversario número 58 con una serie de actividades que combinaron fiesta, solidaridad y gratitud hacia los clientes que han acompañado a los feriantes por décadas.
La conmemoración comenzó el lunes con una rifa muy especial: tres carros completos de frutas, verduras, legumbres y productos de la feria fueron sorteados entre los compradores del día. La sorpresa generó sonrisas y emoción en quienes resultaron favorecidos. “Cuando la gente recibe un carro lleno de mercadería y te da las gracias, eso a uno lo llena de energía. Vimos cómo los clientes se retiraban tan contentos luego de venir a comprar”, expresó la dirigenta Anita López, encargada principal de la organización.
El espíritu solidario se hizo presente el miércoles, cuando los feriantes llegaron hasta un hogar de adultos mayores con alimentos frescos, frutos secos y ropa nueva. “Queríamos que los abuelitos recibieran no solo comida, sino también algo útil para ellos: buzos, camisetas, calcetines. Se trata de compartir un poco de lo que tenemos con quienes más lo necesitan”, relató López, destacando el compromiso social del gremio.
Durante la semana también hubo actividades recreativas en la feria: golosinas y helados para los más pequeños, regalos para los clientes y un ambiente festivo que llenó de color los pasillos del recinto. El cierre será este lunes con un baile de aniversario en la sede social del sindicato, un evento más íntimo reservado para socios, feriantes e invitados especiales.
Sin embargo, detrás de la celebración también está la realidad de un rubro que enfrenta dificultades. La dirigenta reconoce que los últimos meses han sido complejos, con una disminución en la afluencia de público y la competencia del comercio ambulante. “Muchos compañeros están agotados, estresados, porque hay días que no llega la misma cantidad de gente. Pero no queríamos dejar pasar el aniversario, porque es lo que nos da un respiro y nos permite volver a reunirnos”, señaló.
El liderazgo de las celebraciones recayó en Anita López, quien asumió la organización en reemplazo del presidente del sindicato, ausente por motivos de salud. “Ha sido un desafío enorme, porque algo que debería hacerse entre varias personas lo he tenido que llevar prácticamente sola. Pero lo hice con cariño, porque la feria lo merece y porque espero que esto motive a más compañeros a sumarse”, comentó.
Más allá de las dificultades, la conmemoración reafirmó el valor cultural y familiar de la Feria Modelo. Con casi seis décadas de existencia, el recinto reúne a comerciantes de hasta cuatro generaciones. “Aquí trabajan hijos, nietos y bisnietos de los primeros fundadores. La feria es tradición, es historia, son los colores, los aromas y la gastronomía que distinguen a Ovalle. Eso hace que la gente siga prefiriéndonos pese a todo”, enfatizó López.
El aniversario fue también un recordatorio del rol que cumple la feria como patrimonio vivo de la comuna: un lugar donde se cruzan las costumbres del campo con la vida urbana, y donde cada puesto guarda historias de esfuerzo y continuidad familiar. “Lo único que puedo decir es gracias. Gracias a los clientes por seguir viniendo, por preferirnos y por mantenernos vivos después de 58 años. Ellos son nuestra mayor motivación”, subrayó la dirigenta.
Con una mezcla de memoria histórica, compromiso comunitario y espíritu festivo, la Feria Modelo cerrará este lunes su semana de aniversario, renovando su identidad como uno de los espacios más representativos de Ovalle.