El atleta máster de Ovalle, integrante del Club Atlético Sporting Coquimbo, obtuvo el primer lugar en los 400 y 800 metros planos durante el campeonato nacional realizado el 31 de octubre en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso. Desde su experiencia busca visibilizar el esfuerzo de los deportistas mayores y motivar a las nuevas generaciones.
A los 61 años, el ovallino Hugo Ramos Yáñez sigue demostrando que la pasión y la disciplina no tienen fecha de vencimiento. El pasado 31 de octubre, el atleta máster participó en el Campeonato Nacional de Atletismo Máster, realizado en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo, donde se coronó campeón en las pruebas de 400 y 800 metros planos en la categoría 60-64 años.
“Fue una jornada muy especial, llegaron atletas de todo el país. Compartir con ellos y representar a mi tierra fue un orgullo enorme”, comentó el deportista, quien actualmente compite por el Club Atlético Sporting Coquimbo, pero mantiene un profundo vínculo con Ovalle, la ciudad donde nació y creció.
Su historia con el atletismo comenzó hace más de tres décadas, cuando integraba las filas de Carabineros de Chile en Santiago. Allí participó en maratones institucionales y sin saberlo, inició un camino que lo llevaría a competir en escenarios nacionales e internacionales. “Correr me enseñó disciplina y constancia. Desde 1994 participó en competencias, y en esos años completé tres veces la Maratón de Santiago”, recuerda con orgullo.
Tras años de servicio en la capital, regresó a Ovalle para continuar su carrera y reencontrarse con su verdadera vocación: formar y motivar a otros. Se integró al Club Atlético S2000, donde no solo compitió, sino que también asumió un rol de liderazgo y acompañamiento. “Escribí la misión, la visión y los valores del club porque quería que el atletismo tuviera un sentido más humano. Que fuera una herramienta para enseñar valores, más allá de ganar o perder”, explicó.
Con el tiempo, su compromiso trascendió las pistas. Organizó charlas con deportistas y psicólogos, motivó a jóvenes a perseverar en el deporte. “A veces no se necesita mucho, solo motivación y creer que se puede. Cuando un joven me dice que sigue entrenando gracias a mis consejos, me doy por pagado”, afirmó.
En su carrera también ha tenido espacio para el reconocimiento. Fue destacado entre los cinco mejores carabineros del país en una publicación institucional y en los últimos años ha representado a Chile en torneos sudamericanos de atletismo máster, donde ha llevado con orgullo el nombre de Ovalle.
Actualmente compite por el Club Atlético Sporting Coquimbo, una institución que le ha permitido seguir activo en el alto rendimiento. Sin embargo, insiste en que su corazón sigue ligado a su ciudad natal. “Ovalle siempre ha sido mi inspiración. Aunque compita por un club de otra comuna, cada triunfo es también para mi gente, para los que me vieron empezar corriendo por las calles de mi barrio”, expresó con alegría.
“El deporte fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu. Es mi medicina diaria. Me mantiene enfocado y con energía para todo lo demás”, comentó. Su mayor apoyo, asegura, ha sido su esposa, quien lo acompaña en cada viaje y celebración. “Sin ella nada de esto sería posible. Su comprensión y cariño me han sostenido en los momentos más difíciles”, expresó con gratitud.
Más allá de los títulos, lo que más le interesa a Hugo es visibilizar a los atletas mayores, quienes pese a la edad, siguen entrenando y representando a sus ciudades. “A los 60 años todavía se puede soñar, competir y representar a nuestra tierra. Lo importante es no rendirse y mantenerse activo”, aseguró.
“Quiero que la gente vea que no hay límites cuando se trabaja con pasión. Mi mensaje es simple: nunca es tarde para moverse, para cuidarse y para demostrar que la edad no define nuestros sueños”, enfatizó.
En cada competencia, Hugo Ramos lleva en el pecho el número del atleta y en el corazón, el nombre de su ciudad. Ovalle corre con él en cada paso, en cada vuelta a la pista, en cada meta que cruza con la serenidad de quien sabe que más allá de las medallas, lo que realmente importa es seguir corriendo por los sueños.